Buenos días. Arenas-Betis.

Un día como el de mañana de hace 90 años el Betis Balompié estaba haciendo historia. Iba a jugar en el terreno vizcaíno de Ibaiondo el primer partido de las semifinales de Copa, frente el Club Arenas de Getxo.
Con ese motivo traemos un artículo aparecido en el diario deportivo bilbaíno Excelsior el mismo día del partido a cargo de su cronista Tellagorri, en el que mediante un diálogo entre dos individuos se repasa el once bético y las características de cada uno de sus jugadores.
Como curiosidad se nos relata que el gran asunto de interés local en toda la semana previa a este partido no era este encuentro en sí, sino donde se iba a disputar la gran final que supuestamente iban a jugar el Athletic Club y el Arenas, lo que hubiera sido todo un acontecimiento al enfrentarse en ella los dos clubs vizcaínos. Estaba claro que estaban ya vendiendo la piel del oso antes de cazarlo, y que daban muy poca chance al equipo verdiblanco, por entonces un club de Segunda División.
Jesús; Aranda y Jesusín; Peral, Soladrero y Adolfo I; Timimi, Adolfo II, Romero, Enrique y Sanz…y la compaña; ¡Buenos días¡
¿Qué tal esa raya blanca que han trazado ustedes sobre la piel de toro, desde las orillas del Guadalquivir hasta nuestra costa? ¿Bien? Pues me alegro mucho, de verdad. Bien venidos, y a otra cosa.
Nosotros aquí, metiendo la patita. ¡Figúrense ustedes¡ Hablando y discutiendo sobre el campo donde el Athletic y el Arenas han de jugar la final del campeonato de Copa. En fin, perdonen ustedes, ya saben lo que son estas cosas. Y ¿qué tal el equipo?
- ¡Hombre, por Dios, le diré¡ El Jesús este está muy bien, palabra. Un atleta, muy valiente y con mucha decisión, para salir a los medios en busca del torito. Tiene sobre todo algunas tardes que en Sevilla no lo cambian por el pobre Curro Puya, que Dios quiera que sane. Los dos backs, Aranda y Jesusín, buenos de verdad. Son bravos, despejan muy fuerte, se colocan bien, tienen rapidez, etc ¡Una pareja¡ Los medios, gente joven, conocen los secretos del juego. No son artistas, pero sí muy hábiles, y trenzan muy bien el juego con sus delanteros
- ¿Y el ataque? ¿Qué tal esos lebreles?
- Lo diré en dos palabras: los dos extremos son muy rápidos; el centro, el Romerito este, que es un gran jugador, anda un poco descentradillo esta temporada; los interiores… los interiores son de abrigo. El Adolfo II es un gran driblador, y aun cuando to tiene un shot como para asustar a las gentes, es porque mo le hace falta; se arrima tanto a la meta contraria a fuerza de habilidad y caletre que con empujar la bolita así, un poquito nada más… pues ya está en la jaula. ¿Eh? ¿Qué tal? Canelita pal arroz
- – ¿Y el Enrique ese, que me han dicho que…?
- Espere, amigo. Primero, descúbrase. Está bien. Ahora podemos hablar. El Enrique ese es la flor y la nata de los campos andaluces. Algo así como… ¿Sabe usted lo que viene a ser la cresta en la olita del mar? ¿ O la leontina en la cadena de oro? ¿O la perla en la corbata? Pues una cosa así viene a ser Enrique en el Betis, lo mejor.
- ¿Chuta?
- Cuando quiere
- ¿Dribla?
- Como la liebre al galgo
- ¿Se coloca bien?
- Como una estatua en el pedestal; sembrao.
- ¿Pasa?
- A lo mejor lo dice usted porque es sevillano…
- Digo
- Pues pasa. ¡Qué digo pasar¡ Pone en los pies de sus amigos goles hechos. Y…nada más. ¿Qué hay?
- No, nada. Ya ve usted; buen tiempo, ¿no?
- Buen tiempo…y sal. Son ustedes muy “salaos”. ¡Cómo se conoce que son de la costa¡ Con que…discutiendo acerca del campo donde van a jugar el Athletic y el Arenas la final, ¿eh? ¡Bien, hombre, bien¡ Vaya, hasta lueguito
- Hasta luego