Editorial: Ser del Betis «Manque mierda»
Si existe una expresión en el universo verdiblanco de la que siempre me he sentido orgulloso en lo más profundo de mi corazón, ha sido el manque pierda, así todo junto, tanto para mí, como para miles de béticos, el manque pierda ha sido un soplo de ánimo en los peores momentos, en las derrotas dolorosas y en las ignominiosas temporadas en las que ni los jugadores, ni los entrenadores, ni las directivas han estado a la altura en el pasado.
Ese manque pierda fue el motor del fanzine que sacamos un grupo de béticos, manque Lopera, allá por 2008 y el germen de lo que es hoy este diario online que este año cumplirá 8 años tratando de ser un medio imparcial, libre y de utilidad para los béticos de todo el mundo. Un grito de rebeldía ante los acontecimientos adversos, espíritu verdiblanco en todo su esplendor. Una lucha constante e incansable por volver a ver al Real Betis Balompié donde le corresponde, en los puestos nobles de la Primera División y ser habituales en un continente europeo que echa de menos a una afición que nada tiene que envidiar a la de equipos ilustres como el Liverpool o el Borussia Dortmund.
Y este mundo de números nos da la razón, me remito a las audiencias televisivas, el número de socios o el desplazamiento masivo un fin de semana sí y el otro también, de una afición que excepto en casos aislados de deshumanización como el del otro día en Bilbao y que no representan para nada a los aficionados del glorioso, siempre han ocupado un lugar de gala en el recuerdo y la simpatía del resto de aficiones del fútbol español y europeo.
El manque pierda hoy está perdiendo su significado desgraciadamente, nos hemos acostumbrado a perder
Hay mucho más, sin grandes logros deportivos, la afición del Real Betis se ha extendido allende de la ciudad del Betis para conquistar los corazones y el alma de cientos de miles de aficionados en todo el mundo. Recuerdo como si fuera ayer los abrazos y vítores recibidos en países como Costa Rica, Myanmar, Japón, Chile, Inglaterra o Australia donde siempre que se saca a relucir la camiseta de las trece barras hay alguien que la reconoce y la acoge con el cariño que merece.
El manque pierda hoy está perdiendo su significado desgraciadamente, no sólo nos hemos acostumbrado a perder, es que la falta de ambición de este equipo, directiva y cuerpo técnico nos ha minado la moral, ahora, hoy a 3 de Mayo de 2017, con el dolor de nuestro corazón debemos ser del Betis «manque mierda». Y aunque suene duro, escatológico y sobre todo impropio de una afición que es excelsa y sobresale de las demás por fidelidad año tras año, bajo mi humilde opinión es la horrible verdad.
En una Primera División competitiva, este equipo hubiera sido carne de segunda.
Hoy tenemos que ser del Betis «manque mierda» de los resultados. Este año el beticismo ha tenido que sufrir humillaciones como un 6-2, 1-6, 3-1, 4-1 (equipo descendido), 4-1, 1-4, sin contar con las dos derrotas ante el eterno rival. Y eso sólo este año, las temporadas anteriores fueron un más de lo mismo, resultados escandalosos ante equipos que no eran mejores ni por calidad ni por recursos o estructuras. Un equipo que al igual que McLaren en Formula 1, nos venden año tras año mejoras fantasmas en pretemporada, este fue que lucharíamos por estar entre los 10 primeros y que ha visto como la falta de ambición y de acierto real en el equipo conformado nos ha llevado a ser un equipo mediocre que no va a bajar al infierno de la Segunda División por la terrorífica temporada de 4 equipos que apenas van a llegar a los 30 puntos. En una Primera División competitiva, este equipo hubiera sido carne de segunda.
Hoy tenemos que ser del Betis «manque mierda» del cuerpo técnico y jugadores. Es terrible, incomprensible, doloroso e injusto para los más de 40.000 aficionados que pagan su carnet año tras año, los cientos de miles de aficionados que pagan televisión privada, que a su vez paga la mayor parte del presupuesto del equipo de Heliópolis, ver al equipo de sus amores encontrarse una y otra vez con una actuación simple, ramplona, que corre mucho y no juega a nada, que tiene miedo a llevar la batuta, que tiene pánico a ganar dos partidos seguidos.
De los entrenadores, que decir de los entrenadores, cobran cada mes sin pena ni gloria, como sí entrenar al Betis fuese entrenar a cualquier otro club, con el debido respeto hacía el resto de equipos. Entrenadores sin ambición, que no muestran dolor en las derrotas que no muestran semana a semana en el campo la garra y el coraje de saber al millón de aficionados a los que representan. Entrenadores que se escudan en las «buenas sensaciones» que el aficionado ya no traga. Ya lo dije anteriormente en otro editorial, sólo los que están acostumbrados a ganar, los que no permiten la desidia ni el bajar los brazos, los que trabajan todos juntos con la victoria entre ceja y ceja como única posibilidad son los que consiguen los resultados. Como prueba de ello, la temporada magnífica de la Real Sociedad, del Eibar, del Alavés o del Villarreal una vez más. Equipos que saben a lo que juegan y muestran un profundo respeto a la afición que les idolatra.
Garra, espíritu, coraje, trabajo en equipo, volver al manque pierda como lema, es la única salida para un equipo que está demasiado lejos de su afición.
No faltan en el Real Betis profesionales competentes que han rendido este año a un nivel excelente individualmente, ni dudo de las intenciones de Victor Sánchez. Estoy convencido de su profesionalidad, pero de lo que tampoco puedo dudar es que el Real Betis Balompié necesita mucho más que intenciones o jugadores individuales, necesita ser ambicioso en su proyecto deportivo, cada fin de semana, no en los despachos o en las entrevistas (una pena que el club siga sin conceder a este humilde pero constante medio la posibilidad de entrevistar a jugadores) en las buenas intenciones o profesionalidad. Garra, espíritu, coraje, trabajo en equipo, volver al manque pierda como lema, es la única salida para un equipo que está demasiado lejos de su afición.
Hoy tenemos que ser del Betis «manque mierda» de su director deportivo. Aquí me gustaría matizar que personalmente, en mi humilde opinión, Torrecillas me parece un profesional más que adecuado para gestionar la parcela deportiva, pero creo que no entiende lo que significa dirigir deportivamente al Real Betis de esta segunda década del milenio, un Real Betis que ve como su afición, hastiada tiene que soportar año tras año los éxitos de sus vecinos, que se ha cansado de que vendan humo, de que lleguen a esta institución a «llevárselo calentito». Una afición harta de fichajes dudosos que apenas juegan en el equipo y que no aportan valor alguno más que para los medios que venden más y más sobre materias extradeportivas.
Es terrible que nos obliguen a conformarnos año tras año con ser mediocres
Torrecillas ha tenido el mismo error absurdo que tuvo Poyet cuando tras la derrota del Barcelona dijo que nuestra liga empezaba la siguiente semana. Minusvalorar la afición y al equipo verdiblanco. Cuando Torrecillas habló de que se quedaba con las buenas sensaciones demostró no tener ni idea de lo que han significado en el corazón del aficionado bético estos últimos años para el Real Betis Balompié. Es terrible que nos obliguen a conformarnos año tras año con ser mediocres, cuando quien sepa la historia de nuestro glorioso equipo, sabe que la mediocridad no ha sido parte de nuestra esfera ni cuando estábamos en Tercera. Las buenas sensaciones sin puntos, perdiendo 1-4 contra el Alavés es un insulto a nuestra inteligencia y sobre todo un puñal en el corazón de una afición hastiada, cansada de verse inferior cuando sabe que es superior.
Mi consejo para la temporada que viene es que hable con más béticos de a pié, que se ponga en contacto con historiadores como Alfonso del Castillo que le enseñen lo que es dirigir al Betis deportivamente, que entienda primero la filosofía del Betis manque pierda para que no se conforme con el Betis «manque mierda». Que haga un equipo de ganadores, que contrate un entrenador ganador, que venga de obtener títulos y quiera más.
Si Torrecillas no muestra hambre, la afición seguirá hambrienta y afición que no se alimenta de ilusión, come directores deportivos.
Por último, hoy, tenemos que ser del Betis «manque mierda» de los dimes y diretes de la directiva. Una directiva en la cual la afición ha confiado plenamente para evitar la vuelta del terrible simulacro de dictador que se empeña en volver. Empresarios jóvenes y excelentes gestores en sus vidas particulares, con muchos aciertos en lo institucional, que han conseguido logros económicos y que han modernizado el club de una forma eficiente pero que con el tiempo han sucumbido a las presiones del poder, dejando quizás por falta de tiempo o en manos de personas que no sienten ni conocen suficientemente la historia del Real Betis el espíritu deportivo verdiblanco. No los culpo por contratar a profesionales, los culpo por estar tan pendiente del juego del poder y de la institución que han olvidado completamente la transmisión de los valores béticos a esos profesionales, los culpo por permitir la cantidad de tropelías que durante los últimos años han cometido jugadores, cuerpos técnicos y directores deportivos tanto en declaraciones como en la falta de ambición dentro del campo (por no hablar de agentes y la controvertida gestión de la cantera) con el aficionado verdiblanco.
El Real Betis tiene que aspirar a ser el Real Betis, y desde hace muchos años, el Real Betis es sólo un equipo más, un negocio donde lo que realmente importa son las palabras y no los hechos, aunque el departamento de marketing nos lo venda al contrario. El Real Betis tiene que aspirar a ser uno con la afición, aunque no se puedan ganar todos los partidos, aunque haya que luchar por objetivos de menor honra que los que merece esta afición, porque existen factores externos como la suerte, las lesiones o la pelotita, que influirán siempre y que no son controlables.
La falta de ambición, la autocomplacencia, la nula exigencia deportiva en los hechos, nos obliga a ser del Betis «manque mierda»
Pero para eso siempre estará el Manquepierda y lo que hoy vivimos desgraciadamente, la falta de ambición, la autocomplacencia, la nula exigencia deportiva en los hechos y en las palabras de nuestros entrenadores, cuerpo técnico y algunos jugadores, nos obliga a ser del Betis «manque mierda».
Para terminar este doloroso editorial al final de una temporada dolorosa y casi fatídica una vez más, quisiera pedir a todos los béticos de nuevo resistencia, algún día llegarán personas que sepan lo que significa pertenecer al Real Betis Balompié y volveremos a recuperar el orgullo y brillo de nuestro equipo, lleguen o no los resultados. Paciencia porque el futuro de una forma u otra nos debe un bonito giro, un bonito final y la consecución de éxitos de la que todos estaremos orgullosos. Yo a pesar de todo, sigo soñando con un Real Betis campeón de liga, porque ya lo hicimos hace 82 años y porque soñar con lo más grande es el primer paso para conseguirlo.

Noticia por Selu Vega
Bético de nacimiento, vocación y pasión. Desde Manquepierda intento acercarme a cada bético que puebla el mundo. Director del grupo Manquepierda.com. Si tienes alguna sugerencia o queja, conmigo puedes hablar. Vivo en Canarias pero tengo el corazón instalado en Heliópolis.