Udinese: un repertorio cargado de perlas

Juan Guillermo Cuadrado (derecha) es un futbolista con mucho futuro y un marcado carácter trabajador.
Para el Real Betis sólo existen dos opciones dentro de lo que ofrece el mercado: fichar a coste cero y las cesiones. Dentro de esta última opción hay un club que tiene una vasta nómina de jugadores con mucho futuro en un plantel sin hueco: el Udinese.
El equipo bianconeri cuenta con una colonia de futbolistas colombianos que se han convertido en una auténtica esponja, absorbiendo los conceptos básicos de una liga como el Calcio.
Es el caso de hombres como Juan Guillermo Cuadrado. El primero, de 23 años, no termina de convencer a Francesco Guidolin desde el lateral diestro y sería una buena cesión para el Betis.
Tiene un marcado carácter ofensivo desde la derecha (al igual que Miguel Lópes), desde donde irrumpe con mucha fuerza y velocidad. En el plano defensivo, pese a no gozar de mucha corpulencia (68 kilos para su 1.77 de estatura), marca la pauta en la pugna de balón. Algo que combina con una pasmosa flexibilidad en sus cambios de ritmo.
Por su carácter personal, basado en el desarrollo progresivo y seguro, venir al Betis daría alas a su juego.
Otro hombre que cuenta poco es Badu. Este centrocampista ghanés sería el recambio ideal de Iriney. A sus 20 añitos, es un puro nervio. Su fuerza y fondo físico hacen que no pierda de vista la espalda de su objetivo.
Un hombre muy parecido a Lass Diarra (salvando las distancias técnicas, claro) con margen de crecimiento que taparía una ausencia temporal del coche-escoba del Betis.
Mucho en la cantera y casi todo en Granada
Más allá del primer equipo, el Udinese conserva en su filial tres joyas con un futuro prometedor. Alemào (22 años) y Richard Lugo (banda ziquierda de 19 años) son dos nombres en las bases del equipo, pero los que apuntan a un gran futuro están en Granada.
El pacto entre el club italiano y andaluz ha llevado hasta Los Cármenes nombres impensables hasta entonces. Fabián Orellana es el más destacado a sus 25 años. Técnica, criterio, disparo y picardía se confunden en este mediapunta, aunque delantero en Granada.
El Udinese tiene una larga sombra, como es la de Alexis Sánchez, pero ¿sería el Betis la catapulta definitiva para el colombiano?
Más abajo hay más petróleo. Wilson Cuero y Jeison Murillo, también colombianos, son jóvenes a seguir muy de cerca. Al primero, delantero de 19 años, se le queda pequeño el Granada B y algunos entendidos del esférico ya le consideran el nuevo Pato.
Murillo es todo lo contrario. Jugando en defensa, este central de la misma edad que su compatriota, tiene una serenidad pasmosa sacando el balón. Expeditivo como pocos, su casi 1´90 de estatura hace ganar la pugna por alto. Dos valores muy interesantes para el Betis.
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Noticia por Miguel Rolle
Periodista Manque la crisis. En busca de la piedra filosofal que me muestre cómo vivir de mi sueño. Hasta entonces, trabajo y esfuerzo son mis lemas, que ya habrá tiempo para dormir cuando el tiempo se acabe.