A octavos sin honor (2-2)

El Betis se acabó complicando la vida ante un Lleida que pudo haber dado la sorpresa. Foto: manquepierda.com
Ya ni en Copa del Rey. El Real Betis vuelve a dejar al beticismo sin victoria tras no pasar del empate ante el Lleida Esportiú (2-2). Los verdiblancos, que están en octavos de final gracias a los goles de la ida, firmaron un arranque impecable pero volvieron a desinflarse y a punto estuvieron de lamentarlo aún más.
Si a cualquiera le dijeran que el equipo iba a sufrir tanto tras los 10 primeros minutos, le hubieran tomado por loco. Y es que, más allá de que el rival militara en Segunda B, el Betis imprimió velocidad y ganas desde el comienzo y, para variar, estuvo certero en sus llegadas a la portería del Lleida. Primero, Paulao y después Amaya, en sendas jugadas a balón parado, pusieron a los locales por delante en los primeros 10 minutos.
El primer acto estaba saliendo a pedir de boca. Los de Garrido tocaron siempre buscando la meta rival, pudiendo incluso cerrar el descanso con un 4-0, mientras el Lleida esperó alguna ocasión al contragolpe mientras que se agazapó en defensa para cerrar espacios. Justo lo que originó el 2-1.
Una falta en el pico del área grande convirtió a Sara en el primer señalado de la tarde, al no atajar un centro-chut lejano y sin aparente peligro que, sin embargo, acabó dentro. Aquello espoleó al cuadro catalán, que sólo a partir de entonces, le perdió el miedo al partido.
Algo muy peligroso que tuvo consecuencias a los 10 minutos de comenzar la segunda mitad. El Lleida trenzó una jugada que evidenció que gran parte de los problemas de este equipo vienen de la retaguardia y que supuso el 2-2. Los visitantes tenían el pase a octavos a un solo gol.
Para colmo de males, el Betis empezó a cometer errores e imprecisiones y el encuentro se calentó por momentos. Síntomas de una frustración que no permitió romper el empate antes del pitido final y que volvió a despertar el monumental cabreo de un beticismo más que cansado.
El Betis pasa a octavos sin honores y como claro ‘derrotado’ en un partido ante un Lleida al que tuvo controlado pero al que le permitió crecerse. Las cosas tienen que cambiar ya o Segunda espera.
Ficha Técnica:
Real Betis: Sara; Steinhöfer, Paulao, Amaya (Dídac, min. 27), Nacho; Nono, Salva, Verdú (Vadillo, min. 72); Juanfran (Lolo Reyes, min. 60), Rubén Castro y Molina.
Lleida Esportiú: Núñez; Aldalur, Mario (Imaz, min. 75), Carlos, Fuster; Molo, Monforte (Miramón, min. 81), Bosch; Chupe, Mata y Osado.
Goles: 1-0, Paulao (min. 5), 2-0, Amaya (min. 9), 2-1, Monforte (min. 38), 2-2, Mata (min. 54),
Árbitro: Undiano Mallenco, colegiado navarro. Mostró tarjeta amarilla a Mario, Paulao, Nacho, Vadillo, Aldádur, Molo, Nono.
Incidencias: Estadio Benito Villamarín. Aproximadamente unos 17.000 espectadores.

Noticia por Miguel Rolle
Periodista Manque la crisis. En busca de la piedra filosofal que me muestre cómo vivir de mi sueño. Hasta entonces, trabajo y esfuerzo son mis lemas, que ya habrá tiempo para dormir cuando el tiempo se acabe.
Esta claro que el problema es de estado de ánimo. Hay jugadores que no están ni se les espera (Verdú, Salva S., Steinhoffer, Chuli, los porteros…) y otros en claro descenso (Molina, Nacho, Rubén C…). Quizás lo que se necesite sea savia nueva, apostar fuertemente por lo poco que viene por detrás. La alegría, la valentía, la ilusión que crea un futbolista joven aunque se equivoque, el desorden de la juventud que hay que ir corrigiendo, etc…
Jugadores como Marco Rosa (B), Caro (B), Pedro (DH), Ignacio (DH), Pepelu (DH)…, y no cito a nadie más del B porque creo que ni tienen más calidad que estos ni por supuesto más beticismo que estos, que llevan todos muchos años en nuestra CANTERA.
Es la diferencia con la casa de enfrente, que aún perdiendo y con muchos problemas en la Entidad, hacen jugar 30 minutos a un joven jugador, Carlos Fernández, y van probando a pesar de todo (juega todos los partidos en 2B aúnque el equipo vaya mal) a un chaval que ellos piensan será futuro jugador de primera. Nostros dejarémos pasar la oportunidad de fabricar futbolistas ilusionantes de futuro y cuando nos demos cuenta o se habrán ido o se les habrá pasado el arroz.
Saludos