El espíritu de Rocky, por Quercus Verdiblanco
Suelo ser una persona paciente, entusiasta y realista. El Betis ayer consiguió hacerme perder esa tranquilidad que me caracteriza, me hizo perder esa pasión con la que suelo ver los partidos y me ha hecho ser más realista que nunca en este artículo.
El Betis no juega a nada, no tiene cerebro y si lo tiene está off, no tiene músculo aun teniendo a Nosa Igiebor. Pero señores, este chico ahora mismo está para patrocinar a la conocida marca de neumáticos Pirelli, ya que cumple a la perfección uno de sus eslóganes más conocidos : “La potencia sin control no sirve de nada”.
Jorge Molina parecía Tom Hanks en la película Naufrago. Y Cedrick, al que tanto he ensalzado en mis anteriores artículos, parecía una Vespa gripada. Sin Rubén Castro no vamos a ninguna parte y es una lástima que todo un equipo pierda la esencia que le caracteriza por faltarle uno de sus componentes.
Sinceramente he visto partidos de futbol siete alevín muchísimo más emocionantes y más intensos que todo lo que llevo visto de temporada a nuestro equipo. Lo del Jablonek checo fue un espejismo, no se equivoquen.
Algunos pensarán que me he pasado pero no soy de aquellos a los que le gusta echar arena sobre su propio tejado, que nadie se equivoque. Pero la realidad no puede cambiarla nadie, solo el entrenador y los jugadores, por eso quería hacer referencia a algo que me sucedió este jueves en el Benito Villamarín; Escuché la melodía de la película `Rocky´.
Ese es el espíritu que debe tener el equipo en estos momentos, recordé una de las escenas que viene reflejada en este video y que quiero que todos vean.
http://www.youtube.com/watch?v=sjKCs–7AIk
Porque ese es el Betis que necesitamos, un Betis capaz de afrontar las críticas con firmeza, un Betis entregado a la causa, que no se venga abajo, un Betis maduro, con motivación y con espíritu de superación. Menos baños y masajitos y más garra y fuerza, que el grupo es joven, el fútbol es 11 contra 11 y solo hay un objetivo, marcar más goles que el rival.
Además, esta plantilla cuenta con un arma especial, se llama beticismo y sinceramente espero que el Villamarin parezca el MGM Grand Garden Arena de las Vegas durante toda la temporada. Este es nuestro ‘ring’ y en casa tenemos que ganar todos los combates. Así que pongamos toda nuestra fuerza e ilusión y que el primer golpe de cada partido lo demos nosotros desde la grada.
Salud y mucho Betis.