Carta de Padres Béticos por la situación de la Cantera

Foto: ABC
Desde www.manquepierda.com, y abogando siempre por la pluralidad de voces, reproducimos íntegramente una denuncia de unos padres anónimos recogida en la página web www.betislibre.com sin entrar ni tan siqueira en valoraciones acerca de lo que ella se argumenta y denuncia.
Sin más, el comunicado íntegro es el siguiente:
Menos mal que Messi o Ronaldo no nacieron en Sevilla siendo béticos.
Cada año, cientos de niños de Sevilla y su provincia se presentan a la cantera del Betis, cuentan con pocos años de edad y es un espectáculo ver la ilusión y los nervios que reflejan sus rostros. Están tocando el cielo con los pies, un cielo en forma de césped. Detrás, padres, madres y familia en general, que lo viven con más intensidad si cabe.
A partir de ser elegidos para la gloria de vestir la equipación verdiblanca, es difícil de describir lo que vivimos en cada familia, simplemente no hay palabras.
Desde ese momento toda la familia se compromete en dejarlo todo de lado. Lo primero es llevar al niño a los entrenamientos, los partidos de los fines de semana, los desplazamientos, compras de equipación y botas, turnos en la casa. Todo puede fallar menos ‘el peque’ al entrenamiento y a los partidos.
Si todo va bien, van pasando los años y las distintas categorías. Unos vienen y otros van, cada año las mismas pruebas, los mismos nervios de pretemporada, los chavales que llegan y los que nunca volverán.
Benjamines, alevines dos años, infantil otros dos, cadetes otros dos, juvenil tres más y habremos logrado la meta en ese dueño colectivo en la que participan cientos y cientos de familias sevillanas cada temporada.
Ésta es la auténtica cantera bética, esa que obedece ciegamente las órdenes de un entrenador y una institución, sin cuestionarlas, asumiéndolas desde el primer instante cada día sin nada a cambio. ¿Que nos dicen a las cinco? Pues a las cinco ¿Que tres días? ¿Que cuatro? ¿Que pongáis el coche para el desplazamiento? Lo que haga falta, siempre lo que haga falta.
Ahí están dando la cara, poniendo el dinero, sus coches y sus vidas, ayudando unos padres a otros y todos con una sonrisa.
Es increíble la solidaridad que surge entorno a estos niños. Las madres son madres de todos y los padres lo son por igual. No se escatima ni tiempo, ni dinero, ni recursos, ni distancias. En fin, pura poesía verdiblanca.
Pero llega un día, llega una categoría en que entra en acción LA RESIDENCIA, palabra maldita entre los canteranos béticos. Sí, maldita y odiada con razón.
Llega un día en que esos niños que golean y lo ganan todo empiezan a quedarse en el banquillo. ¡Claro, los de la residencia tienen que jugar! Así de claro, así de simple.
La injusticia contra nuestros hijos se nos clava como puñales, pero ahí estamos y seguimos animando, sujetando, buscando explicaciones vanas para una injusticia.
Ellos vienen y le cuesta una fortuna al Betis. Cada año de cada niño que llega vale unos pocos de miles de euros a este club en situación económica tan crítica. ¿Alguien sabe exactamente cuánto?
Y cada vez la bola va creciendo más y más, y llegan más chavales y los nuestros ya sobran. No porque sean peores, es que le salen gratis al Betis, es que por sus colores aguantan lo que sea. Y nada, a guardar banquillo y a intentar no desesperarse.
Si piden la carta de libertad lo que queda fuera son equipos sin el rigor y la disciplina necesaria para seguir formándose. Muchos chavales pierden la paciencia ante esta injusticia y se van a otros equipos de nuestros barrios y pueblos. Ahí terminan sus historias. Ahí muere su ilusión, entre entrenamientos de media hora, dos o tres días a la semana, sin ningún rigor técnico.
El que cae en ese pozo ya no sale jamás. Se pierde la forma y el tiempo sin progresar nada. Ninguno de los que salen vuelven, a diferencia del otro club de la ciudad, que mantiene relaciones y cede jugadores a los que continúa siguiendo en otros equipos sevillanos y continúa formándolos.
Cualquier seguidor de la cantera bética podría contar mil historias de auténticos genios perdidos por el camino. Eso sí, también la de chavales que de verdad valen, que vienen de fuera y en cuanto pueden, regresan a los clubes de sus ciudades. ¿O alguien duda que el que es de Málaga quiere jugar en el Málaga, el de Huelva en su Recre? Y así…
Hay dos clases de futbolistas: los que sienten la camiseta y los mercenarios. También hay dos clases de canteranos: los que sueñan con quedarse y los que, para que se queden, el Betis tendrá que pagar como si los hubiera fichado de otro club. Porque no les importaría lo más mínimo irse, aprovechan la oportunidad de formarse gratis y en cuanto pueden se van sin más. Los que valen, claro (los menos).
Mientras, el Betis sufre una crisis económica, LA RESIDENCIA va viento en popa, llena de chavales que muchos causan hasta risa entre los aficionados. Entrenadores apocados que ante la interpelación de cualquier padre por la injusticia de que sus hijos no jueguen se escudan en que son órdenes de arriba, representantes moviendo hilos, jefes de la cantera que siguen trayendo y manteniendo chavales sin ninguna justificación.
Algunos no juegan ni con órdenes expresas y pasan más en el banquillo que en el campo.
El proceso se repite. Vienen y una vez que llegan no hay quien tenga valor de cuestionarlos, por malos o malísimos que sean. Reina el imperio del miedo.
Nadie quiere morder la mano que les da de comer. Quienes les traen son los mismos que ponen y quitan a dedo a los entrenadores de la cantera. Así que si no juegan están poniendo en cuestión el buen hacer de sus jefes. Llenando la residencia de chavales que, sin ser un genio, se sabe que no llegarán a ninguna parte, y para que no se note siempre serán titulares y cuantos más años estén en LA RESIDENCIA más titulares serán, para disimular la mentira de una falsa proyección y la verdad de una plaza más en LA RESIDENCIA.
En fin, nos preguntamos muchas veces qué negocio no tendrán con LA RESIDENCIA y es que hay veces que parece algo raro o es que no se entiende. Algún periodista podría investigar un poco estos ‘tejemanejes’, como se dice por aquí.
En resumen, la tercera provincia de España no tiene jugadores nacidos en ella en casi ninguna categoría de la selección y tampoco el Betis lo tiene en su equipo desde hace demasiados años. ¿Casualidad o negocio?
Padres béticos

Yo como director de Manquepierda.com y siempre desde el punto de vista del dialógo me gustaría saber la identidad de esos padres, y el número de padres que son.
Por lo que conozco de la cantera, y tenemos a grandes entendidos de la materia en manquepierda.com habría muchas cosas y situaciones inexactas, y que dan la impresión de estar sacadas de una situación más de rabía que con explicaciones racionales.
Quisiera saber cuanto de meditado tienen estas afirmaciones, y cuanto de subjetividad tiene. Así que hago un llamamiento a los padres firmantes a si quieren envien un mail a seluvega@manquepierda.com y podamos dialogar del asunto.
Saludos a todos los trabajadores y a los padres que se dejan la piel con medios paupérrimos para que sus hijos y sus jugadores puedan llegar algún día a ser futbolistas.
Estoy de acuerdo en gran parte de lo indicado por esos padres. Yo también soy padre de un chaval de la cantera. También digo que para los padres (que somos los que mantenemos la cantera, no se olvide), no hay ni el más mínimo detalle, y para los niños tampoco. Se les ha obligado este año a devolver camisetas, después de haber ganado campeonatos de Andalucía sólo se les ha invitado al bocadillo. Es necesaria una visera en la grada del campo de césped artificial, es necesario que repartan carnets entre los padres para ver el primer equipo, es necesario un mayor trato de los entrenadores con los padres, es necesario…. un sinfín de cosas más. Pese a todo, Viva el Betis