Campo ajeno. Bilbao 1977.

El 4 de septiembre de 1977 se levantaba el telón de la temporada liguera 1977-78, y al Betis le tocó nada más y nada menos que jugar en Bilbao frente al Athletic, precisamente el equipo con el que había cerrado la temporada anterior con la final de Copa del 25 de junio de 1977 en el Calderón.
El encuentro finalizó con empate a 0, un buen resultado para iniciar la temporada. Al día siguiente en las páginas de la Hoja del Lunes, en su sección Campo ajeno, el periodista Fernando Gelán recogía estas impresiones del desplazamiento bético a Bilbao, centradas en el mal estado físico de Hugo Cabezas, que sólo le permitió jugar en la primera parta, siendo sustituido en el descanso por Eulate, la presencia en la expedición de la mujer y el hijo mayor de Javier López camino de Laredo, el incremento en el número de socios del Betis en esa temporada, la prueba realizada al defensa argentino Carrica, que resultó fallida, los rumores sobre la marcha a un club europeo de Alfredo Megido, o la presencia de viejas glorias en el hotel bético como Telmo Zarra o Rufino Larrinoa…
Cogí los bártulos y emprendí el primer viaje de la campaña oficial de Liga. Podría decir que ya me había entrenado con una pretemporada amplia. Viajé a Mallorca, Ciudad de Palma, a Huelva, Colombino, y a Cádiz, Carranza, porque uno también tiene que estar preparado.
Con fiebre, Cabezas. El grupo que formaba la expedición bética salió el sábado en avión directo hacia Bilbao. Los jugadores iban todos con gran optimismo. El único que estaba mal era Cabezas; se había resfriado y tenía fiebre alta y un gran malestar. Le vi los ojos muy cargados, muy rojos. Por un lado estaba contento, “mi documentación está en regla, sabía que la Federación iba a aprobar mis papeles”. Por otro lado, Cabezas estaba sufriendo por su malestar: “No sé cómo me he podido resfriar”. Vicente Montiel, el ATS del club, le dio al delantero centro del equipo unos antibióticos. También le inyectó. Hugo Cabezas, entre la esperanza y la desesperación de su situación, me dijo cuando ya estábamos en Bilbao: “Si no juego ante el equipo vasco es porque no me pongo bueno y no puedo hacerlo en tan mermado estado. Yo quiero rendir al máximo y me encuentro bastante mal”.
Imitando a su padre. Con López, el centrocampista del Betis, viajaron hasta Bilbao su mujer y su hijo mayor—Javier como su padre—porque ambos continuarán hasta Laredo para pasar unos días en familia. El hijo mayor del jugador bético (3 años) quiere también ser futbolista. A López junior le gustan mucho los viajes y en todo momento le preguntaba a sus padres sobre el paisaje. La esposa de López elogia las virtudes del pequeños Javier: “le apasiona mucho el fútbol y le da buenos puntapiés al balón”.
Los socios aumentan. En Bilbao me encontré a varios amigos y seguidores béticos como Antonio Feria y Dalmacio Martínez, presidente de la peña de la Corza. Se esperaban muchos más en la mañana del domingo. El equipo está enrachado desde la final copera y tiene un gran poder de convocatoria. Me he enterado que los socios de le entidad verdiblanca han aumentado en un 20 por ciento. La cifra, no oficial por cierto, es que de unos 20.000 abonados se ha pasado a los 24.000. De aquí al primer partido de Liga en Sevilla—el próximo sábado el Betis recibe al Barcelona—la cuenta arriba seguirá. El presidente de la peña bética de la Corza me informó que en su entidad ha proliferado el alta de nuevos socios.
En el fin de semana pasado se rumoreó por Sevilla que el Betis estaba a punto de realizar un fichaje importante. Me enteré que para ello, las gestiones desde la secretaría de la calle Conde de Barajas al lugar donde se encontraba este nuevo jugador eran intensas y prolongadas para fijar la cuestión. Nada se ha concertado al respecto, ya que se barajaron muchos nombres de jugadores de primera fila. Hasta se dijo que el rojiblanco Salcedo estaba entre los aspirantes al contrato. Pero hay alto secreto en las acciones y nada se filtra. Por otra parte, aunque ha habido decepción en la prueba realizada al defensa Juan López Carrica—el que vino de Argentina del Independiente de Avellaneda—el club bético probará otro posible oriundo que podría llegar a Sevilla esta misma semana.
Los europeos. En el caso Megido la cuestión parece clara y esta semana se despejarán todas las incógnitas. Hay dos equipos extranjeros para el polémico delantero verdiblanco. El pase internacional de Megido está en poder del Betis. La cuestión está en no perderle dinero a la operación que se hizo cuando se contrató a Megido. El jugador cobra en el Betis unos tres millones de ficha y el club granadino recibió diez millones de pesetas. O un equipo belga o un equipo suizo será el destino de Megido que espera solución a su caso. Él ha dicho: “Me estoy jugando el porvenir de mi familia”.
Rogelio, el veterano de Coria, ha saltado a la actualidad. Entre bromas y cuestiones serias, el capitán verdiblanco está dispuesto a marchar a un equipo de la liga norteamericana: “Si la oferta es sustanciosa me iría al Cosmos o a cualquier equipo de la liga norteamericana”.
Va a intervenir en la posible operación—si de la broma se pasa a la seriedad—Roberto Dale. Rogelio, cuando se celebró en el Villamarín el bautizo del nuevo hijo de López, le preguntó al “matchmaker”—intermediario—por algún equipo USA, por ejemplo el Cosmos, para jugar con todas las figuras que se han ido para allá…
La historia viva. Viejas glorias, glorias del fútbol español se dieron cita el sábado por la noche en el hotel donde se hospedó el Betis en Bilbao. Fueron a saludar a Rafa Iriondo y a los jugadores del club campeón de Copa. Uno de ellos, Telmo Zarra, conversó largamente con Iriondo recordando aquellos tiempos de la furia de una delantera asombrosa como la de los Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gaínza.
Componen ambos todo un símbolo importante de una época del fútbol español. Parta de una historia importante que siempre se recordará con agrado.
También pasó por el hotel Larrinoa. En el año 1935 formó con el equipo bético que fue campeón de Liga. Todas las temporadas, cuando el Betis viene a jugar por la zona vasca, Larrinoa aparece por el hotel donde está el equipo y vive horas de recuerdos.
El vieja gloria bético se remonta siempre a aquellos gloriosos tiempos antes de la guerra, y cuenta mil y una experiencias junto al club sevillano que siente en su corazón grande.
Gora ta gora Betis. En Bilbao horas antes al partido entre el Athletic y el Betis—de nuevo frente a frente como en la final de Copa—había una actividad y una actitud discreta. Se decía por las tertulias deportivas, entre chiquito y chiquito, que el club de San Mamés ganará pero con permiso del Betis. Koldo Aguirre ha sido prudente y no ha expresado públicamente sus deseos. Ha preferido callar y esperar a que termine el “match”. Por aquí se la hace mucha propaganda al veterano Rojo II—veintinueve años de edad—porque el Athletic lo quiere vender. Parece que el club de San Mamés ha recibido alguna oferta del Sur por el jugador que, aquí afirman, tiene todavía nervio y clase para seguir trabajando en el fútbol.
Voy para San Mamés. Recuerdo hace ya algunos meses—25 de junio de 1977—cuando también me dirigía para el campo de juego para presenciar otro Athletic-Betis pero en el Vicente Calderón.
Aquel partido de la final sorprendente… ¡Gora ta gora Betis¡