Rubén Castro, el plusmarquista del gol

Rubén Castro batió su propio record personal en Primera en la tarde de ayer frente al Celta de Vigo. Foto: ABC
Hay muchos factores que invitan a ser optimistas con este posible ‘EuroBetis’. Una primera vuelta “al 200%”, como dice Pepe Mel, el esfuerzo de un equipo con buenos cimientos pese a las penurias económicas y la capacidad goleadora de sus delanteros.
En este último caso, y sin olvidar los 11 goles que ostenta a día de hoy Jorge Molina, hay un gran responsable: Rubén Castro. El canario convirtió ayer el que es su 17º tanto en Liga. Un dato que pasaría desapercibido de no ser porque es su mejor curso en Primera.
Hasta ayer a las seis de la tarde, la mejor marca registrada por el ‘Tiburón Canario’ en la élite del fútbol español fueron los 16 goles que transformó el curso pasado, también con la elástica verdiblanca y el ariete tenía el gol entre ceja y ceja desde hacía semanas.
Rubén Castro acumulaba un mes de sequía goleadora. Algo que explica claramente el por qué de su celebración, regalando su camiseta a las gradas del Benito Villamarín con la rabia de quien rompe con el peor gafe de un delantero: oler portería.
La campaña de Rubén Castro no es para repasarla a grandes rasgos. Según las últimas declaraciones del seleccionador nacional, Vicente Del Bosque, el canario sigue siendo un futurible para la Copa Confederaciones, aunque el jugador dé ese tren por perdido.
Sin embargo, estos 17 goles, que aún pueden ser más a falta de tres jornadas en las que el Betis visitará a Mallorca y Levante y recibirá al Zaragoza, cobran más importancia si se le suman los tres que ha marcado en Copa del Rey. En total, 20 goles.
Rubén Castro tiene a tiro la segunda mejor marca de su carrera, que logró con la UD Las Palmas en la temporada 2003/04. Un curso en Segunda donde el canario convirtió 22 dianas. Dato que dilapidó en su primer año en el Betis, haciendo 32 entre Liga (27) y Copa del Rey (5).
SÍGUEME EN TWITTER: @MikiHendrix

Noticia por Miguel Rolle
Periodista Manque la crisis. En busca de la piedra filosofal que me muestre cómo vivir de mi sueño. Hasta entonces, trabajo y esfuerzo son mis lemas, que ya habrá tiempo para dormir cuando el tiempo se acabe.