Dorronsoro y Chota, únicos del UD Melilla presentes en todas las visitas del Betis B
Dos jugadores de la UD Melilla han estado presentes en los cinco cara a cara entre los norteafricanos y el Betis B. Se trata de su portero, Dorronsoro, y el que ha venido desempeñando las funciones de hombre-gol en las últimas campañas: Chota. Los dos han jugado como titulares contra el Betis B en tierras melillenses, teniendo actuaciones claves para conseguir que el filial verdiblanco se marchara de vacío.
Dorronsoro se ha erigido, a lo largo de este lustro, en uno de los peores guardametas a los que se puede medir el Betis B a domicilio. En cinco partidos, sólo dos jugadores del filial verdiblanco han sido capaces de superar al de Torrelavega. Fueron Carlos Valverde (temporada 2007-2008) y Bernal (temporada 2010-2011) En el resto de partidos, Dorronsoro ha conseguido mantener su portería a cero.
Ni Diego Segura, ni Rubén Cruz, ni Israel, ni David Agudo o Ryan Harper consiguieron batir al cancerbero cántabro. Un jugador que se ha hecho indiscutible bajo los palos del Melilla (con el que disputará su sexta temporada en Segunda División B) y que mezcla actuaciones memorables con otras para olvidar. Sin ir más lejos, cuando le ha tocado visitar al Betis B defendiendo los colores del Melilla, no le ha ido tan bien. En cinco visitas al Betis B, el cántabro encajó doce goles. Su único “cero” visitando al filial bético fue en la temporada 2010-2011.
El otro incombustible del Melilla es Chota. Un delantero veterano, que a pesar de sus limitaciones siempre cumple y que, como los vinos, ha mejorado con la edad. Titular en las cinco visitas del Betis B al Álvarez Claro, ha marcado en las dos últimas. Tres goles en cinco partidos son los números de Chota en las visitas del Betis B.
Su papel en la victoria del UD Melilla en la temporada 2010-2011 fue clave. Con 1-1 en el marcador, el veterano delantero batiría por dos veces a Razak, para culminar la remontada de su equipo. El primero de ellos llegó en el minuto cuarenta y uno, dos minutos más tarde de que el Melilla lograra la igualada. Un tanto psicológico, por conseguirse antes del descanso y tan próximo al del empate. Ya en la segunda mitad, a siete minutos para la conclusión, volvería a marcar.
La temporada pasada, el papel de Chota no resultó tan determinante. Marcó un gol, el que cerró la cuenta de la goleada del Melilla al filial de Risto Vidakovic: 4-0. Batió a Ayala en el minuto veintinueve de juego.
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