Una madurez necesaria, por José Joaquín Solís
Titulaba hace tiempo un artículo Nacho González “bermudas en invierno” para calificar el morbo y la especulación que suponía el traer futbolistas en el periodo navideño de cara a reforzar plantillas de forma urgente. Conste que si recordamos a Filipescu, Pereira o Robert no tenemos por qué escupir fuego a la hora de calificar la eficacia de las incorporaciones en tiempos de polvorón, pero en cualquier caso han encubierto con el morbo de la compraventa ciertos fracasos deportivos que han obligado a inversiones completamente fuera de presupuesto. Personalmente desconozco si hay muchos equipos serios que contemplan una partida de gastos en fichajes “por lo que pueda pasar”. Por otro lado, en base justo a la mediocridad de tantas temporadas perdidas, el incorporar nuevos futbolistas ha servido para caer en distracciones fáciles en la que, creo que todos, hemos caído.No sólo el Betis está como está producto de quienes nos dieron legado reciente, pero es que se une la crisis con el trapicheo y así hemos acabado, al punto de que lo que ha sonado para fichajes recientemente se ha parecido más a la tienda de veinte duros a la que Ruiz ha recurrido en las últimas temporadas que a lo que realmente queremos. Sin embargo, en todo esto hay que sacar algo positivo: al contrario de lo que se esperaba, una afición cada vez más conocedora de cómo está esta Santa Casa ha sabido reaccionar con la madurez correspondiente. El desgraciado cado de Miki Roqué ha disparado los rumores de fichajes, muy en particular desde medios que prácticamente apenas saben sobrevivir si no es con eso, pero incluso si se pudiera incorporar alguien, el beticismo está mirando mucho más a sus bases apostando por una cantera que, si mal fuera de sacar un jugador válido al año, ya es todo un éxito tras tanto maltrato en tiempos anteriores. Escaso gasto, mal cuidado, desprecio casi descarado, son tónicas expresadas a viva voz ante chavales que hoy visten la camiseta de otro club, alguno muy odiado, sintiendo por dentro los mismos colores que siempre. Pero es que si en tu casa no te quieren…Con una afición así vale la pena seguir, porque poco a poco se da cuenta que esto no era lo que dijo quien se fue manifestando que no debemos un duro a nadie. A cambio, merecen transparencia, eficacia y honor, el de un club que en un plazo medio de tiempo debe volver a los grandes.
