Paso atrás del Recre
Ayer le contábamos que Juan Merino sería el técnico recreativista, pero en el día de hoy todo ha dado un giro, ya que el club ha recibido una carta del colegio de entrenadores avisándoles de que podrían estar cometiendo una irregularidad con el hecho de que Merino llevara el peso de los entrenamientos y actuara más como primer entrenador, a pesar de que desde el club se hablara de tándem.
Hoy Onda Cero ha hecho pública una carta, emitida por Miguel Ortiz, delegado del comité técnico andaluz de entrenadores . En la misma decía lo siguiente:
“Ante la información aparecida en los medios de comunicación, relativa a la destitución del entrenador del Recreativo de Huelva, Pablo Alfaro, esta delegación tiene bien aclarar que es inadmisible que el director deportivo, Alfonso Serrano, desconozca la reglamentación referida a los entrenadores y le endose a Juan Merino, nivel dos, toda la responsabilidad, ya que Merino solo puede ser segundo entrenador, ya que no tiene aún la titulación nacional de nivel tres.
Toda la responsabilidad debe recaer en Carlos Ríos, que es quien tiene el título nacional de entrenador. De hecho, uno de los artículos que se les exige a entrenadores de nivel tres es dirigir a los equipos en los entrenamientos y desde el banquillo los días de partido. Prestar el carnet para que otro entrene se considera falta grave, castigada con la privación de la licencia de entrenador y multa accesoria“.
A este respecto, el propio Carlos Ríos confirmó en Onda Cero que “a partir de hoy la figura de primer entrenador será la mía y Merino como segundo, para que queden las cosas totalmente claras. De hecho Juan se va a matricular en el curso nacional, cosa que tenía aparcada y porque además es lo mejor para él. Con esto se quita el problema de encima, se saca su título nacional y evidentemente un hombre como él, con los conocimientos que tiene, en cualquier momento tendrá la oportunidad de ser el primer entrenador del Recreativo de Huelva o de cualquier otro equipo“.
Desde el club se ha tenido que cambiar el discurso, aunque habrá que ver si de puertas hacia dentro se sigue pensando lo mismo acerca de quien tomará las decisiones.