Rendimiento y protagonismo

Durmisi está siendo uno de los jugadores más destacados en los primeros encuentros de la competición. Foto: Rafa Toro
Todo se ve mejor con una victoria en el minuto 92. Las formas no fueron las idóneas y el bético, pese a estar satisfecho con la imagen de su equipo durante gran parte del encuentro en Mestalla, ha sabido analizar el encuentro con sensatez. Por fin, el equipo compitió a un nivel que rozó la perfección. Intensidad, presión, criterio y peligro de cara a portería. Las señas de identidad de Gustavo Poyet comienzan a ser reconocibles en el cuadro verdiblanco. Ahuyentó los fantasmas en Valencia.
En la capital del Turia, el equipo mordió. Y lo hizo recordando los primeros pasos en pretemporada, cuando todo marchaba sobre lo previsto y los verdiblancos dejaban sobre los diferentes tapetes que visitaban sensaciones muy halagüeñas. Los argumentos estaban en juego en Mestalla y de ello era consciente una plantilla en la que, a pesar de disputar sólo tres jornadas de competición, urgía un lavado de imagen y una victoria para dar un golpe encima de la mesa.
Presión. Recuperación. Anticipación. En definitiva, actitud para que, con el balón en los pies y sin él, el cuadro de Gustavo Poyet metiera el miedo en el cuerpo a su rival. Y de esta imagen buena parte de culpa estuvo en las caras nuevas del cuadro verdiblanco. Caras que, desde el primer encuentro de la competición, han ocupado un puesto fijo en las ideas del entrenador uruguayo. Los Mandi, Durmisi, Felipe Gutiérrez, Álex Alegría o un sorprendente Brasanac ya aportan sus mejores prestaciones al cuadro verdiblanco.
El Betis da una bofetada a su historia durante los últimos cursos y ya se asienta en una base formada por sus nuevas incorporaciones. Sin olvidar el papel de los “viejos rockeros”, abanderados de la experiencia y el compromiso como Antonio Adán, Rubén Castro o Joaquín Sánchez, el ojo de Miguel Torecilla durante el pasado mercado veraniego, sin levantar altas expectativas dado el escaso números de encuentros disputados, ya da sus frutos.
Brasanac, uno de los últimos fichajes de Miguel Torrecilla, ha dejado muy buenas sensaciones en su primer encuentro como bético
Poco a poco, Aissa Mandi se erige como líder en el centro de la zaga. El argelino, no acostumbrado a jugar en una línea de cuatro atrás, comienza a coger el tono en LaLiga Santander tras toda una vida en Francia. Ya se le ven maneras junto a Pezzella para ser el dueño en su puesto en los próximos años. Ante el Valencia, al igual que frente al Deportivo de La Coruña, estuvo serio y seguro al corte, sin complicaciones y con un elevado porcentaje de acierto en el pase. Además, Durmisi, compañero en el lateral, sigue siendo otra de las gratas sorpresas. Pese a llegar de una Liga de un nivel muy inferior a la española, el danés no necesitará más partidos para asentarse. Eléctrico y veloz. El lateral supo sacar el balón con criterio desde atrás y creo mucho peligro en campo che. Pese a dejar espacios atrás fruto de su destacada vocación ofensiva, supo sobreponerse de ello y consiguió, además, su primera asistencia de la temporada en el segundo tanto de Joaquín.
Brasanac fue sin duda la gran sorpresa en Mestalla. Otro de los jugadores que más dudas creo en el entorno verdiblanco supo silenciar toda crítica sin fundamento. Su partido rozó el sobresaliente hasta el momento que vio la tarjeta amarilla, cuando el serbio fue mucho más cauto en cada una de sus acciones. Centrocampista contundente en la presión y con criterio con el balón en los pies, sin miedo a asomarse al área. Hombre del encuentro y jugador que más corrió en el feudo valenciano. Perfil muy parecido a lo que Jonas Martin venía ofreciendo antes de lesionarse. Sinónimo de rendimiento desde el minuto uno. Junto al serbio, otro de los jugadores llamados a ocupar un puesto importante esta temporada es Felipe Gutiérrez. Partió desde el banquillo, aunque la lesión de Fabián obligó al chileno a ingresar en el terreno de juego, donde se le vio mucho más metido que en los anteriores enfrentamientos, aunque todavía sin ofrecer sus mejores cualidades pero si dejando pinceladas de lo que aportará este curso.
Arriba, el canterano Álex Alegría tuvo la oportunidad de estrenarse en Primera División. Nervioso, aunque trabajando a destajo para los suyos. El ariete se encontró con una dura papeleta ante Mangala y Garay, pero supo aprovechar bien sus características para favorecer a su equipo en cada una de sus acciones. A su lado, Zozulya volvió a tener minutos, aunque insuficientes para saber todo lo que puede ofrecer. El ucraniano es uno de esos jugadores que puede aportar mucha intensidad cuando los partidos entran en fases de desconexión, por lo que será siempre una interesante carta bajo la manga para Gustavo Poyet.
Así, el encuentro en Mestalla sirvió para, además de confirmar que el equipo crece y tiene margen de mejora, ser conscientes de que, esta temporada sí, los fichajes van a ocupar un papel relevante en la plantilla verdiblanca. El rendimiento de gran parte de ellos ya es evidente, a la espera de la reincorporación de Tonny Sanabria y Jonas Martin, que ya han mostrado buenas maneras sobre el césped, y del mejor nivel de Musonda o Nahuel.