Entrevista José Núñez Naranjo 1977
Del mes de junio de 1977, en los preparativos de la final de Copa, hay una frase mítica que pronunció el presidente bético José Núñez Naranjo: «Un bético es capaz de animar por cuatro vascos».
Hoy traemos aquí la entrevista en la que Núñez Naranjo pronunció tal afirmación. Se publicó en el diario Suroeste el 24 de junio, un día antes de la gran final, y está a cargo del gran periodista Manuel Fernández de Córdoba.
Núñez Naranjo repasa la actualidad del conjunto verdiblanco de cara a ea final, pero también se extiende a otros temas del momento. Se señala la falta de campos de entrenamiento como el principal problema del club, que o bien tenía que entrenar en el propio Villamarín o en otros terrenos de juego como el de la Universidad Laboral o el cercano Campo del Puerto.
Otro tema de discusión está en relación con las entradas que el Betis recibió para la final. Por entonces las cosas no eran como hoy en día, en que los clubs finalistas reciben el mismo número de entradas. El Athletic en el partido de ida de su semifinal aplastó a la UD Salamanca en San Mamés con un rotundo 6-0, por lo que sin necesidad de disputarse la vuelta los bilbaínos comenzaron a acaparar entradas. La otra semifinal, entre Betis y Espanyol, fue mucho más incierta, y no se resolvió hasta la prórroga del partido de vuelta en el Villamarín. De esta forma a Bilbao fueron a parar 26.000 entradas (21 mil al Athletic y 5 mil a la Federación Vizcaína), mientras que al Betis sólo llegaron 11.000. Es más, 2 mil que a última hora sacó a la venta la Federación Española sí fueron repartidas por igual, sin tener en cuenta el injusto reparto anterior. Todo esto hizo que las gradas del Calderón fueran rojiblancas en su gran mayoría. Es en ese contexto en el Núñez Naranjo afirma que un bético es capaz de animar por cuatro vascos.
Y por último señalar que en la entrevista ya se habla de la cortedad de la plantilla bética. Precisamente este problema estará en la base del descenso de categoría en la temporada siguiente, cuando hubo que afrontar 3 competiciones con una plantilla que ya se quedaba corta en la anterior…
La afición, muchas veces, que la última fue en el partido liguero contra el Bilbao, le ha sacado los pañuelos. Pero no para que se vaya, sino para que se quede. Si se le organizara un referéndum a los verdes, Núñez Naranjo se quedaba con la mayoría de los escaños. Y los pañuelos, que sirven casi siempre para que una masa olvide lo hecho y lo por hacer, le han servido, más de una vez, de limpia papeleta. Algo así como cantarle por lo bajini el “no te vayas todavía”. Y de esta forma, a la chita callando, como quien no quiere la cosa, tiene una reelección en puertas y once años de servir al Betis a la espalda: ocho de presidente y tres de propina en la vicepresidencia. Once años son muchos años y, pienso, algo debe de tener este hombre, y algo debe de estar haciendo, cuando el pañuelo no quiere decirle adiós. Quizás, y opino personalmente, su mayor mérito ha sido, y sea, el quitarle a esto del fútbol improvisación y meterle por los poros mucho de empresa; el quitarle alegría y poner los pies en el suelo. Después habrá tenido fallos y aciertos; cosas buenas y cosas malas, pero la balanza de los pañuelos, que vivimos en época de papeletas, le sigue fiel, aunque él sepa, y nosotros también, que el día menos pensado le cambie el pasodoble…
Hoy, de cara al sábado, hemos venido a hablarle del presente y del futuro, a vuela pluma, informalmente, y al final hemos sacado la misma conclusión: seriedad y estabilidad, pies en el suelo y bastantes grados de modestia.
- Presidente, la final
- Es una satisfacción personal, un premio para los jugadores por su gran esfuerzo, un regalo a la afición y, pienso, para todos los sevillanos
Es, qué duda cabe, una página de oro, un hito. Es cuestión de pulsarle ahora si lo ve así…
- En la época en que yo he estado en el Betis sí ha sido un hito importante; en otras épocas, no; porque el Betis ya fue campeón de Liga. En aquella ocasión fue mucho más importante
- – ¿La mayor satisfacción desde el palco?
- Puede que sí, aunque los dos ascensos que hemos tenido desde que estoy yo en la presidencia también fueron muy positivos. En esta ocasión hay que unir a la satisfacción de todos el sacrificio de los jugadores. La temporada ha sido larga y la plantilla corta. Ha habido jugadores que han participado en cincuenta partidos y, más de una vez, sin recuperarse de lesiones. Creo que es una buena compensación el haber llegado a la final.
- Y en la final hay que hablar de dinero…
Y Núñez corta en seco:
- No me gusta hablar de dinero…
Se forcejea y se termina aceptando sus razones…
- No me gusta hablar de dinero. Me parece feo, porque además pienso que no es noticiable
Se le tiran los tejos de algo que se ha dicho: el Betis va a renunciar a la recaudación de la final en beneficio de sus jugadores.
- No es cierto. Necesitamos esa parte proporcional de dinero porque el club, y eso lo debe saber todo el mundo, tiene muchos gastos. Ellos tendrán lo acordado se recaude o no se recaude. Una cosa no tiene nada que ver con la otra.
- La final y el presupuesto. ¿Se nivelará éste con aquella?
- Creemos que sí
- ¿Superávit a la vista?
- No, eso creo que no, pero, aunque todavía no se ha terminado el ejercicio pienso que vamos a nivelarlo. Hay que tener en cuenta que íbamos un poco flojos porque ha habido días en que la lluvia nos ha perjudicado varias taquillas
- A la final, lo mismo que al puesto en la tabla, no se llega por casualidad. El éxito, qué éxito y grande es, tiene que tener una clave. ¿Cuál es?
- La lógica. En diciembre, cuando llevábamos tres negativos, yo dije que no era lógico. ¿Por qué? Porque teníamos los mismos jugadores del año pasado y habíamos traído refuerzos. Había que hacerlo, por tanto, por lo menos igual al año anterior. En fútbol hay lógica y sorpresa. En este caso se ha impuesto la lógica. Claro está que esta lógica no es un partido, pero sí en una Liga. Y así ha sucedido
- Pensemos en Madrid y usted en la caseta. ¿Qué va a decirle a los jugadores?
- Que pongan el mismo entusiasmo y empeño de toda la temporada. Lo interesante, y lo que me gusta, es la entrega más que el resultado. El día del Barcelona, por poner un ejemplo, quedé conforme a pesar de perder. Espero de ellos en la final el mismo corazón que tantas veces le han echado este año.
- Una final ayuda a triunfar. La reelección está cerca…
- Me he presentado por muchas presiones. Me lo pidió la afición el día del Bilbao y voy a seguir, aunque la temporada que viene será más difícil, mucho más difícil que ésta, porque la afición lógicamente quiere siempre más
- Y la afición de los pañuelos, presidente, los puede sacar de muy distinta manera no más pinten bastos…
- Yo sigo por cariño al club. No he hecho méritos de puerta grande, sino de puerta, de irme antes de que me echen. Con esto me expongo a que me echen, pero, en fin, todo sea por el Betis. Y estoy diciendo esto cuando no tengo quejas de la afición. Una prueba es clara: descendimos y me eligieron por cuatro años. Así llevo el veintitrés por ciento de mi vida dedicado al Betis
- Un veintitrés por ciento de momento…
- Eso nunca se sabe
- Ya que estamos en el futuro. Hablemos del próximo y de los problemas. ¿Cuáles son los más inmediatos, los más acuciantes?
- Los campos para entrenamiento
- ¿Ciudad deportiva?
- Una cosa es campos de entrenamiento y otra ciudad deportiva. Esta no entra dentro de nuestras posibilidades inmediatas. Vendrá con el tiempo, pero ahora no. Y vendrá con el tiempo si ayuda la afición.
Y cambiamos el tercio al sábado. Uno está harto de oír decir que el Betis va de víctima. Incluso, según ha dicho el mismo Iriondo, esto puede favorecer. En lo que uno no está de acuerdo es en que el Betis vaya de víctima también en los despachos. Me explico, y le explico al presidente: a la hora del reparto de entradas para la final, el Betis ha ido de cenicienta. Los vascos se han llevado la tajada del león y el Betis la del ratón. Ellos son leones, pero uno piensa que no era para tanto. El presidente se explica:
– El Bilbao ha tenido una semana más que nosotros y ha hecho sus gestiones. Nosotros no. Por otra parte, después de cuarenta y seis años, nos ha faltado experiencia. Experiencia y también cálculo. A la final va gente que jamás han ido al fútbol, y con esa gente no contábamos. Igual ocurre, todos los años, con el Trofeo Ciudad de Sevilla; se hacen, se hicieron, unos cálculos y los desborda el sentido del espectáculo que adquieren estos partidos. Muchas personas que no van en toda la temporada a ningún partido en ningún campo resulta que se apuntan a la final. Esto es lo que ha pasado.
Y uno le insiste. Había, después del primer reparto de entradas, un resto de dos mil. Uno ha leído que se han repartido mitad por mitad. Uno no comprende este reparto “equitativo” de la Federación. Veo en los ojos de Núñez que tampoco está de acuerdo en ese reparto, pero la elegancia le hace declinar la respuesta.
Lo ha dicho un hombre que el interés por la final ha sorprendido a la misma Federación. Ni ella misma comprende esa avalancha de peticiones de entradas, cuando las finales, muchas veces, se han celebrado a medio campo vacío. En este aspecto de las entradas también se ha visto sorprendida la misma Federación Andaluza. Mientras que la Vizcaína ha recibido muchas entradas, aquí, a la nuestra, han llegado muy pocas.
– Hablemos del resultado y de las posibilidades…
– Creo que estamos al cincuenta por ciento. ¿Ganar? ¿Por qué no vamos a ganar? Tenemos las mismas posibilidades que ellos
– Supongamos que se gana. ¿Algún acto especial o también va a llegar el Betis de novato como con las entradas?
– Deportivos, actos deportivos, no tenemos previsto ninguno. ¿Un partido? Pienso que si lo celebráramos se nos morían los jugadores. Ten en cuenta que ya hemos hablado de la cortedad de la plantilla y la cantidad de partidos jugados. Habrá vacaciones
– La última, presidente: ¿Le asustará a los béticos ese aluvión de boinas en el Vicente Calderón?
– No. Un bético es capaz de animar por cuatro vascos…
Lo ha dicho un hombre que lleva once años escuchando palmas por sevillanas y gritos de aliento; que no ha buscado, ni busca, la puerta grande y sabe que, en cualquier momento, puede cambiarse el pasodoble. Un hombre que, piensa uno, le ha quitado al Betis, y al fútbol, un mucho de improvisación y le ha dado un poquito de organización empresarial. Un poquito de eso y el veintitrés por ciento de su vida a un equipo que hoy se llama Eurobetis…
Fuente: Manuel Fernández de Córdoba en Suroeste 24 de junio de 1977