La defensa como inicio del juego de posición que quiere implantar Setién
Joaquín Piñero | Quique Setién ha llegado al Benito Villamarín para proponer al conjunto verdiblanco un estilo de juego ya utilizado por otros equipos en toda Europa y el mundo: el juego de posición. Un formato en el que el balón y el movimiento de los futbolistas que no lo poseen es la clave para conseguir su correcto funcionamiento ya que consiste en abrir líneas de pase al poseedor de la pelota con movimientos de desmarque de los compañeros sin balón para apoyarlo siempre en los espacios libres que se van generando. Un tipo de fútbol muy vistoso y en el que se necesita mucha calidad de pase, técnica, capacidad de jugar en pocos toques y, sobre todo, mucha inteligencia sobre el campo. Requiere dichas capacidades en todos los jugadores del equipo y se comienza a forjar la jugada desde la línea más cercana a la portería rival.
En este verano, la parcela deportiva se puso manos a la obra y, encabezados por Lorenzo Serra Ferrer y con las exigencias de Quique Setién que requirió un tipo concreto de futbolista para esas posiciones. Un esquema que variaría entre el 1-4-2-3-1 y el 1-4-3-3 que, en defensa, implica una zaga con dos centrales y dos laterales, hasta ahí todo correcto. En fase de ataque para sacar la pelta con claridad desde área propia, la defensa se coloca de la siguiente manera: él portero tiene el balón y ambos centrales se abren a ambos lados del área dejando un hueco en el centro de la misma que ocupará el pivote para facilitar la tarea formando triángulos con los propios centrales, interiores y laterales e ir avanzando hasta campo rival de esta manera dividiendo para que siempre quede un espacio libre ocupado por un jugador bético.
Estas ideas futbolísticas prefieren, obviamente, ejecutores que tengan un buen manejo de balón sumada a una buena colocación y lectura de partido ya que los centrales generalmente, son los encargados de dar el primer pase en la salida de balón y que podrá provocar una ocasión en contra si ese pase no es adecuado. Por tanto, el Betis ha tenido que deshacerse de dos centrales como Bruno y Pezzella que, a pesar de tener un buen nivel para el equipo (sobre todo el argentino) no casan del todo bien en la filosofía del técnico cántabro. Además de estas dos bajas, el cuadro heliopolitano ha sufrido las marchas de Piccini y Alex Martínez que nunca llegaron a convencer en el Villamarín.
Para contrarrestar estas bajas y completar una zaga de nivel y que encaje en el formato de juego de Setién, la entidad bética ha realizado tres contrataciones de jugadores contrastados que se suman a la continuidad de los centrales Mandi y Tosca, el lateral izquierdo Durmisi y el diestro, Rafa Navarro:
Zou Feddal: el central marroquí de 27 años aterriza en Sevilla tras una grandísima temporada en el Alavés donde se ha erigido como un central de gran nivel en el fútbol español. Un jugador fuerte en el juego aéreo con su más de metro noventa de estatura, toda una garantía en balones parados defensivos y ofensivos como demostró en el encuentro ante el Celta anotando su primer tanto a centro de Guardado. Además, es un central contundente y con capacidad de liderazgo que puede ayudar mucho en un equipo que ha carecido de ella. Eso sí, Feddal no es precisamente un virtuoso con el balón lo que hará que tenga que trabajar con el nuevo sistema de manera intensa ya que le cuesta sacar el balón con claridad y comete fallos por querer llevar la idea hasta el extremo provocando goles en contra como le ocurrió en Barcelona. Deberá mejorar esos defectos para convertirse en el líder de la zaga bética.
Antonio Barragán: el veterano lateral derecho español llega cedido por una temporada al Betis desde el Middlesbrough inglés para dar experiencia y solidez a una zona de la defensa en la que Rafa Navarro debe imponerse como lateral titular pero que Barragán será importante por su experiencia en el fútbol nacional e internacional para que el canterano gane confianza en sí mismo durante la presente campaña.
Jordi Amat: el central catalán es el ejemplo personificado del estilo de Setién, es decir, un defensa central que no destaca por su contundencia, fuerza o rapidez, sino que, su principal virtud es su buena capacidad para sacar el balón jugado desde atrás, la inteligencia para dar ese primer pase acertado siempre a pesar de que la opción natural que es dársela al pivote esté bien cubierta, por eso llega al Betis, todo una prueba de intención del cántabro. Se trata de otro caso de defensa que llega cedido desde el fútbol inglés aunque en este caso, Amat firme un año procedente del Swansea City galés para, en principio ser tercer central.
A priori, la defensa titular la formaría: Durmisi en el costado izquierdo, Mandi y Feddal como eje central de la zaga mezclando buena salida con contundencia por parte de los zagueros africanos y, por último, la duda estará en el lateral derecho con dos jugadores del mismo nivel pero en el que se debe imponer el canterano Rafa Navarro por edad y por proyección, quedando como suplentes Barragán, Amat y Alin Tosca que puede ejercer como lateral izquierdo y como central del mismo lado.
Como parte de la defensa se encuentra también Antonio Adán como portero debido a que en este tipo de juego, el juego de pies del meta es vital para la eficacia de la salida del balón, cualidad que no resalta entre las virtudes del portero madrileño pero a lo que se deberá adaptar.
A estos siete jugadores que forman la defensa del Real Betis Balompié, hay que unirle la posibilidad de que Javi García retrase su posición y juegue como central en caso de emergencia, así como alguna aparición que pudieran tener jugadores del Betis Deportivo como el lateral izquierdo Junior Firpo.
Este es el análisis de lo que se supone que Quie Setién quiere de su defensa y cómo podría encajar cada jugador en ese formato de juego tan complejo y para algunos nuevo.
