El Granada saca tajada de un Betis irreconocible (1-2)
Está claro que los viernes no son para el Betis. Los de Pepe Mel cayeron derrotados en el Benito Villamarín ante un Granada (1-2) que supo aprovechar al máximo sus ínfimas oportunidades en un partido que no pasará a la historia de la Liga. Imprecisiones, parsimonia y poca lucidez describen la imagen de un Betis desconocido.
Ya lo dice el refrán, quien avisa no es traidor, y Pepe Mel, el que menos: “venimos de que nos den mucha azúcar en toda España y es muy peligroso este encuentro”. No le faltaba razón y sólo hicieron falta siete minutos para confirmarlo.
Fue en un balón rechazado por el guardameta sevillano, que apareció como por arte de magia en los pies de Torje. El rumano no perdonó y Murphy, el de la ley, tan contento campando a sus anchas por el Benito Villamarín. Ni diez minutos y todo cuesta arriba.
Y no nos equivocamos al decir todo, porque el juego no era el de siempre. El Betis quería pero no podía. Andaba espeso y lucía una evidente falta de conexión entre líneas que desquiciaba a Mel: “abrid el campo y apretad arriba” pedía en la banda. Faltaba chispa, lucidez.
La charla del descanso no cambió las cosas. Tras un primer arreón voluntarioso, el Betis volvió a desdibujarse. Mel metió a Jonathan Pereira buscando lo que pedía a los suyos y éstos no le daban: verticalidad.
Sin embargo, el hándicap verdiblanco es sin duda Beñat y a partir de él, el equipo vio la luz ante tanta sombra: avisó a balón parado con un centro suyo que remató Perquis, rechazó con una genialidad Toño y disparó al palo Jorge Molina. No hubo más advertencias.
El Betis se envalentonó, dio con la tecla que Mel pedía desesperadamente y llegó el gol de Rubén Castro. Un centro botado de Álex Martínez que el ‘Tiburón Canario’ remata de tijera espléndida para devolver las tablas al marcador y romper el partido.
Ahora embestía el Betis y esperaba a la contra el Granada. Podía pasar cualquier cosa, incluso lo que ocurrió, lo menos esperado. Un centro, a priori inofensivo, acabó en las botas de un Mikel Rico que, disfrazado del Hombre de Hielo, limpió las telarañas de la escuadra. Mazazo.
El golpe psicológico hundió al Betis. Los de Pepe Mel volvieron a esa tez grisácea de la primera parte y aunque se esperaba un ‘Beñatazo’ que igualara la contienda, nunca llegó. Un tropiezo que, a falta de un ‘por qué’ mejor, habrá que achacarlo al dichoso viernes.
Ficha Técnica:
Real Betis: Adrián; Nelson (Ángel, min. 87), Perquis, Paulao, Álex Martínez; Cañas, Beñat, Rubén Castro; Salva Sevilla (Jonathan Pereira, min. 48), Juan Carlos (Nosa, min. 82) y Molina.
Granada CF: Toño; Nyom, Diakhaté, Borja Gómez, Brian Angulo; Iriney, Mikel Rico, Torje Orellana, min.69), Benítez; Brahimi (Ortíz, min. 76); y El-Arabi (Floro Flores, min.88).
Goles: 0-1, Torje (min. 7); 1-1, Rubén Castro (min. 62); 1-2, Mikel Rico (min. 74).
Árbitro: Delgado Ferreiro (colegio vasco). Mostró tarjeta amarilla a Borja Gómez, Brayan Angulo, Diakhaté, Paulao, Juanma Ortiz y Dani Benítez.
Incidencias: Estadio Benito Villamarín. Aproximadamente 34.500 espectadores.
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Noticia por Miguel Rolle
Periodista Manque la crisis. En busca de la piedra filosofal que me muestre cómo vivir de mi sueño. Hasta entonces, trabajo y esfuerzo son mis lemas, que ya habrá tiempo para dormir cuando el tiempo se acabe.