Arzu y el futuro del Betis, José Joaquín Solis
Resulta hasta cierto punto normal tener que contar fallos propios en el transcurso de un partido para razonar las derrotas; es más, probablemente sea más que necesario si no queremos caer nuevamente en los mismos errores.
Lo que ya resulta indignante es que haya que mirarlos justo en los jugadores que más cobran de la plantilla. No es para nada noticia el descanso activo de Emana que ya empieza a ser más un susto para los rivales que algo eficaz, de ahí ue aún juegue, pero lo del caballerete Arzu es para darle una sección aparte.
El misterioso personaje ya dijo que le costaba trabajo ser titular y que aparcaría la polémica hasta final de temporada de cara a su futuro, pero lo que no avisó es que igual iba a mejorar su rendimiento para hacer virtud el pedazo de contrato que cobra, renovado hace no mucho por el señor Ruiz. Lo de ayer ya no es que hable mal de lo que hace, es que lo convierte en un bulto sospechoso con dudosa implicación y no menos recelo de no tener los mismos objetivos que la mayoría de sus compañeros. A Emana se le acusa de pasivo y a éste de sospechoso; dos de los mejores remunerados del plantel.
A Mel preguntarle si no había subido ya defensas de la cantera para tener que confiar en este problema con camiseta de trece barras, y al que lo renovó si ésta era su penúltima orinadita para quedarse agusto antes de su marcha.
Si tenemos que ganar partidos, además del fuego enemigo hay que recelar del amigo. Buen mérito este año ser capaz de subir.
Arzu vete ya, que no es tu futuro lo que nos importa, sino el del Betis mientras estés aquí.
vía Arzu y el futuro del Betis.
