El regusto amargo de una gran victoria

Otra de las reflexiones que me gustaría compartir con los lectores es aquella surgida tras la victoria de nuestro amado equipo ante el “petro-Málaga”,  una victoria consumada con un 3-0 de forma contundente pero que realmente me dejó un regusto final algo amargo y digo algo porque un resultado como ese nunca debe de serlo pero que si llega haber sido un par de ellos más hubiera estado mejor.

Me dejó un final amargo porque vi como después de un primer tiempo espectacular, el Betis sesteó mucho en la segunda parte, se recreó y quiso rizar el rizo, además cuando el rival se quedó en inferioridad numérica, el Betis no aspiró a más y dejó que pasaran los minutos.

A mí me gustaría ver a mi equipo con la ambición suficiente para crecer y destacar, no me estoy quejando por el resultado final ni mucho menos, pero si de ver la oportunidad perdida de asestar un duro castigo a un rival directo.

Y como en más de una vez he dicho, el Betis peca de “buena gente” porque no hacemos lo mismo que otros equipos nos harían en la situación contraria, ¿o alguien cree que si el Betis se pone perdiendo por ese margen de goles no nos irían a machacar metiéndonos uno tras otro?

Pienso que nuestro equipo tenía que haber ido sin duda a golear al Málaga, un rival noqueado y sorprendido, un rival directo por competiciones europeas (aunque  por motivos burocráticos probablemente no la juegue), haber ido a ganar el golaveraje particular, un aspecto que  en nuestro club no se le da la importancia y no se aprende de lo sucedido en un pasado más que reciente, recuerdo rápidamente como descendimos a segunda por diferencia de un gol con el Getafe, incluso como no ascendimos por la misma circunstancia con el Hércules y Levante al año siguiente y aprovecharnos de las consecuencias positivas que podría generar una gran goleada y provocarlas negativas en un rival directo.

Aclaro de nuevo que vi un gran partido y salí muy contento, pero siempre pensaré que si se puede hacer un gol más, mejor.  No hay que tener tanta piedad con los rivales porque ellos no la tendrán con nosotros, así como debemos aprender de errores del pasado.

En resumen, mi sensación amarga es que el Betis pudo pero no quiso.

Álvaro P.

Noticia por Alvaro Rey

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