El alevín de los alevines. 1983

En junio de 1983 en el diario ABC de Sevilla se publicaba la imagen que encabeza la entrada de hoy. En ella aparece el entrenador Germán Vaya Mani con un pequeño futbolista del que en el artículo se hablan maravillas:
Se llama Manolito, mide poco más de una cuarta, es bético desde antes de nacer, forma parte del equipo de alevines que prepara Mani–quien le acompaña en el retrato–y juega al fútbol como los propios ángeles (si los ángeles jugaran al fútbol como juegan los alevines de Mani, claro).
Este fue el chavalín que un buen día sacó Mani al campo del Betis metido en un saco. De dicho saco empezaron a sacar balones y, tras éstos, como una pelota más, Manolito. Y Manolito (otro dato, es hijo de Manolo Ardiles, botones de la secretaría verdiblanca), empezó a hacer virguerías con el balón que dejó a todo el mundo con la boca abierta. Ya veremos cuando el niño crezca la que puede formar…