El Calavera, cantera bética
Como ya hemos comentado en diversas ocasiones el Calavera Club de Futbol, histórico club sevillano fundado en la Puerta Osario en 1928, fue filial del Real Betis Balompié durante la década de los 40 del pasado siglo.
Como vemos en la imagen sobre la característica camiseta negra se ubicó el escudo triangular verdiblanco representativo de la entidad bética. Y fueron muchos los futbolistas que pasaron durante este periodo de uno a otro conjunto. Uno de los más importantes es Manuel Domínguez, el delantero centro santanderino que tiene el honor de ser el máximo goleador bético en una temporada, gracias a sus 54 goles en la campaña 1950-51, y que llegó al primer equipo verdiblanco en noviembre de 1945 debutando el día 4 en Los Cármenes, en donde marcó el gol del triunfo bético con sólo 19 años.
Con motivo de su brillante debut en la revista Trofeo apareció este artículo que glosaba la relación entre el Calavera y el Betis, y que nos da un apunte sobre los diversos intentos del Calavera de los años 40 para contar con un campo en propiedad, lo que se consiguió en septiembre de 1945 cuando se acondicionó para tal fin el campo de la Residencia Salesiana, inaugurado el 9 de septiembre de 1945 con un amistoso entre el Calavera y el Betis. A destacar del texto también el intento, que no fructificó, de volver a usar el campo del Patronato como sede del Calavera, llegándose incluso a volver a levantar las tapias que cercaban el terreno de juego, en desuso desde que el Betis dejara de utilizarlo en mayo de 1936.
Cuando hace ya algunos años se comenzaron a discutir los primeros campeonatos de tercera categoría en su fase y características actuales, hubo muchos escépticos que se sonrieron. Otros se encogieron de hombros. Los menos, confiaron.
Pasaron los años y nuestros primeros clubs tuvieron otros más modestos a su cuidado, ayudándoles constantemente. El Betis tomó a su cargo al Calavera, ese equipo tan batallón en todo curso. Las esperanzas de poseer campo propio sufrieron muchos contratiempos. Cuando estaban levantadas las tapias del Patronato–¡otra vez¡–no se pudo seguir adelante. Recurrióse a Los Remedios, donde se gastaron mucho dinero los calaveristas. Hasta que por último se llegó a la Residencia Salesiana, donde ahora disponen de un buen campo de juego.
Y de ese equipo del Calavera, ahora cuando el Betis precisa un delantero centro, en vista de la obesidad y lentitud de Roldán y de la baja forma de Botella, se echó mano de Domínguez, conductor del ataque negro.
Fue por primera vez el chico a Granada y gracias a su gol se logró la primera victoria a domicilio. Y en al amistoso del Metropolitano fue también una jugada de Domínguez la que salvó el honor blanquiverde.
Todo eso salió de ese equipo del Calavera. Cuando el domingo aparezca Domínguez sobre el predio de Heliópolis no lo olvides, lector.