El espíritu de Rocky, por Quercus Verdiblanco

Rocky Balboa

Suelo ser una persona paciente, entusiasta y realista. El Betis ayer  consiguió hacerme perder esa tranquilidad que me caracteriza, me hizo perder esa pasión con la que suelo ver los partidos y me ha hecho ser más realista que nunca en este artículo.

El Betis no juega a nada, no tiene cerebro y si lo tiene está off, no tiene músculo aun teniendo a Nosa Igiebor. Pero señores, este chico ahora mismo está para patrocinar a la conocida marca de neumáticos Pirelli, ya que cumple a la perfección uno de sus eslóganes más conocidos : “La potencia sin control no sirve de nada”.

Jorge Molina parecía Tom Hanks en la película Naufrago.  Y Cedrick, al que tanto he ensalzado en mis anteriores artículos, parecía una Vespa gripada. Sin Rubén Castro no vamos a ninguna parte y es una lástima que todo un equipo pierda la esencia que le caracteriza por faltarle uno de sus componentes.

Sinceramente he visto partidos de futbol siete alevín muchísimo más emocionantes y más intensos que todo lo que llevo visto de temporada a nuestro equipo. Lo del Jablonek checo fue un espejismo, no se equivoquen.

Algunos pensarán que me he pasado pero no soy de aquellos a los que le gusta echar arena sobre su propio tejado, que nadie se equivoque. Pero la realidad no puede cambiarla nadie, solo  el entrenador y los jugadores, por eso quería hacer referencia a algo que me sucedió este jueves en el Benito Villamarín;  Escuché la melodía de la película `Rocky´.

Ese es el espíritu que debe tener el equipo en estos momentos, recordé una de las escenas que viene  reflejada en este video y que quiero que todos vean.

Porque ese es el Betis que necesitamos, un Betis capaz de afrontar las críticas con firmeza, un Betis entregado a la  causa, que no se venga abajo, un Betis maduro, con motivación y con espíritu de superación. Menos baños y masajitos y más garra y fuerza, que el grupo es joven, el fútbol es 11 contra 11 y solo hay un objetivo, marcar más goles que el rival.

Además, esta plantilla cuenta con un arma especial, se llama beticismo y sinceramente espero que el Villamarin parezca el MGM Grand Garden Arena de las Vegas durante toda la temporada. Este es nuestro ‘ring’ y en casa tenemos que ganar todos los combates. Así que pongamos toda nuestra fuerza e ilusión y que el primer golpe de cada partido lo demos nosotros desde la grada.

Salud y mucho Betis.

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