El futuro no puede ser tabú, José Antonio Espina

Hablar o no del futuro, por ahí anda el debate de estos días vacíos de emociones, resaca de la victoria que más cerca ha puesto al Betis de Primera División. Me parece bien que Mel y su equipo, Stosic y su gente, Bosch y Gordillo pretendan blindar el vestuario para regatear euforias, confianzas o cualquier otro tipo de despiste. Pero es imposible evitar que el tsunami de alegría que vive la afición contagie a la Prensa. Y no hay por qué evitarlo, por otro lado.

Los informadores nos encontramos a medio camino entre el césped y la grada, ahí reside nuestro deber. Nuestro trabajo, también, porque al fin y al cabo vivimos de vender periódicos, tiene mucho de crear expectativas, vincular lo que ocurre con lo que ocurrirá. Y aquí es donde se cierra el círculo: nosotros sí tenemos derecho, casi obligación de predecir ese ‘futuro’, de decirle a la gente que el Betis tiene recorrido un buen camino hacia la máxima categoría, de intentar adivinar qué ocurrirá cuando se consiga ese gran objetivo. Por mucho que lo intenten, no podrán convertir la palabra «Primera» en tabú.