La vuelta de Emaná ¿Una mala idea?
Ayer saltó la noticia, Achille Emana está en Sevilla, sin equipo y se ofrece al Real Betis. Asegura no buscar el beneficio económico sino volver a competir, algo loable y que no hay por qué dudar después de que lleve bastante tiempo, años, sin competir a primer nivel en su paso por Arabia y México en última instancia.
Todos los medios se han hecho eco de una noticia que aunque algunos quizás no lo recuerdan, incluido Alexis que en una entrevista ayer con los compañeros de Estadio Deportivo declaraba haberse enterado esa misma mañana, no es nueva, pues Emana ha pasado en la capital andaluza prácticamente todo el verano y ya fue un rumor lanzado por aficionados pero que sonó con fuerza con el mercado en pleno apogeo estival.
Algunos se aseguran a afirmar que el camerunés llegaría con el beneplácito de la afición que, bajo el recuerdo de sus días como verdiblanco, mejoraría lo que pueden aportar otros futbolistas de la actual plantilla verdiblanca. Parece que a la memoria llegan sus potentes arrancadas y su descomunal disparo, pero no tanto sus desplantes y sus numerosas polémicas cuando vestía la camiseta de las trece barras. La pregunta es si sería útil Emana al actual Betis, o lo que es lo mismo, ¿Es buena o mala idea su incorporación?
En opinión de quien suscribe estas líneas, su incorporación sería más negativa que positiva, aunque es comprensible las ganas de cierto sector de la afición de verlo de nuevo con la elástica verdiblanca. Siempre ha sido un jugador con muchos defectos, con unas condiciones descomunales para el fútbol y una cuestionable actitud que le han impedido ser más en este deporte. Tanta delicia era ver una arrancada por potencia en la zona de tres cuartos, un gesto técnico al alcance de no tantos o su potente disparo como frustrante esos controles de varios segundos pudiendo hacerlo más práctico y que ralentizaba el juego en beneficio de su lucimiento personal, su anarquía táctica y su dejadez en muchas ocasiones, hasta el punto de sorprendernos cuando lo veíamos realizar algún esfuerzo defensivo. Pues bien, recordando esto hay que tener muy en cuenta que el mediapunta africano llegaría tras tres temporadas en las que no ha competido al máximo nivel y en las que se ha convertido en todo un trotamundos.
La situación actual, recuerda al momento en que se marchó. Algunos aseguran que es una gran oportunidad, igual que cuando se marchó se decía que era regalar al jugador por algo más de cuatro millones de euros cuando desde entonces no ha hecho más que devaluarse. Lo cierto, es que es una oportunidad que vive del recuerdo, ya que Emana ha pasado libre todo el verano y ningún equipo ha querido contratarlo por algo, igual que en su día, con el jugador en el mercado y muchos equipos sabiendo que estaba descartado, no vinieron a ficharlo y se marchó a Arabia Saudí. Poco duró en la liga saudí. El Al Hilal, equipo que lo fichó, lo cedió al Al Ahli de los Emiratos Árabes a los seis meses para traspasarlo definitivamente la siguiente temporada. Seis goles marcó aquella temporada en los 22 partidos de liga disputados mostrando un nivel bastante bajo teniendo en cuenta la competición y que en el Betis encadenó actuaciones bastante mejores.
Después de marcharse al Al Ahli, duró media temporada en el equipo antes de marcharse cedido al Al Wasl, de la misma competición. Siete goles en 23 partidos como titular fue su aportación a la liga de EAU esa temporada. No debió convencer demasiado en aquel fútbol, retiro dorado para muchos futbolistas, cuando al año siguiente volvió a cambiar de aires, esta vez para marcharse al Cruz Azul mexicano al que llegó con la carta de libertad. Un Cruz Azul que, todo hay que decirlo, no es de los mejores equipos de México o al menos no en cuanto a resultados las últimas temporadas. El camerunés no fue capaz de hacerse ni siquiera un hueco en el once con los mexicanos, con los que jugó quince partidos de Liga MX, aunque solo seis como titular anotando un gol. Un once que si contó con otros jugadores conocidos por la ciudad de Sevilla como el ex-sevillista Gerardo Torrado que jugó 26 encuentros o el ex-bético Mariano Pavone que jugó 35 encuentros marcando 10 goles.
Después de no convencer con su fútbol en la liga de Arabia Saudí, en la de Emiratos Árabes, ligas a las que nunca se adaptó y tras no convencer en México, Emana ha quedado libre y sin equipo al que pertenecer. La pregunta tras conocer estos datos quizás sea ¿si no se llamase Emana se ficharía a un futbolista que no ha rendido en Arabia o México? ¿Un atacante -hace mucho que Emana dejó de formar parte del centro del campo para convertirse prácticamente en un segundo punta- que ha marcado catorce goles en setenta partidos contando las tres últimas temporadas en ligas de tercer nivel?
¿Hasta que punto la supuesta ilusión que genera este fichaje vive del recuerdo y no de la realidad? Teniendo en cuenta que se fichase, necesitaría al menos uno o dos meses de puesta a punto, contando con que abunde la profesionalidad y el camerunés se tomase en serio su incorporación y no al estilo de lo vivido con Joan Verdú el año pasado. Y esto hablando solo del tema futbolístico y no de la polémica y las desavenencias que ha tenido con algunos de sus técnicos, no solo en sus clubes sino en la selección. Algunos de ellos ya lo vivimos cuando militaba en las filas del Real Betis.
En definitiva, una opción que responde más al recuerdo, apoyado por el poco rendimiento de algunos militantes de la primera plantilla actual que en la realidad de un futbolista polémico, anárquico, cuyas últimas tres temporadas han sido para olvidar, que no está preparado para competir y que necesitaría un plan específico durante un tiempo para llegar al nivel necesario. No hay ninguna duda en que aquel Achille Emana que jugaba en el Betis, visto el nivel de la plantilla y aun con todos sus defectos, sería un futbolista de lo más útil. Pero sería una sorpresa que el actual Emana se pareciese en algo a aquel. No se puede afirmar que no rendiría en el Betis, es una incógnita y al fin y al cabo el nivel de la plantilla no parece superior a lo que ofrecería el mejor Emana, pero lo que si está claro es que las necesidades del equipo no pasan por el fichaje del camerunés, sino por reforzar la zaga y el centro del campo. ¿Seguiremos viviendo del pasado?

Noticia por Jorge M. González
Apasionado del fútbol internacional y Social Media Manager. Me gusta seguir ligas extranjeras y a las jóvenes promesas de todo el mundo. Sígueme en twitter para compartir afición: @jorgegonex