Entrevista Antonio Biosca 1980
El 1 de marzo de 1980 el Betis juega en el Bernabéu frente al Real Madrid donde cosecha un empate a 1 que eleva a 9 las jornadas que el equipo lleva imbatido en Liga. La brillante reacción que el Betis protagoniza desde la llegada de Luis Carriega al club verdiblanco se pone de manifiesto en el terreno del vigente campeón liguero.
Con motivo de esta visita el central bético Antonio Biosca es entrevistado por el periodista Fernando Sotillo para el diario AS, en un reportaje que se publicará el 7 de marzo de 1980. Antonio Biosca repasa su situación y la del conjunto del equipo, así como pone de manifiesto el ostracismo a que se vieron sometidos los internacionales verdiblancos tras el descenso a Segunda División dos años antes. De hecho Antonio Biosca que, junto a Julio Cardeñosa, representó al Betis en el Campeonato del Mundo de Fútbol celebrado en Argentina en el verano de 1978, nunca volvió a vestir la camiseta de la selección. Cardeñosa tuvo más suerte y en la Eurocopa de Italia del verano de 1980 volvió a jugar con el combinado nacional.
Cuando el equipo bajó, cuando el Betis fue uno de los tres encartados a la hora de perder la categoría primerdivisionaria, tras haber sido campeón de Copa, entonces hacía un año aproximadamente, algunos hombres, piezas vitales en el engranaje verdiblanco, parecieron perderse en el marasmo de la Segunda División.
Como si de valores de la Bolsa se tratara, sus nombres perdieron cotización y en algunos casos fueron apuntados por el dedo de la mediocridad y de la inhibición. Parecía una pesadilla. Se volvía de Argentina defraudados y defraudando y a algunos les esperaba jugar en una categoría inferior; en un pozo del que les costaría trabajo, mucho trabajo, salir.
Ahora están limpiando su honor de los baldones y de las manchas. Y lo hacen a modo y manera de una buena clasificación, tras el susto de la primera vuelta.
Todos quieren resurgir. Biosca no es una excepción…
– Ahora las vacas flacas
– Vacas flacas, ¿por qué?
– Porque ya no son tan gordas como, por ejemplo, hace un par de años
– Eso es cierto, sí. Pero yo no tengo la culpa
– ¿Quién entonces?
– Las lesiones y las consiguientes operaciones. He sufrido dos: una de pubis y otra de abductores. No obstante, he ido entrando en juego poco a poco y me voy recuperando por completo
– Hasta que se vuelva a hablar de ti como se hablaba no hace mucho, ¿no?
– Eso es lo que deseo. He de recuperar el tiempo que perdí en casi ocho meses de inactividad. Eso hace que se olviden algo de mí
– Aunque ese uno siga siendo el mismo…
– Mira, no sé si seré el mismo o no. Esto es algo que he de comprobar según vayan pasando las jornadas. Sin embargo, espero que así sea
No han sido exclusivamente los dos percances sufridos por Biosca los que le alejaron de la permanente actualidad. Ha habido algo más, que está en la mente de todos. Sobre todo en la de algunos de los jugadores verdiblancos, que lo han tenido que sufrir en sus carnes y en su espíritu. El propio Biosca, Cardeñosa, el ex sportinguista Morán… fueron víctimas, primero, de que el Betis descendiera y, segundo, de que ahora esté recién ascendido. Es más que posible que si el equipo no hubiera perdido la categoría, mantendría el número de internacionales que tuvo. El ejemplo más claro, el de Gordillo, ahora de nuevo titular en la selección porque de nuevo andan en Primera.
– ¿Os perjudicó el descenso, verdad?
– Sí, mucho. No ya solo en cuestión monetaria o de privilegio, sino en lo que acabas de hablar: en lo internacional. Es como si perdieras categoría, como si te rebajaran tu cartel. Algunos no sabemos lo que es una convocatoria con la selección nacional desde que volvimos de Argentina. Y en mi caso lo veo ya muy difícil, la verdad.
– Pero no es justo…
– No, claro que no. Cuando fuimos al Mundial, Cardeñosa y yo, el equipo ya había bajado a Segunda. Es de imaginar que si valíamos para el Mundial argentino, valdríamos para las siguientes confrontaciones. Pero al parecer no fue así. Y eso que Julio lo bordó allá.
– ¿Enfadado?
– No, sólo molesto. Por lo menos, una vez más sí que podían haber contado con nosotros.
– Habrá que hacer méritos para ello, ¿eh?
– ¿Méritos? Bueno, yo creo que todo jugador, por el bien de su equipo, siempre intenta hacerlo lo mejor que sabe. Quiero decir que mejor que uno juega cada domingo no lo sabe hacer. O sea, que yo seguiré actuando como siempre lo hice. Si me llama Kubala, encantado.
Pulcramente vestidos, los jugadores verdiblancos esperaban la llamada del restaurante. Era la hora de la cena y, entretanto, charlaban, a buen seguro, sobre temas del equipo. De un equipo que da sensación de eso mismo, de equipo; de un bloque unido ante unos malos comienzos ya superados, y, ahora, ante la satisfacción de verse aupados en sitios mejores. Y es que, aunque Biosca o cualquiera de sus compañeros se sintieran halagados ante una llamada del seleccionador nacional, para ellos lo primero es lo primero. Es decir…
– El Betis, ¿verdad?
– Por supuesto. Eso que quede fuera de toda duda.
– Al fin y al cabo ése ha sido el remedio, ¿no?
– ¿Para qué?
– Para que llevéis ya ocho partidos de Liga imbatidos…
– Es que lo nuestro no era normal. No sé lo que pasaría, pero eso de estar en las posiciones de abajo no entraba en nuestros cálculos. Afortunadamente, hemos entrado en la buena racha y esperemos que sea muy duradera. Se está muy bien así.
– Sobre todo viéndose lejos del descenso
– Eso es algo que nunca temimos o en lo que nunca pensamos. Todos fuimos conscientes de que lo malo tenía que pasar pronto y se cumplió.
– Con la llegada de Carriega además
– Es un gran técnico. Nos infundió moral, nos terminó de hacer ver que podíamos ir hacia arriba, hasta lograrlo.
– Pero cuando llegó, ¿pensabais que os salvaría o le visteis como un entrenador más?
– En cuanto le vimos su forma de trabajar, comprendimos que la mala racha acabaría si seguíamos sus consejos
– Lo cierto es que ahí estáis. El Betis ha resurgido
– Desde luego. Jugamos al contraataque, marcamos muchos goles y nos hacen pocos. Claro que el Betis ha resurgido.
Y esperemos que Biosca con él…