El Betis B no termina de arrancar (2-1)
El Betis B perdió en su visita al San Fernando (2-1), en un partido donde la expulsión de Fausto Tienza marcó un antes y un después en el partido. Dejar al primer filial con 10 sobre el césped permitió a los locales remontar en la recta final del partido.
No pudo comenzar mejor la cosa. Apenas habían trascurrido cinco minutos cuando uno de los recién llegados, el ariete Ariday Cabrera, batía al meta rival para acercar un poco más el sueño de la permanencia el Segunda División B. Sin embargo, a partir de ahí se torció todo.
Otro de los recién llegados, Fausto Tienza, protagonizó un debut amargo al ser expulsado por el colegiado debido a un inconveniente penalti. Aunque las cosas habían empezado de maravilla parecían torcerse enseguida.
A pesar de quedar en inferioridad, el Betis B aguantó estoicamente. Sin pasar por alto la espléndida parada de Ayala en el penalti que pudo haber supuesto el 1-1, los verdiblancos fueron acusando minuto a minuto el golpe que implicó quedarse con 10.
El San Fernando apretó conforme el cronómetro se acercaba al final y entre eso y la falta de un segundo tanto bético que matara el partido hizo fracasar otro dulce éxito. Y es que hubo que esperar hasta el tramo final para ver cómo los locales le daban la vuelta al marcador.
Primero llegaría el empate, de las botas de Germán a poco más de un cuarto de hora para el final y fue la evidencia de que la inferioridad numérica hizo mucho daño. Tanto fue así que diez minutos después del primer mazazo llegó lo más doloroso, el segundo del San Fernando.
Sin margen para responder, los de Óscar Cano vieron cómo Pedro Carrión mató las opciones de sumar tres valiosos puntos en pos de la permanencia. Una meta que pasa de los 8 puntos de margen a los 9. Tres victorias son necesarias para asomar la cabeza por el pozo.
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Noticia por Miguel Rolle
Periodista Manque la crisis. En busca de la piedra filosofal que me muestre cómo vivir de mi sueño. Hasta entonces, trabajo y esfuerzo son mis lemas, que ya habrá tiempo para dormir cuando el tiempo se acabe.