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Estampas Verdiblancas: Hoy, Edú
Edú llegaría al Real Betis en calidad de cedido en la 2004-05. Para Colecciones Este, Último Fichaje Nº 44. Imagen: Betisweb.com
Ahora que la permanencia se pone a tiro de piedra, mi memoria me lleva a aquel 17 de junio de 2007. Un día tremendamente especial para la afición del Real Betis y para un futbolista, que se convirtió tras aquel temporadón ratificado en El Sardinero, en uno de los ídolos de la historia del club verdiblanco. Hablo, efectivamente, de Edú.
Después de una buena campaña, el Betis ató en corto a Edú para la 2005-06
Luis Eduardo Schmidt (1979, Sao Paulo, Brasil), llegó a Heliópolis en el verano de 2004, en calidad de cedido, para dejar una imborrable demostración de lucha, entrega y profesionalidad a su nueva afición. ‘El Príncipe’ que conmovió al Benito Villamarín.
De la de antes, la del Celta de Vigo, se despidió con el amargo pesar de no poder salvar a los gallegos de bajar a Segunda División. Aunque eso sí, fue crucial para llevarle hasta el cuarto puesto en Liga en la 2002-03. La mejor clasificación de la historia de los celestes.
En Heliópolis coincidió con Ricardo Oliveira, con quien formó una sociedad letal. Edú, como segundo delantero o extremo, construía y nutría de balones peligrosos al ‘killer’ del área. Eso, cuando no se encargaba él de poner el broche a las jugadas.
Para las siguientes colecciones de Este, Edú tuvo un lugar fijo en la doble página. Imagen: Betisweb.com
Es más, si Oliveira logró firmar 26 goles y comenzó a llamar la atención de los grandes de Europa en su primer año fue, en gran medida, por la labor de Edú en un segundo plano. Con 12 goles y 10 asistencias, el Príncipe conquistó la Copa del Rey y llevó la Liga de Campeones por primera vez a Sevilla. Manuel Ruiz de Lopera, que no es tonto, lo amarró definitivamente.
El Edú de los cromos tenía una pinta oscura, digna de ‘malo’ de una película de secuestros. En la campaña 2004-05 formó parte de una nómina de cotizadas estampas, siendo el Último Fichaje nº 44. Su valor en el intercambio diario llegó a ser elevado.
Después, pasaría a la doble página del equipo, como el resto, aunque siempre con el mismo aspecto: cara de pocos amigos y sensación de estar peleando a muerte por un balón. En cierto modo, transmitía su lucha a las gradas.
No cabe duda de que el aspecto de Edú infundía respeto en el terreno de juego
Pero para la afición fue algo más. En sus 144 partidos y 59 goles de verdiblanco, repartidos en cinco temporadas, Edú tiró del carro del equipo en multitud de ocasiones. La más sonada se produjo en la 2006-07, donde dos de sus 8 tantos le ratificaron automáticamente como héroe del beticismo. Con El Sardinero como testigo y ante casi de 14.000 espectadores.
Edú se marchó en 2009, cuando se confirmó la catástrofe que ya había amenazado al Betis en 2007: el descenso. El adiós llevó consigo desavenencias con Lopera, pero con el tiempo, la memoria de la afición sólo ha albergado cientos de impagables recuerdos. Ahora yo os lanzo una pregunta: ¿Quién será ‘el Edú’ de este año?
Edú disputó muy pocos partidos en la 2008-09 y sus desavenencias con Lopera rompieron su vínculo con el Real Betis
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Noticia por Miguel Rolle
Periodista Manque la crisis. En busca de la piedra filosofal que me muestre cómo vivir de mi sueño. Hasta entonces, trabajo y esfuerzo son mis lemas, que ya habrá tiempo para dormir cuando el tiempo se acabe.
