Nuevos vientos
A pesar de que Brendan Rodgers cuajó una pésima temporada 2014-2015, la primera post Suárez, el club de Anfield ha accedido a sus peticiones de fichajes, siendo el más caro Firmino, mediapunta internacional por Brasil y procedente del Hoffenheim por el que el Liverpool ha desembolsado la friolera de 41 millones de euros. A la incorporación del brasileño se suman el alta de Clyne, lateral diestro del Southampton que ha cuajado una temporada maravillosa con los Saints; Ings, ariete clásico que llega libre tras despuntar en el descendido Burnley; el centrocampista inglés Milner, también a coste cero tras expirar su contrato con el Manchester City; o el punta belga Divock Origi, cuya cesión con el Lille ha finalizado. Las bajas, por su parte, se traducen en la venta por apenas 3 millones de Sebastián Coates; la devolución de Manquillo al Atlético de Madrid; o la retirada de la élite del mito Steven Gerrard. Sabido esto, ponderaremos las opciones que tienen los reds de buscar una Premier League en la que fue subcampeón hace dos temporadas.
Condenado a jugar la Europa League, el Liverpool debe centrarse en la liga con mucha mayor predisposición que las competiciones coperas, pues su futuro (y el de su técnico) va a depender en gran medida de alzarse con su primera Premier o no. ¿Por qué? Los motivos son bastante claros: los jugadores quieren ir a club campeón, aura que han perdido los de Merseyside a pesar de su brillante historia. No en balde, Sterling, la mayor esperanza de futuro del club, parece estar forzando su salido a un equipo que no solo le prometa los minutos de los que ya dispone, sino que tenga aspiraciones reales de poder llevarse el título. La baja de Suárez fue muy sensible, y los fichajes de Balotelli, Borini y Lambert nunca dieron la talla en toda la temporada (4 goles y 3 asistencias son las cifras sumadas de estos delanteros), por lo que se ha hecho imprescindible un 9 del perfil de Sturridge, (lastrado toda la temporada por sus lesiones y a pesar de lo cual casi iguala los números del trío anterior con 4 goles y una asistencia) y el hombre es Origi, que no ha hecho una mala temporada como cedido en Francia, con 8 goles y 3 asistencias, y al que el juego directo y de velocidad típico inglés le permitirá maximizar sus cualidades. De igual modo, la baja de Gerrard deja al equipo huérfano de liderazgo alguno, el cual debe recaer en Jordan Henderson según dicen los aficionados.
La mejor noticia es, como hemos apuntado antes, el fichaje de Clyne, que pone por fin orden y jerarquía a la zona del lateral derecho que ostentaban Johnson y un irrelevante Manquillo. Quizá, si logran obtener algún dinero por Lovren, Sakho o Kolo, podrán centrar el esfuerzo económico en la parcela defensiva, la más débil cualitativamente, para poder volver a competir con los rivales directos. Milner va a aportar un trabajo extra y constante en la zona de la creación, mientras que Coutinho y Lallana pondrán el talento. Sterling, como hemos dicho previamente, será la llave del proyecto, se quede o no, pues con su venta se embolsarían no menos de 40 millones de euros; y si se queda va a ser uno de los futbolistas más determinantes de la escuadra inglesa. Lo lógico, vistas las altas, bajas y los que aun quedan a día de hoy, el sistema más evidente parece un 4-2-3-1 compuesto por Mignolet; Clyne-Can-Skrtel-Moreno; Leiva-Henderson; Milner-Sterling-Coutinho; Sturridge. Evidentemente no sabemos cómo responderá el equipo a este nuevo sistema, pues estaba habituado a alternar entre el 5-3-2 y el 4-3-3, pero lo que sí es seguro es que se prevén vientos de cambio al noroeste de Inglaterra.
