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La Copa África al detalle: Cuartos de Final

Seguimos con el análisis de la Copa de África 2012 y una vez comentados todos los detalles de la fase de grupos, hoy nos toca hablar sobre lo que dieron de si los cuartos de final. Unos cuartos de final que empezaron a marcar el camino de la gloria para selecciones como Zambia, y también en el lado totalmente opuesto, acabaron con las ilusiones de combinados como el de la anfitriona, Guinea Ecuatorial. Vamos ya sin más miramientos a repasar, partido a partido, detalle a detalle, todo lo acontecido en los cuartos de final.

CUARTOS DE FINAL

Zambia 3-0 Sudán

Decíamos en la introducción que estos cuartos de final marcaron el camino de la gloria para los zambianos, y vamos a explicar el porqué de esta expresión. Hasta el momento, Zambia se sentía sorprendida no solo por su pase a los cuartos de final, sino también por haber dejado fuera de esa primera posición a los senegaleses y a los anfitriones. Esto hizo que Zambia saliera al terreno de juego libre de toda presión, sabedora de que sus deberes ya estaban hechos y de que lo que pudiera estar por llegar solo iba a ser a mejor. Esto conllevó que las piernas de sus mejores hombres se relajaran y sacasen todo el fútbol que llevaban dentro. Los hermanos Katongo empezaban a sonar con fuerza, sobre todo el mayor, Christopher, un jugador desconocido para la mayor parte del fútbol europeo pero al que consideran un ídolo en Zambia, y desde hace mucho tiempo. Mayuka cada vez iba más en serio y su entrenador, Hervé Renard, había vuelto a sentir esa emoción que dos años atrás le llevó a conseguir el mismo gesto con esta misma selección. Las consecuencias fueron brillantes para Zambia y nefastas para Sudán. Esta última fue un juguete a manos de los Chipolopolos, que encontraron el premio del gol muy pronto, apenas transcurrido el primer cuarto de hora del partido, por medio de Zunzu tras rematar un balón de cabeza colgado desde el flanco izquierdo.

Zambia vS Sudán – Foto: Tvmax-9.com

Tras la reanudación Sudán despertó, o al menos lo intentó. Metió una marcha más al partido y por momentos puso en aprietos a Zambia, pero todo cambió cuando el marcador fijó el minuto 65. Kalaba se internó en el área con toda la parsimonia que le permitieron los rivales, le bastó con un cambio de ritmo para llegar hasta el fondo y no dejar al rival más remedio que cometer penalti. Este hecho, sumado a la expulsión de Ali Idris hizo que Túnez bajara los brazos, pero aún había que anotar el penalti para dejar encarrilado el partido. De eso se encargó Chris Katongo, que tras fallar el penalti la bola le cayó franca a las botas para esta vez si, anotar el segundo de la noche. Pero esto no iba a quedar aquí, aun faltaba el tercero, que llegó en los instantes finales del partido cuando tras la salida de un córner la defensa sudanesa hizo aguas, este error lo aprovechó Chamanga para poner, con un derechazo colocado al poste derecho, el tercer y definitivo gol del partido.

Costa de Marfil 3-0 Guinea Ecuatorial

Sinceramente, el marcador de arriba lo dice todo. «Hemos visto en el hotel a los Costa Marfileños y no queremos ni encontrárnoslos, son enormes», eran las palabras de Kily en una entrevista en radio que resumía lo que iba a ser este partido. Se cruzaban en cuartos David y Goliath, el gigante contra el enano o el perro contra el gato, cada uno que lo llame como quiera. Pero lo cierto es que la diferencia, ya no solo de calidad, sino de fuerza, de potencia, de experiencia al primer nivel y de todo menos de ilusión, era enormemente clara entre estas dos selecciones.

Costa de Marfil vS Guinea Ecuatorial – Foto: Vanguardia.com.mx

Costa de Marfil llegaba como la gran favorita de la eliminatoria, algo obvio viendo que la magnitud de los integrantes del plantel del combinado local no puede compararse con las del plantel de los elefantes. Por mucho que nos doliera, y aunque nuestro corazón estuviera con los anfitriones, en el fondo todos sabíamos que muy mal se le tenían que poner las cosas a los Drogba y compañía para no pasar a las semifinales. Y así fue, un resultado tan contundente como el señalado arriba acabó con la participación de Guinea Ecuatorial. Algo que suele ocurrir cuando Didier Drogba tiene el día es que todo lo que rodea al equipo rival salga mal. El delantero costa marfileño tiene esa capacidad de atemorizar a cualquiera antes de jugar, y eso pareció también pasar con la defensa de Guinea Ecuatorial. Drogba hizo lo que quiso y las consecuencias fueron dos goles, uno en cada parte, al que acompañó el de Yaya Touré, para poner a los elefantes en las semifinales del torneo. Aun así, no hay que olvidar elogiar el enorme trabajo hecho por los hombres de Gilson Paulo, a los que desde aquí queremos dar también la enhorabuena.

Ghana 2-1 Túnez

Otro de los grandes duelos que nos dejaron estos cuartos de final, y uno de los partidos más atractivos de todo el torneo. Al igual que los costa marfileños, las estrellas negras de Ghana también llegaban como claras favoritas a este partido. Y eso pensábamos todos, que Ghana, para muchos la mejor selección del torneo, no podía dejar escapar la oportunidad de acceder a las semifinales. Pero lo cierto es que costó, y mucho, hasta tal punto de que todo se decidió en la prórroga. Ya conocíamos las capacidades de Túnez y sabíamos de antemano que no iba a ser un rival fácil, que la calidad del hombre que había maravillado en la fase de grupos, Youssef Msakni, podía aparecer en cualquier momento para hacer tambalear los cimientos defensivos que propuso Goran Stevanovič.

El partido dio mucho de si, tanto que a los 10 minutos Mensah ya había puesto por delante a los Blacks Stars de cabeza tras la salida de un córner. Pero Túnez no era una rival cualquiera, y justo antes del descanso puso de nuevos las talas en el marcador merced al tanto de Khelifa. En la segunda parte los goles brillaron por su ausencia, había más miedo a perder que motivación por ganar y por eso se llegó a la prórroga. Los 120 minutos iban a decidir que tendría el billete hacia las semifinales. Transcurrían los minutos y seguía sin pasar nada, Ghana lo intentaba con más fuerza que talento, y Túnez se acogía a las genialidades de la pareja del Esperance de Tunis formada por Darragui y Msakni. Ambos estaban siendo los jugadores más peligrosos del partido, los que ponían el talento en una batalla táctica y por los que los espectadores aun seguían sin dormirse.

Ghana vS Túnez – Foto: Radioged.es

Pero como todo en esta vida, la suerte es un factor fundamental. Una suerte que condenó a los tunecinos y aupó a los Ghaneses a la semifinal. Corría el 110 de partido y al portero tunecino Mathlouthi le llovió un balón del cielo. Un balón que iba a salir sin problemas por la línea de fondo, un balón sin aparente peligro. Sin embargo, decidió que lo mejor era blocarlo con seguridad, quizás uno de los peores errores de su vida profesional, ya que ese balón se le escapó de las manos con tal mala suerte que la pelota llegó a los pies del killer ghanés del Olympique de Marsella, André Ayew. Este como en tantas otras ocasiones no falló la oportunidad y acabó por hacer el gol del triunfo, el gol que supuso el pase a la siguiente ronda. Poco quedaba ya por destacar del partido, salvo los destellos que nos seguía dejando Msakni, que finalmente no sirvieron para mucho.

Gabón 1-1 Malí (4-5).

Y como en el resumen del Ghana – Túnez, aquí la suerte también desempeño un papel esencial. Pero esta vez, la cosa no fue de errores garrafales, si no de aciertos que nunca llegaron. La otra anfitriona del torneo, Gabón, no mereció tanto castigo ante una Malí que se plantó en semifinales casi sin querer, porque los méritos para ello fueron todos de los gaboneses. La primera parte fue un dominio absoluto de los gaboneses, que por medio de Moulongui creaban las jugadas más peligrosas de ataque y lo intentaban con mayor asiduidad que los malienses. Fue el propio Moulongui quien, en la segunda parte, adelantó al combinado local. A partir de ahí, los mejores minutos de Gabón se dieron cita en el partido, pero los delanteros no tuvieron su día. Las oportunidades para rematar el partido no cesaban y dispuso de ocasiones clarísimas que acabaron con el balón pegando en el palo. Pero en el fútbol hay un dicho tan cierto como doloroso, que no es otro que “si perdonas, lo acabarás pagando”. Y así fue, los balones aéreos buscando la cabeza de Diabaté fueron la mejor arma de Malí, que en una de estas encontró a Cousin como compañero de armas. Este se la dejó franca de cabeza para que el delantero del Girondins de Bordeaux controlara en el área y se revolviera rápidamente para poner el balón en el fondo de las mallas. Era el minuto 85 y casi no había tiempo para reaccionar, por lo tanto, habría que ir a la prórroga.

Gabón vS Malí – Foto: Deportes.orange.es

Pero los 120 minutos tampoco dieron mucho de sí, mucho tanteo y pocas iniciativas hacen presagiar que todo se iba a decidir en la temida tanda de penaltis. Y aquí se dio otro hecho que siempre ha pasado y seguirá pasando en la historia del fútbol, y es que los mejores, las estrellas o ídolos, son los que suelen fallar. En este caso, la historia se ensañó con Gabón, o mejor dicho, con Pierre Aubameyang. El mejor jugador gabonés sería quien fallase el penalti, condenando así a su selección a la eliminación del torneo, ya que el otro crack, pero en este caso del rival, Seydou Keita, no falló el suyo. La lotería de los penaltis había sido cruel con Gabón y muy generosa con Malí. Las semifinales ya tenían dueños: Zambia, Costa de Marfil, Ghana y Malí.

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