1924-«Galerín»: «Sevilla en Broma» de Agustín López Macías
«EL IMPERIO DEL BALÓN»-IMPRESIONES DE UN PROFANO:
«La tierra del toreo, la Meca de la tauromaquia será Pamplona. Sevilla no lo es. Aquí juega hoy al fútbol hasta Juan Antonio.
De cuantos juegos a pleno aire ¡ qué cursi ¡–han sido importados a nuestro país, ninguno ha arraigado tanto como este del balón.
Los ases de la patada son conocidísimos. Zamora ha causado aquí la misma curiosidad que un matador de ochenta. Escribimos de fútbol ¡ nosotros ¡…
Ya hemos conocido a Monjardín, a Arrate, a Alcántara.
Nuestro jugador es Rey, un muchacho muy valiente que juega en el Sevilla. Ahora nos lo han quitado porque dicen que no vale.
Los críticos de fútbol se meten con el muchacho y como aquí los críticos de fútbol son muy temidos por los jugadores, pues han conseguido eliminar a Rey.
Rey es la voluntad, la valentía en el campo. Es un muchacho trabajador y honrado que el día que se puso una corbata estaba como esos gatos a los que los chicos le colocan un lazo al cuello. No se estaba quieto un momento. El sale al campo para buscar el balón donde se lo pongan, vaya quien vaya tras él, y al día siguiente le dicen los periódicos que Rey es un eslabón que deslabaza y desvirtualiza el juego y que su peculiarísima hermenéutica del juego no es lo que hace falta.
El hombre, al leer eso, llora de rabia, diciendo:
–Ni yo no descalabazo ni ná. Además, ¿por qué me tienen que decir a mí que soy menéutico? Yo creo que lo que deben censurar a uno pero no faltarle. La tienen tomada conmigo. El otro día le decían a mis partidarios una cosa que la tengo apuntá para que no se me olvide.
–¿Qué le decían a tus partidarios?
–Verá usted. Aquí lo tengo apuntado. Braquicéfalo. ¿Usted sabe lo que es eso?
–Sí, hombre. El que tiene la región craneana redonda.
–¿Y adónde está la región esa, porque de por aquí no será?
–No te preocupes por eso, hombre. Eso no tiene importacia.
–¿Pero por qué no le dicen eso a los otros?
–Porque los otros son finos, son jugadores de cámara, son intelectuales de los pies. Tú sigue como hasta aquí, que acabarás con todos. El fútbol no es hacer encaje, sino arrear castaña.
Aquí la afición al fútbol está dividida entre Balompedistas y Sevillistas. Hay más de éstos que de aquellos.
Los muchachos del Balompié no tienen ni una gorda, el campo en que juegan está en malas condiciones y los sevillistas son los ricos del fútbol.
Nosotros somos más partidarios del Balompié, por la misma razón de que carecen de todo y juegan con más fe que los otros.
El día que el Sevilla sale al campo con mandanga hay que irse del campo y dejar a los niños bien. ¡ Hay qué nenes ¡…
El futbolista ha llegado a ser en Sevilla lo que antes el novillero o el matador de moda.
Hoy tiene Herminio más partidarios que Algabeñito. Kinké en un baile castiga más que Posada. Brand, Ocaña o Sedeño juntan mas gente en el café que Chicuelo. Van al fútbol los empresarios de toros, los taurinos como Domingo y Juan Soto.
No falta a un partido don Juan Belmonte García, el distinguido labrador de Utrera. Sánchez Mejías grita y todo.
Está el fútbol imperando desde hace tiempo. Ya se ha llegado a formar un tren de futbolistas. ¡ Estamos perdidos ¡ De Sevilla no sale ya más nigún torero. De aquí saldrán famosos futbolistas, pero no hay quién dé un capotazo. Los chaveillas saben más de corner y de off-side que de parar, mandar y aguantar.
Sevilla se va, pero se va corriendo. Ya no somos castizos, nos no agradan seis cañas, ni una copla flamenca. Ahora molestan los toreros, se rechaza a un cantaor porque no viste bien, se busca el balón como único entretenimiento y lo malo es que nos van ganando el tirón y no faltamos a un partido, que le gritamos al jugador forastero, y que sabemos ya lo que es off-side.
¡ Perdiítos estamos ¡ Nosotros, flamencunos y zaros que nos cantificamos eso de
T’aplaceras en el mostra
privando peñascaró,
con los sacáis pincharando
pa la jeró del busnó.
escribiendo de fútbol y gritando ¡ corner ¡ ¡ corner ¡
¡ Pa que nos partan la boca ¡…»
Gentilemente cedido por Eduardo Juliá Ruiz:
«GALERÍN» una peculiarisíma Guia de Sevilla-1924 para turistas en tono de autoparodia donde incluye un capítulo dedicado al auge que había tomado ya el fútbol por entonces.
Es muy curioso como refleja el periodista las diferencias económicas y el status social, en esos comienzos, entre la afición y los jugadores del Real Betis Balompié y el Sevilla FC («Los Niños Bien» les llama), generando de esa forma entre cierto tipo de ciudadanos cuyos padres no le habían transmitido su pasión por unos colores por cuestiones obvias, que la elección por un equipo u otra se decidiera por identificación con su grupo socio-económico, y por tanto, por afinidad idiológica».