Las matemáticas de un ascenso matemático
El Real Betis Balompié ya está de regreso en su categoría. Y lo ha hecho por méritos propios demostrando una superioridad extraña en una categoría tan compleja como la Segunda División española. En contra de lo que marca su historia, no ha sufrido hasta el final y ha certificado el objetivo a 3 jornadas de acabar el campeonato y con unos números realmente excepcionales.
El conjunto verdiblanco ha batido su récord histórico de victorias en una temporada, ya que ha conseguido 23 y se sitúa como líder destacado en este aspecto por encima de Rayo y Granada (con 21 y 17, respectivamente). Es el mejor equipo de los 10 primeros clasificados en empates con tan sólo 7 y en menor número de derrotas (comparte el privilegio con Celta y Rayo). Además, es el máximo goleador de la categoría por delante del F.C. Barcelona B y el segundo menos goleado con 36 goles en contra (el equipo menos goleado es el Recreativo de Huelva con 34).
Dividiendo la trayectoria entre la suma de partidos en casa y como visitante, los números también son demoledores. En casa, el cuadro heliopolitano es el que más puntos ha sumado (47 en total), el que más partidos ha ganado (15) y el máximo goleador con 48 dianas. Fuera del Villamaría, los números sí disminuyen, pero eso si, es el segundo conjunto con más victorias junto con el Celta con 8 por detrás del Rayo Vallecano (9).
Y, por último, un dato para la historia. Sólo dos clubes de los 22 que compiten en la Liga Adelante ha conseguido, hasta el momento, ganar el goal-average particular con el conjunto verdiblanco: el Elche (0-2 en la vuelta y derrota en el Villamarín por 1-4) y el Nástic de Tarragona (1-0 y hoy 3-1). El resto de equipos pierden o igualan sus resultados particulares (en este último caso, la diferencia de goles en el cómputo general es aplastante con cada uno de ellos) con el Betis.
Poco más se puede añadir. El ascenso se ha conseguido por la puerta grande y ya sólo queda disfrutar e intentar amarrar la primera plaza. Después de tanta penuria, la ambición no debe parar…