Betis, para crecer hay que tener paciencia
Cuarto partido en casa con Víctor Sánchez del Amo, tres de liga y uno de copa, con tres victorias y un empate, que bien pudieron ser cuatro victorias. Cuando venimos del desierto que venimos, es muy fácil dejarse llevar por la euforia, pero ahora más que nunca hay que tener tranquilidad, paciencia e inteligencia.
El mérito del entrenador madrileño es indudable. A un grupo que se dejaban ver por el campo corriendo como pollo sin cabeza, les ha ordenado y les ha devuelto la fe en ellos mismos. Además ha hecho que la afición se reconcilie con el equipo. ¿Os acordáis desde cuando no había esa comunión? Igual el que se acuerda es Poyet, aquel que tenía una úlcera cada vez que jugaba en el Villamarín. ¿Ves como no era tan difícil?
Pues bien, ahora más que nunca es cuando hay que tener la cabeza fría. No hemos ganado nada y además intentarán desde muchos frentes que sigamos sin hacerlo. Los que tenemos en la mano que esto pueda funcionar somos los aficionados. Ahora que vemos que este entrenador sí sabe sacarle partido a la plantilla es cuando debemos hacer piña alrededor del equipo. No hay que sacar pecho, porque aún no tenemos nada, pero si que hay que mantener el ambiente de tranquilidad para que todos aquellos que se han dedicado a desestabilizar diciendo lo malos que eran Pezzella, Petros o Sanabria, o lo mal profesional que era Ceballos o lo pesetero que era Joaquín se mantengan callados mucho tiempo.
El Betis no juega como los ángeles, pero sabe a qué juega, y ese el primer paso indispensable para crecer. El viernes es una buena oportunidad para confirmar la buena racha también fuera de casa, pero pensemos que, a la primera derrota que venga, y puede ser el próximo partido, intentarán hacernos perder el equilibrio actual. El equipo ya ha demostrado que puede ser competitivo, que puede correr como el que más, que puede defender bien, que puede meter goles de estrategia, en resumen, ha demostrado que es un equipo para conseguir en esta temporada lograr el objetivo que es colocarse entre los primeros diez equipos de la Liga. Es por ello que, pase lo que pase, debemos ser inteligentes y pacientes para crecer como equipo. Este domingo el Betis dio el do de pecho ante el Athletic Club, un equipo hecho y derecho, con una buena plantilla, y que casi nos nos creó peligro. Dejemos trabajar al entrenador y no escuchemos las voces desestabilizadoras, el equipo nos necesita para crecer.