Girona, Girona y Girona
Cuarta victoria consecutiva del Betis y dormimos en quinta posición, al menos hasta el Villarreal-Athletic del lunes, pero a partir de ya solo hay que pensar en el Girona, después en el Girona, y por último en el Girona. El Betis ha mutado durante la temporada de un equipo irregular, a un equipo lleno de consistencia, al que es difícil, no solo ganar, sino marcar un gol. En el partido frente al Eibar se ha vuelto a repetir el guión, con una variante, el equipo ha entregado la posesión de balón al rival, para desde atrás buscar los huecos con balones en profundidad a los puntas al contragolpe. Eso sí, equipo muy serio detrás, con una defensa de cinco, que de media, quizás ha completado el mejor partido de la temporada. Los tres centrales y los laterales han estado casi perfectos, con una actuación estelar de Barragán, anulando a Orellana y llegando arriba con una asistencia y media. Se merece una mención especial Bartra, ya que desde su llegada el equipo se ha contagiado, no solo de seguridad defensiva, sino de espíritu ganador, y eso se ha notado.
En el medio campo, Fabián y Guardado multiplicándose en labores defensivas, con un Boudebouz en plan mago. Es un jugador que marca diferencias, tanto que igual en algún partido se merece jugar los 90 minutos. Es el jugador que ha desatascado el juego del Betis tras unos primeros 15 minutos que el Eibar tenía al Betis dominado.
En la delantera, un Tello trabajador y voluntarioso, pero poco acertado, y un Sergio León definiendo como los ángeles y luchando como su apellido. Los refrescos manteniendo el buen nivel del equipo, Joaquín ayudando a asentar el juego, Loren aguantando el balón con clase y visión y Rubén Castro que se ha quedado al límite de la historia con tres oportunidades que no le han dado el gol de milagro, ese gol que lo estamos intentando marcar todo el beticismo para igualar a Rincón.
También se merece una mención aparte Dani Giménez. Debut en liga con capitanía incluida, se le notó en los primeros minutos el nerviosismo en algunos balones con los pies, pero poco a poco se asentó, y estuvo seguro en los constantes centros armeros, y tranquilo con el balón jugado, aprobó con nota.
Finalmente sería injusto para cualquier bético, por muy en contra de Setién que hayan estado en algún momento de la temporada con el cántabro, no reconocerlo como la pieza principal que está haciendo que todos los jugadores que saltan al campo compiten al 100% y que haya un grupo de 16-17 jugadores que se pueden considerar a todos titulares. Ha conseguido que todos los jugadores se consideren importantes y ninguno indiscutible, y eso tiene un mérito extraordinario.
Como decía al principio, ahora solo hay que pensar en el Girona, un equipo muy difícil, muy bien trabajado tácticamente por Pablo Machín, la auténtica revelación de la temporada. Será difícil, pero si el equipo sigue en la línea actual, se puede conseguir la quinta victoria consecutiva, y entonces Europa empezará a dejar de ser un sueño.