Conoce a N’Diaye, altura y fuerza para la medular
Tercer fichaje en este mercado invernal para el Real Betis Balompié. Llegó ayer, pasó reconocimiento médico y hoy se ha hecho oficial Alfred N’Diaye (6 de marzo de 1990, París, Francia). El futbolista, que a pesar de su lugar de nacimiento tiene nacionalidad senegalesa, ha rescindido con el Eskisehirspor, equipo en el que estaba cedido por el Sunderland.
Con esta incorporación, el equipo pretende solventar varias carencias de la plantilla, con un mediocentro de altura, recorrido, fuerte físicamente que ayude en el mejorable rendimiento defensivo que viene teniendo el equipo. Llega tras terminar su cesión en Turquía aludiendo temas personales, lo que le ha permitido fichar por el Betis y llegar a la liga española.
Alfred N’Diaye comenzó su carrera cuando con tan solo 18 años se convirtió en un pilar importante en el Nancy francés. Tras varias temporadas jugando en la primera división francesa con el Nancy, el Bursaspor turco desembolsó casi tres millones de euros para hacerse con sus servicios.
En Turquía fue un fijo con su equipo y gozó de continuidad, destapándose como un buen mediocentro e incluso aportando tres goles a su equipo. Su segundo año en Turquía, donde siguió rindiendo bien, le valió para fichar en el mercado invernal por el Sunderland, dando el salto a la Premier League. Esta temporada, sin embargo, Gustavo Poyet decidió colocar por delante del parisino a hombres como Cattermole, Colback, Sung Yong Ki o Sebastian Larsson, lo que hizo que el jugador volviese cedido a la liga que lo vio crecer, concretamente al Eskisehirspor. En su vuelta a Turquía, lo ha jugado todo y ha marcado tres goles, por lo que llega a Sevilla en forma y con ganas de aportar.
Así juega Alfred N’Diaye
Este nuevo mediocentro que llega para aportar solidez a la hora de recuperar el balón, no responde al clásico mediocentro alto, fuerte y torpón con el balón en los pies. N’Diaye es un futbolista de envergadura (1.88m), que aportará en el juego aéreo, que tapa huecos y que es recuperador pero a su vez, siempre quiere el balón y no desentona a la hora de jugarla.
Se trata de un jugador con un despliegue envidiable. Muchos kilómetros por partido, tanto para tapar huecos como para ayudar a sus compañeros en la salida del balón. No queremos decir con ello que pueda actuar como organizador, pero si que no es un mediocentro defensivo a la antigua usanza, de los que recuperan y la sueltan sencilla al jugador más cercano. Al senegalés le gusta tratar el balón, conducir a veces y sumarse al ataque en una combinación colectiva e incluso alcanzar zonas de finalización. Es un jugador de mucho esfuerzo, de mucho despliegue, y eso el equipo lo va a agradecer, tanto en defensa como en ataque.
A pesar de todo esto que os contamos, no se trata de un futbolista especialmente habilidoso. Quizás las referencias más cercanas en el Real Betis con jugadores de raza negra de envergadura y potencia nos hagan pensar en Nosa Igiebor o Emana. Hay que decir, que aunque estos ya son diferentes, N’Diaye es sencillamente otro tipo de futbolista. Su juego es mucho más sencillo, aporta en el juego aéreo, presiona con mucha fuerza, va al choque y recupera. No se complica la vida, lo hace sencillo y juega con el compañero. Es uno de esos engranajes que a veces no notas en el equipo pero hacen que este funcione bien.
En definitiva, el Real Betis obtiene con la llegada del parisino un perfil de futbolista que no tenía. Un jugador fuerte, capaz de ganar los balones divididos en el centro del campo, tanto por alto como por bajo. Un jugador inteligente tácticamente capaz de recuperar y montar el ataque con sus compañeros. Un futbolista que aportará mucho, o a priori debería ser así. Un verdadero refuerzo que debería hacer subir al equipo un escalón en esa parcela.

Noticia por Jorge M. González
Apasionado del fútbol internacional y Social Media Manager. Me gusta seguir ligas extranjeras y a las jóvenes promesas de todo el mundo. Sígueme en twitter para compartir afición: @jorgegonex