Si Beñat va al Wolfsburgo, ¿Yo cuánto me llevo?
Es una historia que se repite temporada tras temporada. Ningún equipo se salva. Ni tan siquiera los afincados en la planta noble de la Liga BBVA, año tras año. Cada vez que un futbolista despunta comienzan las cuentas en las agencias de representación.
‘Si ahora que suena con fuerza coloco a mi futbolista en el Manchester… ¿Yo cuánto me llevo?’. Aunque se trata de una forma irónica de verlo, Dinero siempre llama a Dinero, y en un mundo como el del balompié, más todavía.
Con estas líneas no pretendo ‘mercenarizar’ a los representantes de unos trabajadores que se retirarán mucho antes de los 40. Incluso llego a entender que estos futbolistas tienen que ‘hacer su Agosto’ lo más longevo posible para tener un acomodado retiro.
¿Pero qué hay detrás cuando un futbolista multiplique su salario por cuatro, o por seis, con un cambio de club? Que su agente también ‘haga su Agosto’.
La labor del representante es velar por los intereses del propio jugador al que lleva. Unos intereses que, en muchas ocasiones, se pervierten cuando aparece en escena El Poderoso Caballero. A fin de cuentas, uno no es de piedra…
Eso, cuando no surgen 40 individuos bautizados con el clásico nombre de ‘Intermediarios’. Ahí está, sin ir más lejos, el caso de Nosa Igiebor. Un fichaje cerrado hace más de un mes que aún no viste de verdiblanco por los presuntos intereses de terceros.
Vayamos al ‘Caso Beñat’. Por un lado, es comprensible que, si al jugador le ofrecen un sueldo cuatro veces superior y opciones de jugar en Europa más pronto que tarde, se decante por asegurar su futuro. ¿Ustedes no?
Eso sí, ¿Será el jugador el mayor beneficiado? Si Beñat cambiara de aires cabe la posibilidad de que coincida, casualmente, con el que mayor prima por fichaje ofrezca al representante. Lo sé, soy muy desconfiado. Pero es a partir de aquí donde todo se enturbia.
¿Cuántas veces hemos visto en prensa las batallas dialécticas entre un jugador, con años de contrato en vigor, y su club, por una venta? Me da por pensar que en alguna que otra ocasión de esta índole se esconde un chalet con doble piscina en la mente de algún representante.
Lo primero, en la mente del agente, debería ser el futuro del futbolista. De hecho, sé que a veces es así. Sobre todo cuando una entrada a destiempo puede mandar al garete años de sacrificio. Pero a ver quién es el listo que dice NO cuando aparece Don Dinero…
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Noticia por Miguel Rolle
Periodista Manque la crisis. En busca de la piedra filosofal que me muestre cómo vivir de mi sueño. Hasta entonces, trabajo y esfuerzo son mis lemas, que ya habrá tiempo para dormir cuando el tiempo se acabe.