El colegiado Raúl Chavet García será el árbitro que dirigirá el próximo sábado, dos de Octubre, a partir de las 20:30 horas, en Carranza, al Cádiz y el Betis B en la séptima jornada de liga. Chavet García, pertenece al colegio malagueño y tras estar la temporada pasada en Tercera división, ha pegado el salto a la categoría de bronce del fútbol español.
Este trencilla fue noticia hace unos años tras el partido que enfrentó al CP Granada 74 y el Loja CD en el marco de la trigésimo segunda jornada de competición del grupo noveno de Tercera División. Al finalizar el partido tuvo un enfrentamiento en la cantina con el preparador físico Miguel Ángel Ortega, y el jefe de la instalación, Iván Fernández.
El colegiado denunció a estos dos últimos por sentir amenazada su integridad, aunque los aludidos en el conflicto dicen que fue al revés, «que el árbitro se puso chulo».
Chavet García, en un anexo al acta, reflejó así lo sucedido tras el 1-2 final. «Cuando me disponía a abandonar la instalación pude observar que mi coche presentaba arañazos en el lateral izquierdo, por lo que ante la ausencia del delegado de campo, mi asistente fue al bar para ver si podía localizarlo allí. No estaba. Y Miguel Ángel Ortega se negó a llamarlo y a facilitarnos el teléfono para que pudiéramos hacerlo nosotros. Únicamente nos dio el de la sede del club, donde no contestaba nadie. Y tras insistirle nuevamente, se dirigió a nosotros diciendo. ‘¡Como no os calléis os vamos a echar de aquí como perros!’, teniendo que ser sujetado por uno de los presentes. Ante tal reacción llamé a la Guardia Civil, ya que me percaté además que se estaban sirviendo bebidas alcohólicas. Segundos más tarde llegaron las Fuerzas del Orden Público».
Miguel Ángel Ortega, que también presentó una denuncia, matiza lo ocurrido. «No le di al árbitro el número que me pedía porque no tenía encima el móvil y no me lo sabía de memoria. Y entonces se exaltó y me dijo que ya se iba a encargar él de que me sancionaran para toda la temporada». A todo esto, Fernández añade que «cuando ocurrió todo esto, yo me estaba bebiendo una coca cola. Y al acusarme de que era alcohol, se la dí a probar para que comprobara su error. Pero entonces Chavet me dijo que apartara la copa o me daba una patada. Fue increíble».
