Radicevic: «No podemos relajarnos ni un segundo, llevamos el escudo del Betis en la camiseta»

Nikola Radicevic. Foto: Rafa Toro
La juventud nunca fue un hándicap para llegar a ser un líder. Buena prueba de ello se puede ver en algunos de los jugadores que componen la plantilla del Real Betis Energía Plus. Ni tan siquiera por el hecho de estar a más de 3.000 Km de su ciudad natal le asusta el compromiso. Ni por el hecho de haber sido testigo directo de innumerables cambios en un club que vive hoy sus mejores días en lo que a estabilidad refiere.
Serbio. 1,97 metros de altura. Apenas 22 años. El pabellón de San Pablo abre de nuevo sus puertas para que los seguidores del Real Betis Energía Plus sigan conociendo a todos sus jugadores. Turno para una de las promesas más destacadas de la plantilla de Zan Tabak. El mejor Nikola Radicevic (Cacak, 25/04/1994) está de vuelta. Y lo está de la mano de la mejor versión del Betis. La actuación del base del conjunto verdiblanco no está pasando desapercibida una vez superada la lesión que le mantuvo alejado del parquet prácticamente todo el curso pasado y tras olvidar las molestias de inicios de campaña. Radicevic sigue persiguiendo su sueño. No es otro que mejorar día tras día.
Manquepierda vuelve al pabellón y, mientras presencia uno de los entrenamientos de la plantilla verdiblanca, Radicevic finaliza con un par de tiros libres y unos estiramientos antes de acercarse a los asientos situadas justo en frente de la pista. El serbio, sereno en cada una de sus declaraciones, valora la primera mitad de la temporada, de menos a más tras superar a equipos como Real Madrid o Bilbao Basket con solvencia: “La primera vuelta ha sido mejor de lo que todo el mundo esperaba. Desde el club se nos transmitió que nuestro objetivo era la permanencia, pero ganar siete partidos en la primera vuelta es un verdadero éxito. Estamos muy contentos, pero debemos seguir trabajando para intentar que la segunda vuelta sea aún mejor”, expresa Radicevic, siempre con los pies en el suelo: “Es pronto para decir si podemos luchar por otros objetivos. Vamos poco a poco. Hemos hecho una primera vuelta súper buena pero hemos empezado la segunda no tan bien. Primero vamos a atar la permanencia y, si podemos hacer algo más, lo intentaremos”, reconoce.
Su trayectoria en los últimos meses le ha permitido, más aún si cabe, madurar. La lesión de cadera durante la pasada campaña le dejó un año prácticamente en blanco. Una temporada de sufrimiento y desilusión que se unió a los contratiempos antes de iniciar la nueva andadura de la mano del Real Betis: “El año pasado fue muy complicado para mí y apenas pude jugar. A principios de esta temporada llegaba en forma, listo y preparado para jugar, pero me faltaba el ritmo de partidos. Lo que me pasó en la primera vuelta, en el partido contra Tenerife, es de tener muy mala suerte. Estuve cinco semanas fuera pero, ahora, estoy bien física y mentalmente”, expresa.
“Siento que tanto mis compañeros como el entrenador confían en mí y que puedo ayudar a mi equipo como base y líder en la pista»
Superados y olvidados sus problemas físicos, el serbio, poco a poco, vuelve a su mejor versión. Vuelve a echarse el equipo a sus espaldas. El encuentro ante el Valencia confirmó que el mejor Radicevic estaba de vuelta. Su compromiso con la plantilla así lo demuestra. Compromiso que le ha llevado a ocupar un papel protagonista de la mano de Zan Tabak: “Siento que tanto mis compañeros como el entrenador confían en mí. Siento que puedo ayudar a mi equipo como base y líder en la pista. Estoy muy contento con el nivel de mi equipo y con mi protagonismo”.
El final de la primera vuelta fue, sin duda, un momento dulce para la plantilla del Real Betis. Por sensaciones, juego y, sobre todo, resultados ante equipos importantes de la Liga Endesa. El conjunto verdiblanco mejoró sobre el parquet, y lo hizo de la mano de su nueva incorporación. Mahalbasic llegó a Sevilla para dar un salto de calidad al equipo. Unido a la mejora del colectivo, lo consiguió: “Al principio, tuvimos mala suerte con las lesiones. Primero la mía, después Kenny… nunca teníamos a todos los jugadores en el entrenamiento y, en esas condiciones, es complicado entrenar y mejorar. Con la llegada de Mahalbasic, encontramos a un jugador que nos faltaba en la plantilla. Con él hemos ganado una opción más en ataque. Ahora es más fácil para otros jugadores desarrollar su mejor versión”, afirma.

Nikola Radicevic. Foto: Rafa Toro
Nikola, con el paso de las jornadas, sigue demostrado el porqué de su presencia en 2014 en el Draft de la NBA. Este año promedia 24 minutos, 10 puntos y 2 asistencias en 13 participaciones, números que van a más con el paso de los partidos. Además, su aportación en los últimos encuentros ha hecho que brille sobre el parquet. Ante el ICL Manresa llegó a los 21 puntos, consiguiendo así su mejor marca en la Liga Endesa y, tres jornadas atrás ante el Bilbao Basket, ya consiguió 20 puntos. Números a tener muy en cuenta: “No suelo seguir muchos mis estadísticas. Estoy muy contento con ellas, aunque sé que tanto el equipo como yo podemos mejorar mucho, y ello está conectado. Si el equipo mejora, yo mejoraré mis números. Esto es un deporte colectivo. En el último mes y medio me siento realmente bien físicamente. Todos confían en mí. Esto ha llegado como agua de mayo y lo primero que quiero es disfrutar en la pista ya que tuve un año muy complicado sin jugar”.
Jugador humilde, sincero y con mucha ilusión. Por encima de todo, ama el baloncesto. Lo ama hasta tal punto que no tiene ídolos. Prefiere empaparse de todos aquellos jugadores que pueden aportarle cosas interesantes a su juego: “He aprendido a jugar viendo mucho baloncesto y viendo a muchos jugadores, sacando de cada uno algo positivo para mi juego. Me encanta aprender lo mejor de cada jugador”, comenta Radicevic, hoy luchando cara a cara por un puesto de base junto a Kenny Chery: “Somos jugadores distintos, que es lo que necesita cada equipo en una misma posición. Kenny es un base que puede cambiar el ritmo porque es muy rápido. Yo soy más de dirigir, un base de equipo. Competimos e intentamos mejorar y ayudarnos uno a otro”.
Serbia le vio dar sus primeros pasos en el baloncesto. Radicevic comenzó a formarse en las categorías inferiores del Partizan, uno de los conjuntos más grandes de su país natal: “Guardo un recuerdo muy bueno de esta etapa de mi vida. El Partizan es uno de los grandes de Serbia, un club conocido por su historia y por el trabajo con los jugadores jóvenes. Tengo muchos amigos en Partizan y allí ganamos el campeonato Junior por primera vez en muchos años”, afirma el joven jugador, emocionado cuando recuerda a sus padres, sus principales apoyos a lo largo de estos años en los que ha llegado a la mejor Liga de Europa: “Ellos se han sacrificado mucho por mí. Han cambiado su vida entera por mi carrera. Además, soy hijo único, por lo que para ellos fue muy difícil que yo me fuera de allí. Sin el apoyo de la familia, en cualquier cosa, es muy complicado. Gracias a ellos estoy hoy aquí y he superado todos los obstáculos”, reconoce.

Nikola Radicevic. Foto: Rafa Toro
Para él, 2012 es quizás el año de su consagración y el momento en el que sintió que el salto estaba cerca. Nikola consiguió la plata en el Torneo Albert Schweitzer, en Mannheim, siendo incluido en el quinteto ideal del Campeonato de Europa júnior en 2012 y, además, consiguió la medalla de bronce en el Europeo Sub-18 en Lituania/Letonia, siendo además miembro del quinteto ideal: “Seguramente ese fuera mi mejor año en lo personal. En categoría inferiores, principalmente. Fue un año que significa mucho para mí. Gané un campeonato Junior con Partizan, además del bronce con mi selección, siendo capitán en el europeo. Gané también el MVP en Manhhheim, un torneo muy fuerte y reconocido. Gracias a estos resultados estoy hoy en Sevilla”.
En la campaña 2012/13 y de la mano de Aito García Reneses, Radicevic desembarca en el Cajasol para disputar la Liga EBA aunque, apenas dos meses después de su llegada y con sólo 17 años, alcanza el primer equipo y suma 7 partidos en la Liga Endesa y 3 en la Eurocup: “Realmente, una de las cosas por las que yo quería venir a Sevilla era por Aito. Todos saben que este entrenador es un maestro en su trabajo, una persona que sabe trabajar muy bien con los jugadores jóvenes, por lo que yo tenía muchas ganas de trabajar a su lado. Me ayudó mucho y aprendí mucho de él. Gracias a él estoy al nivel en el que me encuentro ahora mismo”, recuerda.
“Realmente, una de las cosas por las que yo quería venir a Sevilla era por Aito. Este entrenador es un maestro en su trabajo, una persona que sabe trabajar muy bien con los jugadores jóvenes»
Tanto Aito como Scott Roth, Luis Casimiro y, actualmente, Zan Tabak, han sido sus entrenadores durante sus cinco años en Sevilla. Cambios que siempre consideró positivos, pues todos aportaron su granito de arena para que Radicevic creciera sobre el parquet: “He tenido mucha suerte porque todos ellos siempre han tenido mucha confianza en mí. Han visto que soy muy trabajador. Cada uno tiene su visión del baloncesto. Decir una características personal que los defina es muy complicado. Pero para mí, lo más importante como jugador joven, es que todos han mostrado confianza y paciencia en mi figura. Gracias a ellos estoy al nivel que estoy ahora e, incluso, puedo mejorarlo”, reconoce, destacando además algunas de las características que más valora de Tabak, su actual técnico: “Es un entrenador que viene de una escuela parecida a la mía. Siempre te va a decir lo que piensa y siempre va a pedir el máximo sobre la pista. Si ve que das el máximo, él siempre te ayuda y te protege. Zan habla mucho conmigo y me intenta ayudar diciéndome que esté siempre tranquilo en la pista”, afirma.

Nikola Radicevic. Foto: Rafa Toro
Cada vez que habla de su equipo, desprende orgullo y confianza. Sus años en Sevilla, creciendo como jugador y, además, viendo a sus compañeros llegar a lo más alto, sirven para que Radicevic, cada vez que menciona a su equipo, sólo tenga palabras de elogio: “Creo que este club es muy conocido en Europa por su trabajo con los jóvenes. Tenemos a Porzingis, Hernán Gómez o Satoransky en la NBA. Hay muchos jugadores que han llegado a Sevilla jóvenes y ahora tienen una carrera súper buena. Este club seguro que seguirá trabajando por los jóvenes. Eso lo define. No sé si hay muchos equipos que tengan tres jugadores elegidos en un Draft, no lo recuerdo. Es algo histórico y algo que te enseña que este club hace un gran trabajo con los jóvenes”.
Finalmente, fue 2014 el año que se confirmó su plaza en el primer equipo del Cajasol – Banca Cívica. Pese a su juventud, no le asustó el reto: “Esto llegó con tiempo. Cuando llegué aquí tenía 18 años y tenía mucho que aprender, aunque todavía lo tengo. Poco a poco aprendí muchas cosas de esta Liga, la mejor de Europa, donde no es fácil jugar. Con los entrenadores que he tenido y con su trabajo he aprendido y, cuando llegó el momento, hice un buen trabajo, por lo que ahora estoy aquí con un rol importante”.
Pero, como todo profesional, la ambición le define. Radicevic, con un amplio margen de mejora, ya llama la atención de la mejor Liga del mundo. La NBA ya ha tocado su puerta y el serbio, con mucho gusto, aunque con los pies en el suelo, la deja abierta, aunque consciente de que lo primero es lo primero. Su mente, a día de hoy, está en Sevilla: “Jugar en la NBA es el sueño de cualquier jugador. Es un honor que un club como Denver te elija entre tantos jugadores. Eso significa que estás haciendo un gran trabajo. ¿Si me gustaría jugar allí? Evidentemente sí, pero ahora mismo no pienso en ello porque estoy concentrado en el Betis, en mi trabajo sobre la pista y en ser mejor jugador cada día. Cuando llegue el momento de hablar de estas cosas, hablaremos, pero ahora mismo hay cosas mucho más importantes, como el Betis”, afirma el base, reconociendo que mantiene un contacto permanente con Denver: “El año pasado vino el manager, el asistente y el preparador físico. Estamos siempre en contacto y siguen mis partidos. Es algo muy bueno, una señal”.
«Sevilla es mi ciudad y este es mi club, donde he crecido como jugador y donde he aprendido todo”
Para él, el grupo es clave. El vestuario del Real Betis Energía Plus debe estar unido. De lo contrario, los objetivos se convertirán en mero papel mojado. Hoy, San Pablo, de la mano del Betis, ha encontrado una buena combinación entre juventud y experiencia, algo que Radicevic considera fundamental en cualquier club: “En cada equipo debe haber veteranos, que tienen que dar ejemplo y ser líderes en los vestuarios, además de haber jóvenes que aprendan de ellos. Nosotros tenemos veteranos que son muy buenas personas, grandes profesionales y muy buenos jugadores. Los jóvenes podemos aprender mucho de ellos, por lo que considero que es una fantástica combinación”.
Lejos de su país, pero perfectamente aclimatado a su nueva ciudad. Sevilla se ha convertido ya en parte de su historia. Su crecimiento no se entiende sin mencionar la capital hispalense. Un territorio que, sin duda, le ha marcado: “Es mi quinto año aquí y veo Sevilla como mi segunda casa. Ya estoy acostumbrado, aunque siempre echas de menos tus amigos, tu familia y tu tierra, pero esto es parte de mi trabajo, estar fuera de casa. He tenido muchas suerte que mi primera ciudad lejos de Serbia fuese Sevilla, una ciudad increíble, así como su gente. Sevilla es mi ciudad y este es mi club, donde he crecido como jugador y donde he aprendido todo”.
Cajasol, Banca Cívica, Baloncesto Sevilla y, ahora, Real Betis Energía Plus. Radicevic ha vivido todos los cambios de la entidad en los últimos años, algo que ha notado especialmente esta temporada con la llegada del Betis: “Se nota principalmente en el pabellón, donde viene mucha más afición. Con la llegada del Betis, un club grande no sólo en Sevilla y en España, sino también en Europa, vamos a tener un poco más de presión porque nos va a conocer más gente. No podemos estar relajados ni un segundo, llevamos el escudo del Betis en la camiseta y tenemos que salir, jugar y luchar siempre en cada partido. Es un honor”.

Nikola Radicevic. Foto: Rafa Toro
Pero, lo primero que llama la atención de Radicevic en esta nueva etapa es la cantidad de personas que va a San Pablo: “La afición disfruta y siente mucho los partidos. Ellos sienten cuando nosotros necesitamos su apoyo, algo que seguramente nos ayudará”, afirma el serbio, consciente de la rivalidad entre Sevilla y Betis, algo que cree que no afecta al club: “No soy de aquí, pero si conozco la relación entre Sevilla y Betis y sé que son rivales muy grandes. Seguro que algunos aficionados al baloncesto que son sevillistas se han sentido mal. Pero creo que todos debemos dar las gracias al Betis porque, realmente, fue la única forma de salvar a este club. Gracias a ellos, Sevilla tiene un club de baloncesto. Espero que a toda la gente que le guste el baloncesto venga al pabellón, independientemente de si son sevillistas o béticos. Si la gente disfruta viendo baloncesto, debe venir al pabellón a disfrutar de este deporte”.
Su experiencia le dice que la afición, pese al cambio, sabe diferenciar perfectamente “que es Real Betis Balompié y que es Real Betis Energía Plus”, enumerando los requisitos necesarios para portar las trece barras: “Llevar el escudo del Betis es una obligación. Debes ser un profesional dentro y fuera de la pista. El Betis es un club histórico en España, un club muy grande. Debes ser un profesional siempre, en cada partido y en cada entrenamiento. Siempre debes dar lo máximo y luchar por este escudo”, finalizó, estrechando su mano y esbozando una sonrisa rumbo a los vestuarios.