Vadillo podría ser la alternativa para el flanco derecho

Vadillo podría ser la solución al ‘socavón’ que presenta el Betis en el flanco derecho. Foto: Real Betis Balompié.
El técnico del Real Betis, Pepe Mel, tiene una asignatura pendiente con la banda derecha. Un quebradero de cabeza que parece no tener solución, ni con Salvador Agra ni con Joel Campbell. Algo que podría dar lugar al regreso al primer equipo de Álvaro Vadillo.
El canterano del Real Betis lleva varias semanas demostrando con el B de Antonio Racero ‘Puma’ que camina firme hacia aquel chaval de 16 años que desbordó las bandas del Santiago Bernabéu, antes de aquella fatídica lesión de rodilla.
Algo que le convierte en la posible alternativa ante el socavón verdiblanco en el costado derecho. Y es que Mel ha probado de todo: comenzó con Salvador Agra, que ha aportado dosis de buen fútbol, tanto en Heliópolis como lejos de suelo verdiblanco, pero algo falla.
El portugués muestra mucha precipitación a la hora de encarar por la banda derecha, lo que lleva a que todo el peligro que atesora en sus botas, que es indudable, se desvanezca en sus galopadas por no marcar el tempo debido a cada jugada de creación.
El preparador bético también ha optado por cubrir ese flanco con Joel Campbell, quien aporta un delantero más en cuestión de ataque, pero que no termina de alcanzar esa punta de velocidad, acorde con su hábil disparo, que representan las contras del Betis 2012/2013.
Luego están los ‘parches’. Rubén Castro, Jonathan Pereira, Ángel o incluso dejar el carril entero a manos de Nelson, son ideas que han rondado la cabeza de Mel. Siempre hay un ‘pero’.
El ariete canario aprueba con nota en un lugar que se adjudica poco a un delantero aunque es evidente que si está en una banda, el peligro que lleva en las botas es menor que partiendo como punta o detrás de una torre como Jorge Molina.
‘Jonny’ es puro nervio, la velocidad que necesita este Betis al contragolpe. Sin embargo, no es menos cierto que cuando es titular sus energías se diluyen entre la marca de los rivales, hasta el punto de olvidarse de que se encuentra en el campo. Al revés de cuando entra como refresco en la segunda mitad, que revoluciona para romper los partidos del lado bético.
Ángel puede jugar como interior, dado su perfil ofensivo en el lateral diestro, pero sus escasas apariciones y su tímida aportación en Pucela ante el Real Valladolid, en la ida de la del Copa del Rey (1-0), no dan plena seguridad a un Mel que juega el domingo un choque especial.
Otra opción es dejar todo el carril para Nelson, con los peligros que ello implica. El caboverdiano tiende a fallar a la hora de lanzar el fuera de juego en una acción de ataque rival, dado su marcado carácter ofensivo, pero si arriba tiene un buen día, hace muchísimo daño.
Como se puede apreciar, alternativas para el flanco derecho hay muchas, sí, pero pocas convincentes al 100%. Está claro que sería toda una inesperada sorpresa que Álvaro Vadillo entrara en los planes de Pepe Mel para la banda para este derbi. Incluso arriesgado.
El partido ante el Sevilla no es un choque más y el míster madrileño confía en que, a pesar de su mejoría, Vadillo pueda dar más de sí mismo. No obstante, no sería descabellado verle en las próximas semanas como baza para ser el puñal de la banda derecha.
Además, el de Puerto del Real, a sus 17 años, es una baza tanto para la derecha como para la izquierda, lo que permitiría a Mel contar con dos extremos naturales: Vadillo en la derecha con Juan Carlos en la izquierda, o bien, a la inversa, convertidos ambos en interiores peligrosamente incisivos dada la velocidad punta que alcanzan ambos con el cuero controlado.
Con todo y con eso, cabe recordar que Pepe Mel ya sorprendió en su última visita al Sánchez Pizjuán. El entrenador verdiblanco introdujo en el once a un Pozuelo que formó con Rubén Castro y Roque Santa Cruz. Una idea que funcionó de maravilla (1-2).
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Noticia por Miguel Rolle
Periodista Manque la crisis. En busca de la piedra filosofal que me muestre cómo vivir de mi sueño. Hasta entonces, trabajo y esfuerzo son mis lemas, que ya habrá tiempo para dormir cuando el tiempo se acabe.