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El Atlético asalta el Pizjuán con un gran Diego Costa

Diego Costa sigue siendo imprescindible en el Atleti (Foto: Eurosport)
Diego Costa sigue siendo imprescindible en el Atleti (Foto: Eurosport)

Los ‘Diegos’ (Perotti y Costa) le pusieron la salsa a un partido que tuvo emoción hasta que el Cebolla, en el descuento, hizo el 1-3. Bacca debutó con 25 minutos estelares y Óliver Torres cambió el signo del choque en la segunda parte.

Comenzó el partido de una manera inmejorable, con un Carlos Bacca estelar y un Diego Costa en la línea de su año pasado: ofreciéndose, siendo la referencia del Atlético de Madrid…pero con un carácter impropio de un hombre de su talla.

El delantero colombiano del Sevilla estuvo a punto de hacer el primero a los 21 minutos de partido. Un centro de Coke desde el lateral derecho lo remató el ex del Brujas al larguero. La parroquia sevillista estaba ilusionada y su equipo estaba jugando bien. Pero Villa no quería ser menos.

El ariete asturiano recogió el balón en la frontal del área local y, de un derechazo, buscó el palo corto. Beto, con la agilidad del mejor felino, se estiró todo lo que su cuerpo le permitió para rozar con la yema de los dedos el balón y que se estrellara con el poste antes de salir por línea de fondo, evitando así el que habría sido el 0-1.

Diez minutos después y precisamente en un saque de esquina llegaría el primer tanto colchonero. Koke sacaba desde el banderín al primer palo, allí peinaba un defensor sevillista y Diego Costa, completamente sólo y con un remate acrobático, enviaba el balón al fondo de la portería de Beto, que esta vez no pudo hacer nada por evitar la diana visitante.

Pero en el 37′, dos después del gol del brasileño, otro Diego, esta vez el bueno del Sevilla, Diego Perotti, ponía el empate. Es también sudamericano…pero argentino. Cogió el balón en tres cuartos de campo y, sin pensárselo dos veces, soltó un trallazo que, tras envenenarse, acabó alojándose en la escuadra de Thibaut Courtois, aunque el portero belga llegó a tocar el potente chut del 10 sevillista.

El choque era una fiesta, los goles llegaban y el público disfrutaba con el entretenido partido. De hecho, dos minutos después, el Atleti estuvo a punto de volver a ponerse por delante. Diego Costa le ganaba el balón en la banda izquierda a Nico Pareja (a quien se le salió el hombro en la jugada) y ponía el pase atrás para la llegada de Gabi que, sin nadie que le encimara, disparó con el interior de su bota derecha. Beto, atento, envió a córner un disparo que, a medida que avanzaba el pase de Costa, parecía que iba a ser más peligroso de lo que realmente fue.

De ahí al descanso, relajación. La intensidad no se podía mantener tan alta por mucho tiempo más y ambos entrenadores optaron por relajar a sus jugadores y, de paso, coger oxígeno para una segunda mitad que se prometía apasionante.

Y no decepcionó. Con dominio alterno, Sevilla y Atlético de Madrid demostraron que son los dos grandes candidatos a pujar por la tercera plaza. A medida que avanzaban los minutos del segundo acto, los sevillistas se iban animando. Vitolo primero y Marko Marin después tuvieron oportunidades para batir a Courtois, pero ni el belga falló ni los atacantes locales estuvieron todo lo acertados que deberían.

A falta de un cuarto de hora para el final del partido y con el empate aún en el marcador, el jugador cedido al Sevilla por el Chelsea volvió a tener la ocasión de firmar la remontada tras una prodigiosa jugada colectiva de los de Emery, pero otro hombre cedido por el Chelsea, esta vez en el Courtois, desbarató lo que habría sido, probablemente, uno de los goles de la jornada.

El Sevilla perdonó demasiado, algo que ante el Atlético de Madrid pocos equipos se pueden permitir. En una contra, Koke filtraba el balón para Diego Costa a la frontal del área. El brasileño, tras una breve conducción, se escoraba a la derecha y cruzaba la bola, haciendo inútil la estirada de Beto.

Quedaban diez minutos y los sevillistas, entonces, comenzaron a irse al ataque sin escudo. Rakitic tuvo un lanzamiento de falta pero, a pesar de ir bien colocado, su chut resultó algo flojo de potencia, lo que permitió al portero colchonero evitar el empate.

Pero irse descaradamente al ataque conlleva riesgos…y el Cebolla Rodríguez los conoce bien. Tras recoger el balón en la banda derecha y dejar en el tapete a Israel Puerto, se adentró en el área. Cuando todos creían que le entregaría la pelota a Leo Baptistão, la introdujo por el palo corto de un Beto impotente. El Atlético había sentenciado.

Los del Cholo Simeone arrancan de una manera inmejorable la Liga: triunfo en uno de los campos más difíciles de la competición para afrontar de la mejor manera posible la ida de la Supercopa del próximo miércoles ante el Barcelona. Por el lado sevillista, a pesar de la derrota, se demostraron mimbres para competir con los colchoneros por una plaza que dé acceso directo a la Champions.

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