Ventura en los campos verdes, de Antonio Burgos
En febrero de 1981 moría Ventura Castelló Hernández. Una persona que destacó por su compromiso político y personal en tiempos muy difíciles. Miembro del Partido Comunista y del Partido Socialista en tiempos de la República, permaneció escondido en Sevilla durante la guerra civil y fue condenado a 13 años de reclusión en 1939.
Miembro del Partido Socialista en la clandestinidad, fue el depositario del sector de este partido que mantuvo viva la tradición del socialismo histórico.
Pero además de todo eso Ventura Castelló fue también un bético histórico, miembro de varias juntas directivas del club en la década de los 60 tras el fallecimiento de Benito Villamarín, así como también fue presidente del Triana Balompié.
El 22 de febrero de 1981, en el partido jugado en el Villamarín contra el FC Barcelona en el que se agotó completamente el taquillaje del estadio, se guardó un impresionante minuto de silencio por dos grandes béticos fallecidos días antes: Ventura Castelló y José María Domenech.
El 17 de febrero el periodista Antonio Burgos en las páginas de ABC rememoraba la figura de Ventura Castelló, su compromiso político y bético.
¿Qué tenían aquellos políticos viejos que dieron el callo en los tiempos malos y después, cuando podían haberse subido al carro, dejaron pasar las vanidades y pompas del mundo y prefirieron seguir en la sombra? ¿Qué tenían Fal Conde, y don Alfonso de Cossío, y don Manuel Giménez Fernández? Es sorprendente ahora que lo consideramos, pero la historia política más reciente de Sevilla, desde todos los bandos, está llena de estos hombres justos y buenos que vivieron conforme a un ideal, estemos de acuerdo con ellos o no, y nunca aspiraron a beneficio alguno de la cosa pública. Hombres justos que llegado el momento supieron echarse a un lado para que pasaran otros, quizá menos valiosos que ellos.
El último quizá de estos políticos de la retranca de la sabiduría y la serenidad fue Ventura Castelló. Si hoy existe el Partido Socialista en España, buena parte se le debe a Ventura Castelló que crio políticamente a muchos de cuantos ahora están en el machito. Ventura, de haber sido de otra forma menos cabal quizá hubiera estado en el Senado, o en la Junta, o en cualquier sitio de fama y fortuna. Pero no renunció a la historicidad de sus convicciones y no pagó tributo en los altares de Bonn. Qué ejemplo el de estas reliquias de nuestro pasado histórico, estos hombres como Ventura, del Partido Socialista Histórico; los del Partido Comunista Obrero Español, que vienen por la línea directa de Pepe Díaz; los de la Democracia Cristiana de don Manuel Giménez Fernández; los tradicionalistas aún fieles a Fal Conde; los viejos republicanos de ARDE; derechas, izquierdas, da igual, lo que importa de ellos es la persistencia en la convicción, el desprecio por el éxito. Veías a Ventura Castelló y era como si estuviera vivo un trozo de la CEDA, o del Partido Radical, o de Acción Española… Otra historia contemplando esta historia…
Lo cual le dio a Ventura Castelló una lucidez y una independencia fuera de lo común. Se puso a escribir un día y le tuve que decir que se anduviera con tiento, que si seguía así, nos mandaba a los albañiles a los recuadreros profesionales… Porque Ventura Castelló se podía permitir el lujo de decir todo lo que sentía y de sentir cuanto decía. Desde su perspectiva entre Largo Caballero y Besteiro, sin olvidar nada de lo que otros han olvidado, podía largar fiesta contra quienes amamantó en política y contra quienes fueron sus adversarios. Porque Ventura Castelló era de los hombres que no tenían enemigos.
Y si los tenía, no era por la política, sino por el Betis. El Betis lo perdía. Y fue senador, que antes me parece que me equivoqué: senador… de la Junta Consultiva del Betis. Una vez, cuando la huelga de albañiles, lo propuse como presidente del Real Betis Oité, un tribunal de ficción laboral que Ventura habría de presidir en Ginebra. Hoy, aquella cuchufleta me dicen que está enmarcada en la secretaría del Betis. El mejor sitio para el recuerdo de Ventura, presidente del PSOE-B, del PSOE del Betis histórico, del PSOE Betis de Tercera División. Ventura sabía lo que era el sentimiento bético de la vida.
A Ventura lo han incinerado. Han llevado sus cenizas a Almonaster, cuando yo creo que las deberían haber esparcido sobre la verde yerba de La Palmera. Porque Ventura, más que por socialista, dejó mandado que lo incineraran por bético. Una vez dijo:
– ¿Qué voy a hacer yo si me toca la lado un sevillista en la otra vida?
No te tocará, Ventura Castelló, ejemplo que fuiste para nosotros. Tu otra vida, Ventura, serán unos verdes campos y tendrás allí de presidente del Betis a Besteiro. Porque más que socialista, Ventura, más que bético, y mira que esto es difícil, Ventura, fuiste un hombre justo. Algunos trataremos de no olvidar tu ejemplo.
Lo conoci y mucho y fue para mi un referente de honestidad, politica, social y humana. Tuvo muchas deferenicas hacia mi persona y es uno de los mejores quew ha dejado el Betis en mi.