Querido bético…
Tú, que ahora te preguntas cuándo, cómo y por qué nació tu amor por el verdiblanco. Te cuestionas si es necesario tanto sufrimiento, tanta sinrazón y tanta decepción. Tú, que te dices a ti mismo eso de “¿por qué tanta derrota, si no paramos de luchar?”. A ti, bético, hoy te digo...
Posted On 11 Ene 2016