Entrevista Germán Vaya «Mani» 1974
En 1974 el equipo infantil del Betis tuvo una brillante actuación en el Trofeo Ibérico que se disputaba como final de temporada en Badajoz. Desde las páginas de El Correo de Andalucía el periodista Vicente Bru puso voz al entrenador del brillante filial verdiblanco: Germán Vaya, popularmente conocido como Mani.
En la entrevista Mani, entonces con 29 años, repasó su carrera en los banquillos iniciada en el Cros, equipo de San Juan de Aznalfarache, al que llevó a pelear por el ascenso a la Tercera División, así como su inicio en la cantera bética como ayudante de Pedro Buenaventura cuatro años atrás.
Tiene revolucionado el cotarro futbolístico sevillano y su fama se va extendiendo por toda Andalucía y Extremadura. La exhibición de “los niños de Mani”, como se les llama a estos infantiles del Betis, en Badajoz fue tan sensacional hasta el punto de decir “Hoy” que “la lección de los chavalillos béticos fue lo mejor del Trofeo Ibérico”. Alma de esta organización es Germán Vaya, más conocido por Mani.
Mani, que empezó como entrenador en el Cros, al que llevó en dos ocasiones a disputar el ascenso a Tercera División, lleva cuatro años en el Betis.
– ¿Siempre en los infantiles?
– No. Las dos primeras temporadas estuve como ayudante de Pedro Buenaventura
¿Presenta muchas dificultades entrenar a estos alevines?
– Pues no, yo lo veo mucho más fácil, ya que prestan más atención a todo lo que se les enseña
– ¿Te ayuda alguien en los entrenamientos?
– Tengo dos magníficos ayudantes a los que, como a mí, les gusta ese fútbol de los infantiles, y que están haciendo una labor muy eficaz
– ¿Cómo llegan estos niños aquí?
– La mayor parte llegan al campo por las buenas y sin que nadie los mande; a otros, los vemos jugar por esos campos nosotros mismos; los menos, vienen de la mano de sus padres, y la verdad es que, gracias a la prensa y a la radio y muy en especial a El Correo de Andalucía, que nos ha prestado mucha atención, son cada vez más numerosos los chavales que llagan al estadio pidiendo que se les pruebe
– ¿Algún dato curioso?
– Hay muchos. El otro día se nos presentó un hijo de Liz, el magnífico extremo del Sevilla en tiempos de Helenio Herrera, para que le probáramos. Lo hicimos y nos hemos encontrado con un chaval que reúne condiciones fabulosas para ser alguien en el fútbol. Todo lo que te puedo decir es que ha sido el mejor jugador de la fase final en los Campeonatos de España para escolares. También llagó hasta nosotros el hijo de Busto y lo más curioso es que no nos dijo nada de quién era su padre, enterándonos a los pocos días en que su cuñado, Cobo, lo vio jugar en el Maracaná. Otro que también se presentó allí un día y puede llegar a ser un gran jugador es un hijo de tu compañero José Antonio Blázquez
– ¿Qué promedio de edad tienen estos chavales?
– De once a trece años
– ¿Cuántos asisten a los entrenamientos?
– Te puedo decir que en el último vinieron ciento sesenta y siete niños
– ¿Y cómo es posible controlarlos?
– Ya te he dicho que somos tres entrenadores, pero además todos juegan, puesto que hacemos partidos a dos goles, y esto da la oportunidad de ver a todos en acción. Ahora nos viene muy bien el nuevo horario, ya que estamos entrenando de seis a diez de la noche
– ¿Cuántos días?
– Dos veces en semana
– ¿Hay alguno con posibilidades de llegar en el futuro al primer equipo?
– Yo apostaría con quien quisiera a que por lo menos cuatro estarán en pocos años en Primera División con el Betis. Y la mayoría podrán vivir del fútbol
El chaval que mayor admiración produce en todos los partidos que juega es Pedrito, un niño que acaba de cumplir trece años y que sorprende a todos, nos lo comentaron Molowny y Amancio el día del Madrid en la Copa, por su clase y técnica.
– ¿Qué opinas de Pedrito?
– Es un chaval al que no hay que enseñarle nada. Ayer me pidió en el entrenamiento que ensayáramos la falta que valió a Rivelino un par de goles en los Mundiales. Y te puedo asegurar que lo hizo a la perfección con otro compañero. Yo creo que, si no se malogra, estamos ante un caso de futbolista fuera de serie. Piensa, además, que le quedan tres temporadas como infantil
– ¿Cuál ha sido vuestro mayor triunfo?
– Aquí en el Villamarín hemos jugado unos partidos excepcionales, y tras el encuentro que presenciaron los jugadores madridistas, el preparador Molowny entró en el vestuario para felicitar a los chavales. Pero creo que nuestro mayor triunfo fue en el Ibérico, donde los equipos que iban a participar después nos aplaudían al retirarnos
– ¿Es cierto que el desplazamiento a Badajos lo pagaste de tu bolsillo?
– Perdona que no te pueda decir nada sobre esto
(Sin embargo, podemos asegurar que el viaje a Badajoz lo pagó Mani y costó alrededor de veinte mil pesetas).
– ¿Qué proyectos tenéis?
– Bueno, en esto estamos casi como el primer equipo. Ahora vamos al Ciudad de La Línea, después jugaremos en el Ciudad de Sevilla y José Antonio Blázquez nos está gestionando la participación en el Colombino. También vamos a jugar en Chipiona
– ¿Te cuesta mucho dinero este “hobby”?
– Yo tengo un sueldo en el Betis, pero para mí el dinero es lo menos importante tratándose del Betis, sobre todo en esta labor en la que tengo muchas satisfacciones por el ejemplar comportamiento de estos chavales
– Se ha venido diciendo siempre que la mayor parte de estos chicos se malogran después, por falta de condiciones físicas, ¿qué opinas?
– Es indudable que pasaba antes, pero ahora llegan más preparados físicamente y lo hacen con una base de educación física que en mayor o menor grado adquieren en los colegios; también la alimentación es más racional, y esto se va notando en la estatura que ha aumentado bastante en promedio
– Lo que más llama la atención en estos chavales es su forma, casi de equipo profesional, que tienen de concebir el fútbol, les vemos pasar la pelota al primer toque, tirar a la menor oportunidad, no dar un regate de más, etc, ¿esto es labor tuya?
– No. Yo les corrijo algunos defectillos, pero esas cualidades se nacen con ellas y no se adquieren o por lo menos es muy difícil inculcarlas
Y hasta aquí fueron las palabras de Mani, uno de esos hombres que se sacrifican desde abajo por nuestro fútbol y en los que hay que confiar para el engrandecimiento de nuestro deporte nacional.
Fuente: Vicente Bru en El Correo de Andalucía 27 de julio de 1974