El «Betísimo» de Joaquín y el golazo de Varela, de Elías Israel

Los inicios del Betis en la temporada 2002-03 fueron auténticamente espectaculares. En el mes de septiembre se inició la Liga con una exhibición en Riazor y victoria 2-4, en una portentosa demostración de buen fútbol y remate. En la segunda jornada el partido en casa contra el Real Madrid tuvo que ser interrumpido ante los reiterados apagones de luz que imposibilitaron el desarrollo del partido cuando en el minuto 43 el Betis ganaba 1-0.
En la semana siguiente partido de ida de la primera ronda de la Copa de la Uefa con victoria 0-2 en casa del Zimbru en Moldavia, y el domingo posterior un sensacional encuentro en Anoeta con empate a 3 en una exhibición ofensiva de la Real Sociedad y del Betis.
Luego tocaba cumplir uno de los partidos de sanción que pesaban sobre el terreno bético, por lo que el encuentro frente al FC Barcelona se jugó en el Colombino onubense. La victoria verdiblanca fue sonada, un contundente 3-0 con goles de penalty de Alfonso, Joaquín en magnífica jugada individual y Varela con una portentosa exhibición digna del mejor Leo Messi.
El Betis estaba de moda. De la mano de Víctor Fernández el equipo se presentaba como una alternativa clara para competir por los puestos de cabeza.
Luego vino otra realidad, la de un equipo que falló más de la cuenta y que no pudo mantener el ritmo inicial, y que con una mala segunda vuelta acabó en octava posición, alejado de todas las esperanzas que a comienzos de temporada se tenían depositadas.
Pero en los inicios de la competición liguera la sensación era totalmente distinta. Como ejemplo el texto que hoy traemos, publicado en el diario deportivo Marca al día siguiente de derrotar al FC Barcelona, a cargo de su director, el periodista Elías Israel.
Esto ya no es una casualidad. Lo de este Betis es una alegría para el buen paladar futbolístico. Es un equipo que lo tiene todo. Lo más importante, un entrenador al que le gusta ganar jugando bien al fútbol y, a partir de ahí, un equipo compensado por atrás y desproporcionado por los flancos.
Y digo desproporcionado porque las dos bandas del Betis pueden ser, hoy por hoy, las mejores de Europa. Joaquín es ya el mejor sin discusión y es el niño de España. El “Curro Romero” del balón. Nunca te deja mal. Y Denilson es como el del anuncio, pero en el campo.
Si a esto la añades a Capi y Alfonso, estamos ante un equipo estratosférico, con pinta de mejor Betis de la historia. Delante estaba el mejor Barça de la era Gaspart. Y el Betis le pasó por encima y no se arrugó ni en las tanganas.
Párrafo aparte merece el golazo de Varela, posiblemente el mejor de la Liga y lo digo en la cuarta jornada. Impresionante su jugada desde la banda, dejando sentados a cuatro defensas azulgranas y colocando el balón casi en la escuadra. Si este gol lo hace cualquier megaestrella de la Liga, estamos hablando de él hasta el mes de agosto. Yo no pienso quitarle ni un ápice de mérito. Si el gol de Joaquín me pareció estelar, el de Varela me ha parecido un gol para enmarcar. Sirva este párrafo como homenaje a los golazos de todos los futbolistas que son cracks en la sombra.