Algo nuevo
Algo nuevo está pasando en la entidad verdiblanca. Juan Carlos Ollero parece ser la figura indicada de transición para conseguir estabilidad, su discurso parece cuanto menos honesto. Utiliza un lenguaje lacónico, pero cargado de significado, apropiado a la situación actual de la entidad.
Por otro lado la llegada de Eduardo Macià, mucho ha tenido que ver en su contratación Juan Carlos Ollero, parece acertada decisión. En las declaraciones de su presentación ha hablado de cosas que por fin parecen de lo más sensato. Aboga por un futbolista tipo, basado en la dimensión humana, sinceramente me parece muy apropiado y significativo su mensaje.
Y es tan simple como que el éxito de las cosas radica en el control de la vida cotidiana. Por eso habla Macià de evolución envés de revolución.
Hablemos un poco del tipo de persona, deportista en nuestro caso, que haría crecer a la entidad, de ese futbolista que Macià parece buscar debajo de las piedras si fuese necesario, para que el éxito deportivo y social del Betis vaya creciendo sosteniblemente.
Existe en las personas un valor intrínseco de los objetivos que buscan y que presupone la adquisición de sus propias ideas y conocimientos. Se trata de asimilar esquemas; el sujeto (el futbolista), debe de enfrentarse activamente a sus propios objetos de conocimientos, ¿para qué?, precisamente para construirse, para crearse, para evolucionar. En palabras de Kelly, psicólogo americano pionero de las teorías del conocimiento y personalidad; “el sujeto dispone de una construcción personal dotada a su vez de una organización jerárquica, peculiarmente construida, que va a determinar el modo con que cada persona se enfrenta de forma diferente a su medio” creo que esto simplifica o no, un poco la idea que Macià tiene de mirar literalmente a los ojos del futbolista para saber si es apropiado para ser parte de su proyecto deportivo.
Son valores intrínsecos de los objetivos de cada persona, un esquema mental que nutren de significado. La información queda registrada semánticamente, es decir: se piensa bien: se actúa correctamente. Se decide en consecuencia cuando las ideas potencialmente significativas son integradas dentro de una estructura cognitiva (una forma de pensar).
A lo largo de su historia, la lista de futbolista del Betis está llena de jugadores con una personalidad pobre en este sentido que Macià reconoce claramente; carentes de implicación y de conocimientos, inmaduros para entendernos mejor. Una persona desenvuelta, un deportista, tiene que tener una condición importante: la intención, que se encuentra estrechamente vinculada con sus motivos. Por eso dice el nuevo director deportivo, cuando habla del futbolista tipo, “convénceme para ser jugador del Betis”.
Un pequeño ejercicio mental: ¿tendría cabida hoy jugadores como Roman kukleta o Sergei Neiman en la idea de plantilla del Betis? (No tengo nada en contra de ellos, y seguramente este perfil de futbolista no existan hoy día, simplemente porque los tiempos cambian y los contextos sociales también, valga el ejemplo, aunque sea extremo).
Algo se está empezando a hacer bien. Que vengan profesionales del tipo de Eduardo Macià, es un gran logro, para poder comenzar a construir una entidad consolidada en todos los sentidos.
