Un bético de la 9ª provincia: El bético está cansado
Nueva desilusión para el bético. Ya no sabemos donde meternos, ni que cara poner, ni a quién criticar, ni a quién pedir responsabilidades. Los béticos estamos tan cansados, que casi caemos en la desidia y eso es lo peor que hay.
El Betis con Merino juega de tú a tú a los rivales. Ningún equipo en los seis partidos disputados con Merino ha sido mejor que el Betis, y por juego y por los errores de los árbitros ha merecido más puntos. Dicho esto, queda palpable que Juan Merino no es el entrenador que necesita el Betis. El de la Línea no es capaz de hacer jugar al equipo. Les hace correr, presionar, competir, pero no jugar al fútbol. En un partido como el de ayer, el que más corrió del equipo fue Dani Ceballos, más de 12 km, y sólo dio 43 pases. Si lo comparamos con Trashorras, su equivalente en el Rayo, también fue el que más corrió, pero dio 99 pases, más del doble que el bético. Conclusión, el Rayo sabe que su fútbol debe pasar por él, le buscan y le pasan, cosa que no ocurre en el Betis. No se juega el balón, más bien quema, y así dependemos de las individualidades de Musonda, Rubén, alguna de Ceballos, y poco más. NO HAY ESTRUCTURA DE JUEGO.
Además, si falla el plan A, no hay plan B. Tienes en el banquillo a un Portillo que te puede ayudar a repartir juego, pero no, en su lugar sacas a un voluntarioso Cejudo, que aporta esfuerzo, pero poco más.
No puede ser que el Betis no tenga una manera de jugar reconocible. No hay patrón de juego definido. Cada uno hace la guerra por su cuenta sin un catalizador de juego. ¿Qué equipo de Primera no tiene ese jugador que engarce la defensa y la delantera? Illarramendi, Busquests, Modric, Beñat, Banega, Dani Garcia, Roque, Gabi, Pablo Hernández, Lacen, Trashorras, Recio o Camacho, Asensio, Halilovic, Bruno, Simao… Como podéis ver, todos los equipos tienen uno o dos jugadores, más atrasados o más avanzados que engarzan juego, no sólo que destruyen como N’Diaye o Petros. El Betis tiene a Ceballos y a Portillo, pero no juegan para ellos, y eso es cosa del entrenador. Lo era de Mel, y lo es de Merino.
Llegados a este punto, no queda más remedio que ganar al Espanyol y al Granada, porque luego el calendario se complica. No hay excusas, hay que ir a todas a por ello. Pero también va siendo hora que la directiva se de cuenta que de una vez por todas hay que apostar por un proyecto deportivo ambicioso y coherente desde el banquillo, e ir engarzando un equipo que pueda conseguir lo que se busca en este deporte: jugar al fútbol.
Que nos nos pidan más desde la entidad animar, apoyar, viajar con el equipo, eso ya lo haremos seguro, lo que tienen que aprender de una vez por todas es a darnos ellos. Queremos un proyecto deportivo serio de un equipo que siempre se ha caracterizado históricamente por jugar muy bien al fútbol, y ahora no juega a nada más qué a que Rubén Castro enganche una. Ahora a muerte con Merino y los jugadores, pero por favor, que no nos vendan milongas, éste no es un proyecto de futuro para el Betis.