11 de junio de 2005: Lo que fue y pudo ser

La afición verdiblanca recibió de manera espectacular al autobús del equipo en el Vicente Calderón. Foto: Betisweb.
Hoy se cumplen 6 años del segundo título copero del Real Betis Balompié en su centenaria historia. Madrid, 11 de junio de 2005, Osasuna y en el Vicente Calderón al igual que la mítica final del 77 frente al Athletic Club. Probablemente la fecha más importante de la contemporaneidad verdiblanca y la que mejor puede mostrar lo que fue y pudo ser este club tras la disputa del encuentro.
La final fue una auténtica lección del beticismo. Miles de béticos se desplazaron a la capital de España a animar y disfrutar con su equipo y otros muchos lo tuvieron que hacer desde la Ciudad del Betis en sus casas o en el Auditorio Rocío Jurado. Colorido, fiesta, confraternización y alegría fueron las notas predominantes en unas calles madrileñas teñidas de verde y blanco. En cuanto a la final en sí, no podemos decir que pasará a la historia por su juego, pero probablemente haya sido una de las más emocionantes de los últimos tiempos. Un gol de Dani en el minuto 114 (segunda parte de la prórroga) daba el título al Betis y desataba la locura verdiblanca. Aficionados corriendo por los vomitorios del Manzanares, lanzamiento de champán, refrescos o lo que fuera en el Auditorio, abrazos entre béticos que no se conocían, lágrimas, miradas al cielo e incluso besos a un desconcertado policía nacional. De Alcalá de Guadaíra a Cádiz, de Miranda del Ebro a Gramanet y de la tanda de penaltis de Bilbao a la gloria en el Calderón el Betis fue fiel a sí mismo y venció tras mucho sufrimiento. Se hacía justicia con una generación de béticos que no habían tenido la oportunidad de ver alzar un trofeo a su equipo.
A pesar de todo ello, las consecuencias a medio plazo de esta gesta no han podido ser más desalentadoras. El Betis perdía una ocasión de oro de profesionalizarse, estructurarse, situarse entre los grandes y acercarse al nivel que le corresponde por masa social e historia. Tras pasear el escudo de las trece barras por la Liga de Campeones y plantar cara (e incluso ganar) a algunos de los equipos más importantes del continente, el equipo estuvo a punto de bajar a Segunda División en la misma temporada. Esto último se consumó en el 2009 tras años de tambaleos y salvaciones sobre la campana en el campeonato liguero. No ha sido hasta esta misma temporada cuando se ha frenado una expiral autodestructiva que hacía temer por el futuro de la entidad. Actuaciones esperpénticas por parte de la directiva y los profesionales, una gestión deportiva y económica bajo sospecha y el maltrato a la afición han sido una constante desde la conquista del título.
Probablemente, con la perspectiva de estos 6 años sea mucho más fácil aventurar qué se podría haber hecho o no, pero lo que está claro es que pasarán años para que una oportunidad así se vuelva a presentar. Se desaprovechó a un equipo campeón, en Champions League y con una afición entregada como siempre. Ya lo dijo el míster que mejor dirigió al Betis en su historia, sin necesidad de una proyección temporal: «El Betis será lo que quiera D. Manuel»… y a esto se ha llegado.