Entrevista Andrés Aranda 1965
En 1965 Andrés Aranda por quinta vez en su vida asume el banquillo del Betis. Tras una derrota en casa en la jornada 24 con el Córdoba se decide cesar al canario Rosendo Hernández, quien tras 5 derrotas en 5 partidos, no ha conseguido enderezar el rumbo del equipo que empezó la temporada con el francés Luis Hon.
Andrés Aranda, que contaba con 59 años, pertenecía a la secretaría bética desde hacía unas temporadas, y tuvo una vez más que enfundarse el chándal y ponerse a entrenar al primer equipo en una situación mala.
Esta entrevista, aparecida en el diario deportivo Marca el 6 de marzo de 1965, posiblemente sea la última que se publicó del entrenador bético. En esta quinta etapa sólo dirigió al Betis en una sola jornada, con una severa derrota en Altabix frente al Elche por 3 a 0. Fue su partido oficial número 185 como entrenador del Betis (89 victorias, 30 empates y 66 derrotas).
De ahí el Betis fue directamente a una concentración en Aracena para preparar el siguiente partido en casa frente al Real Oviedo. Pero el 10 de marzo una angina de pecho acabó con la vida de uno de los más grandes jugadores de la historia del Real Betis Balompié.
Andrés Aranda, el veterano auxiliar técnico-y popular jugador blanquiverde de los años treinta y tantos, en que ocupó todos los puestos del equipo, excepto la meta-, se ha convertido en el “tercer hombre” del Betis al ser designado para suplir al dimisionario Rosendo Hernández. En lo que va de Liga, el Betis ha tenido necesidad de tres entrenadores titulares, supliéndose los unos a los otros por así aconsejarlo las circunstancias. Quizá estos sucesivos relevos han constituido una especie de récord en nuestro fútbol profesional. Pero es lio cierto que Andrés Aranda es el “tercer hombre” del Betis en el cargo de entrenador durante la actual campaña.
Andrés Aranda, de siempre militó en el Betis.
-Empecé como jugador amateur- nos explica-cuando era un “chavea”, y luego empecé a cobrar-dinero y popularidad-en la época en que formé pareja con Jesusín como defensa. El trío defensivo del Betis era por aquel entonces, y por este orden: Jesús, bajo los palos; yo, en la parte derecha, y Jesusín, a la izquierda.
Continuó Aranda esbozando una historia archiconocida, que fue actualizando cuando realizó los cursillos de preparador regional, posteriormente el nacional y de continuo-pues su única profesión fue el fútbol y “de por vida” enrolado en el Betis-ejerciendo en las categorías inferiores, como orientador de los juveniles, de los amateurs, filiales o equipos controlados por el Betis, hasta llegar a ser ayudante de Louis Hon, Rosendo Hernández, y concluir, de pronto, como entrenador titular. Tal ha acontecido hace unas horas.
-¿Por sorpresa?-le preguntamos.
-Como ferviente bético, me hubiese disgustado profundamente que en una situación como ésta se hubiese recurrido a cualquier extraño. Por eso, como sé de la estima que me tienen en el club, no me cogió de improviso la designación para suplir a Rosendo Hernández. Aunque haya sido con carácter provisional…
-¿Cree que pueda surgir un cuarto entrenador esta misma temporada?
-No lo sé. Oficialmente he sido designado con ese carácter, si bien haré lo posible para quedar fijo hasta la próxima campaña. ¡Es una ilusión!
-¿Con buen rendimiento económico?
-No he hablado ni nadie me ha hablado de compensaciones económicas. Me llamaron, me dieron la orden y, como estoy adscrito a la nómina del club, aquí me encuentro cumpliendo la disciplina impuesta. Eso sí, con ilusiones…
-¿Con muchas esperanzas?
-Sí que las tengo. Reconozco las dificultades que hay que salvar en estos momentos y que la situación es realmente crítica; pero me animan las mejores esperanzas ante el inmediato porvenir.
-¿Cómo ves al equipo?
-Técnica y físicamente, bien. Dispuesto a rendir al máximo. Los muchachos, con quienes he convivido desde que fueron incorporándose a nuestra plantilla profesional, se muestran tan ilusionados como yo, y confío que con un poco de suerte el problema que nos atosiga lo podamos resolver. Depende de la suerte. Nosotros haremos lo imposible.
-¿Mantendrá la juvenil estructura introducida últimamente en el equipo?
-Reconozco la valía de los jóvenes que han sido recién adaptados al equipo y solicitaré su colaboración cuantas veces la crea oportuna; pero, la verdad, mantendré el tradicional armazón, integrado por hombres de clase y experiencia, como lo han demostrado reiteradamente. Con ellos como base y confiando en la honradez profesional de todos-honradez que nunca se debió poner en duda-completaré las formaciones a tenor de las necesidades. Por ejemplo, para Elche tengo previsto el siguiente once: Pepín; Grau, Ríos, Aparicio; Montaner, Lasa; Mateos, Pallarés, Ansola, Bosch y Molina.
-Volviendo a la difícil actualidad, ¿esperas salvar al Betis?
-Vamos a intentarlo. Y en estos momentos solicito también de los seguidores, simpatizantes y aficionados sevillanos plena confianza y, esencialmente, que no se dejen arrastrar por esas aseveraciones de los mal intencionados y de los que propalan especies infundadas con afanes de desvirtuar la realidad de los hechos, en provecho de mezquinos fines. Solicito de ellos la confianza más absoluta y los mejores alientos hasta que todo quede definitivamente resuelto.
Este es el criterio de Andrés Aranda, nuevo entrenador del Betis por obra y gracia de las circunstancias, pero del que pueden esperarse grandes cosas, empezando por la delicada misión que le han confiado: salvar al Betis.