Entrevista Reyes Aguilar
Reyes Aguilar, sevillana nacida en el Polígono de San Pablo hace 43 años, bética por convencimiento, por sentimiento y por tradición familiar.
Por sus venas corre sangre verdiblanca, heredada de su abuela Reyes, sobrina de Manolín, aquel extremo que perteneció a un Betis glorioso, el que jugó la final de Copa de 1931 y subió a Primera División en 1932.
Ha escrito una obra (“El Manquepierda, una filosofía de vida”) emotiva, natural y sencilla, simplemente dándole voz a muchos béticos de toda condición: directivos y jugadores históricos, pero también gente normal y corriente, personas anónimas que nunca saldrán en los medios de comunicación, y que nos explican de forma sencilla y directa qué es para ellos el Betis, cómo lo viven, cómo lo sienten, como lo sufren, cómo lo quieren…
Y todo ello con una prosa ágil, directa, que te llega al corazón. Porque se nota que cuando Reyes escribe del Betis escribe con el corazón.
He quedado con Reyes a las puertas de la Hemeroteca Municipal, donde estoy buscando información sobre la historia de nuestro club.
Jugamos en terreno conocido, porque Reyes, aunque no nació en este barrio, está vinculado a él y a su calle Gerona desde la cuna, y a mí también me unen muchas cosas con él. Así que nos sentamos en Los Claveles a tomar un cafelito mañanero, lo que se agradece en esta mañana fría y lluviosa. Se nota que Reyes es del barrio, porque no para de saludar a los parroquianos que a esta hora de la mañana aparecen por allí.
– ¿Por qué una obra sobre el Manquepierda? ¿Cómo y cuando surgió la idea?
– El sentimiento bético ha estado en los últimos años muy pisoteado por acontecimientos de todos conocidos. El Manquepierda es nuestra razón de ser y hay que recuperarlo, hay que aplicarlo a la vida propia. El Manquepierda es fidelidad a ti mismo y a tus principios. Así me lo planteé hace cinco ó seis años en mi propia experiencia personal, y así es como surgió la idea.
– De tu libro he recogido unas cuantas citas en relación con el Manquepierda. El propio título de la obra lo defina como una filosofía de vida, Pedro Buenaventura nos habla de él como un sentimiento, y para Miguel Guillén es una forma de vida, una muestra de humildad y de trabajo constante ¿Qué es para ti?
– Una mezcla de todo y una forma de superarte ante las adversidades, una fidelidad a una forma de vida, un deseo de superación y de rebeldía… Muchas cosas que me vienen a la cabeza
– Pero desde el punto de vista profesional Pepe Mel se muestra contrario al Manquepierda…
– Es que desde el punto de vista de los profesionales el Manquepierda no vale. Por eso Pepe Mel se rebela ante esa resignación que es el gran riesgo. El bético, por naturaleza, ha sido poco ambicioso y conformista, y eso parece que se lleva en el ADN. Ese es el gran riesgo, que el Manquepierda suponga conformismo y que no se ambicione una superación continua, que es la base del deporte profesional
– ¿A quién te hubiera gustado entrevistar para tu obra y no has podido hacerlo?
– A muchísimos béticos anónimos, y entre los personajes conocidos, por ejemplo, a Kiko Veneno, Curro Romero ó Felipe González. Pero la extensión de la obra imposibilitaba seguir ampliando la nómina de entrevistados
– ¿Y de los personajes ya desaparecidos de la historia del Betis?
– A Benito Villamarín, Antonio Picchi ó a mi abuelo Rafael, que murió cuando yo tenía un año, y que fue quien le metió el veneno bético a mi madre.
– ¿Manquepierda ó Mucho Betis?
– El Mucho Betis es de una generación más reciente. Yo soy más del ¡ Viva el Betis Manquepierda¡ y del ¡A-la-bin-a-la-ban-a-la-bin-bon-bá¡ que se gritaba antes en Gol Sur y se oía en todo el campo
– En tu obra hay una frase muy bonita que usa Eduardo Juliá: La infancia es la dictadura del recuerdo ¿Cuál es el recuerdo más antiguo y personal que tienes del Betis?
– Uffff, me vienen a la cabeza muchas cosas… La final de Copa del 77 en la televisión en blanco y negro y mi padre dando saltos… Las rifas que hacía en el campo un hombre ya mayor, que apuntaba el número premiado en una cartera de cuero con tiza y lo anunciaba a voz en grito en el descanso… Ir al campo del Betis a llevar la carta de los Reyes al cartero real y creer que los Reyes vivían en el campo del Betis…
– Siguiendo con este apartado de vivencias personales ¿Tu mayor alegría con el Betis?
– En el terreno deportivo podría mencionarte la Copa de 1977 ó la de 2005, pero me voy a quedar con un partido del que tengo un recuerdo muy especial, como fue el 5-1 con que ganamos al Athletic de Bilbao de Javier Clemente que ganó la Liga en 1983. En el terreno institucional me quedo cuando la jueza intervino el club en julio de 2010 y nombró a Rafael Gordillo como cabeza del Beticismo. Eso es algo que pasa de lo puramente simbólico. Significó mucho para mí.
– ¿Y las mayores tristezas?
– Me dolió muchísimo aquella promoción con el Tenerife que en el partido de ida perdimos 4-0, con la actitud más que sospechosa de determinados jugadores. Y en el aspecto institucional aquel partido con el eterno rival en Copa con aquellos tristes incidentes en torno al busto de determinado personaje.
– Es conocida tu afición a la literatura en general, pero en el apartado concreto de la literatura relacionada con el fútbol ¿cuáles son tus autores favoritos?
– Mario Benedetti y Eduardo Galeano
– Un relato futbolístico que te guste especialmente…
– Pues uno con el que prologo la obra sobre el Manquepierda: “El césped” de Mario Benedetti
– Y de la literatura relacionada con el Real Betis Balompié ¿qué nos recomiendas?
– Me atrae mucho la obra de Martínez de León, especialmente lo que hizo con ocasión de las Bodas de Oro en 1958
– ¿Tienes en proyecto algún otro trabajo literario relacionado con el Betis?
– Como te decía antes, estoy bastante interesada en indagar sobre Martínez de León y su relación con el Betis. Es algo que lo béticos deberían conocer. A esa pluma le debemos nuestro grito de identidad, el Manquepierda.
– Cuentas en tu obra que Alfonso Jaramillo te relató que cuando se perdió un partido ante el eterno rival, interrogado por su cuñado, le respondió que entonces era cuando más bético se sentía ¿Cómo vives la relación con el otro equipo de la ciudad y con su afición?
– Lógicamente en una ciudad como Sevilla tengo muchos amigos sevillistas, y nos tratamos con gran deportividad. Cuando se les gana se disfruta mucho y cuando se pierde se sufre mucho, pero hay que estar a las duras y a las maduras, y en eso la afición del Betis siempre ha demostrado su cariño y fidelidad a sus colores.
– ¿Cómo llevas los derbis y la rivalidad?
– A los derbis voy cuando jugamos en casa y no a todos. Cuando no voy ni televisión, ni radio, ni nada, intento permanecer alejada, porque sufro mucho. No soy de las que piensan que el partido entre los partidos es el derbi.
– Una serie ahora de preguntas breves relacionadas con la historia del Betis:
– El mejor Betis de la Historia
– El que ganó la Copa en la temporada 1976-77
– El momento más difícil
– Los años de la Tercera División
– El mejor entrenador
– Aquí te voy a dar dos: Rafael Iriondo y Lorenzo Serra
– El mejor portero
– José Ramón Esnaola
– El mejor defensa
– Roberto Ríos
– El mejor centrocampista
– Alexis Trujillo
– El mejor delantero
– Ricardo Oliveira
– Por último Reyes, ¿contenta con las ventas del libro?
– Muy contenta, incluso próximamente puede haber ya una segunda edición
– ¿Cómo se puede adquirir el libro fuera desde Sevilla?
– Pues a través de la página web de la propia editorial (edicionesalfar.es) o de la librería Beta (libreriasbeta.com)
– Muchas gracias, Reyes por tu deferencia con los lectores de manquepierda.com
Terminamos la entrevista en Los Claveles y seguimos un ratito hablando de lo divino y de lo humano en relación con esta mutua pasión por lo verdiblanco. En la puerta de Santa Catalina, esa espinita clavada en el corazón, nos despedimos. Vuelvo hacia la Hemeroteca, a seguir indagando sobre un tal Manolín y sus compañeros…