Quince años de ‘samba’ en el Betis

Paulao es el último brasileño que ha incorporado el Betis, que desde 1998, siempre ha tenido al menos uno en sus filas. Foto: Abcdesevilla.es
Por las filas del Real Betis han pasado jugadores de más de 30 nacionalidades distintas. Serbios, croatas, bosnios, argentinos, uruguayos, paraguayos e incluso algún que otro azerbayano. Pero hay una que ha sido y es parte del ADN verdiblanco: Brasil.
Hasta la fecha, la brasileña es la única nacionalidad que puede presumir de haber estado presente en todas las campañas del Betis desde verano de 1998 hasta la actualidad. Nada menos que 15 años de samba brasilera en Heliópolis.
Desde que Denilson llegara a Sevilla, con la vitola de ser el fichaje más caro de la historia de la Liga merced a los cerca de 31 millones de euros desembolsados por el Betis, la entidad siempre ha contado con algún brasileño en sus filas, lo que supone un récord de continuidad.
A un Betis que contaba con cinco extranjeros antes de la 1998-99, Nadj, Bjeliça, Vidakovic Jarni y Finidi, arribaron tres brasileños de golpe: Jacques, Andrei y el mencionado Denilson. Ninguno de los tres estuvo a la altura de las expectativas.
Sin embargo, aquel fue el comienzo de una etapa que, temporada tras temporada, siempre ha contado con al menos un responsable de poner ‘samba’ en el vestuario, antes y/o después de los partidos. Fabao, Assunçao, Oliveira, Edú, Robert, Tardelli, Sobis, Wagner, Lima, Mehmet Aurelio, Iriney, y ya con Pepe Mel en el banquillo, Roversio y Paulao.
En total, un brasileño por temporada desde 1998 es lo que se obtiene de media, aunque en la memoria del beticismo, pocos de estos lograrían salvarse de la quema. Y es que la afición salió escaldada con casos como el de Andrei, Wagner, Fabao o Tardelli, sin ir más lejos.
En el lado opuesto, las nacionalidades menos frecuentes con las que ha contado el Betis han sido las de Azerbaiyán, Cabo Verde, Holanda, Suiza, Bélgica, Ecuador, Colombia, Costa Rica, Austria, Bulgaria, Islandia, Rusia y Rumanía, que apenas suman 13 representantes, todas ellas, en 106 años.
Kasumov, Nelson, Kobelev, Gaspercic, Vogel, Filipescu, Ivanov o el último de ellos, Dorlán Pabón, son los vivos ejemplos de los países a los que menos recurre el Betis a la hora de fichar.
Sin embargo, es Argentina el país que más jugadores extranjeros ha aportado al Betis a lo largo de la historia. Hasta 19 miembros ha llegado a tener la entidad verdiblanca a lo largo de su historia, aunque también con luces y sombras.
Gabi Calderón, Aquino o Gastón Casas, hasta su grave lesión, han sido algunos de los máximos exponentes del fútbol argentino en el Betis, que también ha tenido ejemplos opuestos, como los de Crosa, Romero, Somoza o Pavone, sin ir más lejos.
A pesar de esto, el Betis sólo ha contado con argentinos en su plantilla durante nueve temporadas consecutivas. Fue entre las campañas 1971-72 y 1979-80, ambas incluidas, cuando contó con Orife, Mameli, Olmedo, Killer y Anzarda en sus filas. De ellos, sólo el último fue integrante de aquel Betis campeón de la Copa del Rey de 1977 y miembro de aquel que derrotó al Milán en la Recopa de 1978 (3-2).
Menos miembros han llegado a tener otras nacionalidades importantes en el aporte de extranjeros del Betis. Así, Paraguay y Uruguay han contribuido con seis futbolistas, Croacia ha aportado tantos integrantes como la República Checa, cuatro.
Nigeria aportó a Finidi, Ikpeba y Nosa Igiebor, igual que Serbia (Nadj, Stosic y Tosic). A partir de aquí, con dos jugadores en la historia ya hay muchos, algunos incluso resultarían extraños a día de hoy: Reino Unido, Marruecos o Hungría, entre otros.
Nacionalidades todas ellas que nunca han gozado de la continuidad que ha tenido Brasil. Desde Denilson hasta Paulao, nada menos que 15 años de samba en el Betis.
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Noticia por Miguel Rolle
Periodista Manque la crisis. En busca de la piedra filosofal que me muestre cómo vivir de mi sueño. Hasta entonces, trabajo y esfuerzo son mis lemas, que ya habrá tiempo para dormir cuando el tiempo se acabe.