Dejen de avergonzar al beticismo
Cuando parece que no se puede hacer peor, que no se puede avergonzar más a la parroquia bética, los «profesionales» del fútbol consiguen el más difícil todavía. El encuentro frente a Las Palmas es de las estampas más vergonzosas que recuerdo, parecía el típico partido amañado que un equipo hacía todo lo posible para perder, y ese equipo fue el Betis. Que Setién estaba perdiendo la confianza de los jugadores a pasos agigantados era un secreto a voces, pero ni en la peor de las pesadillas podías imaginarte que, ante uno de los peores equipos de la temporada y a solo tres puntos del sexto puesto, los jugadores iban a jugar un partido como si jugaran una pachanga de solteros contra casados, a una intensidad cero. No hay ni habrá pruebas, pero tuvo el tufillo que un grupo de jugadores se conjuraron para hacerle la cama a Setién para forzar su cese.
No voy a defender a Setién, ya no tiene la confianza necesaria para sacar adelante el proyecto, pero lo que está claro es que lo mejor que podría hacer es dejar de defender a determinados jugadores, dejar de echarle la culpa al entorno, y hablar claro. Setién se ha empeñado en hacer rotaciones con jugadores que no valen (Nahuel, Narváez, Rafa Navarro, Tosca) y en sentar a jugadores en determinados partidos que estaban en buen momento (Sanabria, Guardado, Javi García), pero lo que está claro es que los jugadores al principio de temporada supieron interpretar bien el sistema, con lo que han demostrado que si quieren, pueden. Lo de ahora no tiene ningún sentido, tiene que haber algo más detrás de porqué antes sí, y ahora no.
El bochorno es de dimensiones gigantescas y trasciende a una decisión de sistema, entrenador o jugadores. La cúpula tiene que dar la cara y sacar agua clara de todo este lodazal que inunda una vez más el vestuario bético. Esto solo lo puede arreglar una persona, Serra Ferrer, y es el único que puede llevar a un consenso dentro de la afición. Todo lo que sea perder tiempo para actuar, para dar la cara, le quitará autoridad al mismísimo Don Lorenzo, y quemará a la única persona que se le ve con respeto.
En el aspecto puramente futbolístico, si es que eso existe, salvando las ganas sin acierto de Joaquín y Tello, poco más a reseñar de un equipo nada reconocible. Lamentable la baja forma de jugadores como Durmisi, Amat, Camarasa, Guardado y Sergio León. Si al menos caracterizaba algo al equipo era que creaba oportunidades y tenía una buena efectividad, pero primero perdió la efectividad, y ahora hasta ha perdido la capacidad de crear oportunidades.
Lo real es que un equipo que ilusionó hasta finales de octubre, ahora parece un cadáver viviente, que nadie confía en Setién, y que los jugadores parecen sumidos en una amnesia futbolística, incluso en jugadores como Guardado o Javi García. Si a eso añadimos las lesiones de Sanabria y Campbell, tenemos un panorama sombrío. Volvemos a estar en un mes de diciembre con un equipo que no ilusiona y perdido en la tabla media. Ante la posibilidad de una nueva temporada mediocre, Haro y Serra Ferrer tienen que dar la cara, el beticismo exige respuestas y medidas, ya no se puede aguantar más con tanta vergüenza.