Un mes sin ganar, bien vale una reacción

Imagen: Diario de Sevilla
Desde el 19 de febrero no gana el Betis un partido. Ayer el primero de tres encuentros en ocho días. Mal empieza la cosa y ahora la obligación de ganar es mayor. Y a esperar que no gane el Racing en Cornellá.
Y es que desde que el Betis venciera en Zaragoza solo ha obtenido el equipo de Mel un punto, el que se consiguió ante el Getafe. Tras ese punto, tres derrotas consecutivas, nueve goles encajados y, salvo frente al Real Madrid, ofreciendo una pésima imagen. Y lo peor, o lo mejor, es que no hay tiempo para lamentaciones y para relajarse. El jueves nos visita el Espanyol y solo tres días después, el Racing, en un partido que tiene toda la pinta de ser una final por la salvación. Para eso tendrá el Betis que reaccionar. No vale de nada ofrecer una digna imagen rente al Real Madrid y quejarse (con razón) del arbitraje si después se realiza un partido tan lamentable como el del Vallecas. Jamás entenderé por qué la implicación, la motivación y las ganas de jugar son distintas según el partido. Los puntos valen exactamente igual y no hay que bajar los brazos según la grandeza o importancia del adversario. Así lo único que se consigue es complicarse la vida como se la ha complicado el Betis, que ya sólo tiene al Villarreal entre su posición y el descenso.
Urge reaccionar para vivir un tramo final de Liga in sobresaltos, fatiguitas y taquicardias. A ver si de una maldita vez el Betis regulariza sus actuaciones ligueras y deja de ser un equipo de rachas. Eso si, que la regularización comience con una racha positiva de resultados. Si no…