Y no.
Y no, como decía Unamuno, al final no convencieron.
Y no olvidamos y, probablemente, tampoco perdonamos.
Y no necesitamos salvadores, ni los queremos.
Y no, no había armas de destrucción masiva en Irak.
Y no a la guerra.
Y es que, a veces un No, es la mayor afirmación que podemos hacer, que podemos hacernos.
Y no, y no pueden con él, y no pueden con él.
Que resuene y revienten.


