Entrevista Juan Ureña 1992

Esta entrevista que hoy traemos en Manquepierda se publicó en abril de 1992 y en ella el periodista Juan Luis De las Peñas entrevistó al futbolista verdiblanco Juan Ureña, quien con 24 años en esa temporada accedió a la capitanía del equipo.
Ureña repasa la actualidad verdiblanca, centrada en la lucha por el ascenso, y que terminaría desembocando en la promoción de ascenso perdida contra el Deportivo de La Coruña, así como diversos aspectos del momento como era la desaparición de multitud de equipos de cantera que se produciría con la conversión del club en sociedad anónima.
Con sólo veinticuatro años, el montillano Juan Ureña ostenta en el Betis el brazalete de capitán que llevaron, entre otros, Rogelio, Cardeñosa o Gordillo. Su regularidad, que le ha llevado a perderse pocos partidos en tres temporadas en el plantel, u su bien ganada fama de hombre comedido, influyeron decisivamente en la decisión de la plantilla bética. Ahora Ureña se muestra convencido de que va a vivir su segundo ascenso con el Betis.
Ureña llegó al Betis cuando el equipo acababa de despeñarse a la Segunda División en una nefasta noche en la falda del Teide. Poco después accedió Hugo Galera a la presidencia y, de su mano, un técnico como Juan Corbacho, que le dio la alternativa a varios jugadores canteranos. Desde entonces, sea quien sea el que se haya sentado en el banquillo, Ureña, con esporádicas desapariciones, ha sido uno de los fijos.
- Tres años sólo en la primera plantilla, y ya capitán. ¿No le resulta extraño representar a jugadores con muchos más años y experiencia?
- La verdad es que la capitanía me llegó de una forma un poco rara, porque el capitán era Julio. Lo que pasó es que, a raíz de una serie de problemas que tuvo, decidió dejarlo y la plantilla acordó que los sustituyera yo. Es cierto que me ha llegado siendo muy joven, pero no lo estoy acusando
- ¿Fue un acuerdo de la plantilla o es que usted fue el único que se decidió a coger el toro por los cuernos?
- Fueron mis compañeros los que empezaron a decir que fuera yo, y no me pareció correcto decir que no, aunque hubiera sido bastante cómodo
- En cualquier caso, lo suyo, más que negociar, es jugar. Y desde que llegó al equipo lo ha hecho con todos los entrenadores…
- La verdad es que sí, que desde que llegué, con Corbacho, todos los entrenadores han contado conmigo habitualmente. Creo que eso es importante
- ¿Se considera uno de los insustituibles?
- No creo que nadie puede considerarse insustituible, porque las cosas pueden cambiar en cualquier momento. Eso sí, son muchos partidos seguidos y eso te da confianza
- Suele ser bastante modesto. Sin embargo ¿actuaría de la misma manera si fuera al banquillo?
- Por supuesto, y ya lo demostré el año pasado cuando con Esnaola como entrenador, hubo dos partidos en los que ni siquiera fui a la convocatoria, cuando me limité a seguir trabajando para volver al equipo, como así ocurrió
- En cualquier caso, se ha cuestionado si los futbolistas, cuando llegan a la élite, tienen o no ilusión por el juego, si lo que les interesa sobre todo es cobrar a final de mes. ¿Es básico para llegar arriba tener pasión por el fútbol?
- Puedo decir que, a nivel de Primera o Segunda División, el futbolista disfruta jugando sólo relativamente. Los partidos requieren un sacrificio, un esfuerzo, que apagan un poco el divertimento que tiene el fútbol en sí. Además, la presión de la grada también afecta, y el futbolista necesita a veces evadirse de toda esa presión. De todas formas, el futbolista se hace jugando partidos, y el que no quiera hacerlo lo mejor que puede hacer es retirarse.
- ¿Es la presión la causa de que al futbolista se le quiten las ganas de hacerlo bonito, de que busque ante todo lo práctico?
- Exactamente, eso es lo que ocurre. En un entrenamiento disfrutas, porque haces cosas que no puedes hacer en un partido, donde si fallas estás con otro ánimo y si aciertas tienes una sensación muy buena. Todo eso, normalmente, hace que en un partido no disfrutes normalmente
- Su caso no es el clásico de los jugadores canteranos, a los que normalmente le cuesta mucho trabajo asentarse. ¿A qué cree que se ha debido?
- Pienso que para llegar a ser un buen futbolista hay que tener muchas cualidades, y no sólo deportivas, sino también humanas. Yo creo que un buen futbolista de cantera, con algo de suerte, sin lesiones y si humanamente funciona bien, llega seguro, pero si se lo cree lo tiene todo perdido. En esta profesión la humildad es muy importante para poder triunfar
- ¿Es éste el gran problema de la cantera del Betis? Porque son muchas las promesas y pocas las realidades…
- Del fútbol juvenil al profesional hay mucha diferencia, y si a un juvenil se le sube pronto al primer equipo, y se quiere hacer un ídolo de él, resulta problemático. Yo creo que un futbolista se hace en la primera plantilla, y que hacer de un juvenil un crack no es correcto y daña al jugador
- ¿Las normativas del fútbol, que dejan libertad de elección al jugador cuando finaliza su contrato, pueden ser el principio del fin de las canteras?
- Un club que lleva diez años haciendo a un futbolista, y luego éste se va, tiene un perjuicio. Por eso debe andar listo para evitarlo. Además, depende de qué cantera sea, porque yo creo que jugar en el Betis le agrada a muchos jóvenes y a muchos profesionales
- Sí, pero parte de la cantera, el equipo sub 19, parece que va a desaparecer. ¿Cómo valora este hecho desde su posición de futbolista de cantera?
- La verdad es que es una pena que desaparezca el equipo juvenil, pero el club se va a convertir en sociedad anónima y debe mirar por sus intereses, de forma que si se considera que quitar lo juveniles va a ser un beneficio, tendrá sus razones
- A pesar de jugar siempre, no es un jugador carismático para la grada. ¿Está resignado a ser un futbolista “de equipo” o sueña, como imagino haría de niño, con ser una estrella?
- Yo tengo claro que estoy mejorando poco a poco. Soy consciente de que no soy un jugador técnico ni brillante, peo quizá para los entrenadores sea brillante en lo que sé hacer, que es marcar y defender. En un equipo hay estilistas, velocistas, defensores, un portero, y cada uno debe adaptarse a la misión que sabe desempeñar. Creo que una virtud de un jugador es hacer lo que sabe y los defensas, en concreto, tenemos que dejar la construcción del juego y las ocasiones de gol para los que tienen esa misión dentro del equipo
- El interés del equipo pasa por subir a Primera. ¿Qué posibilidades le da al Betis?
- Estamos en una línea ascendente y creo que en cinco partidos podemos coger al Figueras, aunque nos lleva tres puntos. No hay que descartar el ascenso directo, ni mucho menos
- La promoción parece muy clara, aunque para eso habrá que ganar al Lérida…
- Es un partido importantísimo para asegurarnos la promoción, pero el equipo piensa más en el ascenso directo que en la promoción
- Y es que la promoción no trae buenos recuerdos…
- Desde luego, la promoción es horrible y al mismo tiempo injusta. Es una lotería en la que todo depende de que un partido salga bien o mal
- Que el Betis esté el cuarto en Segunda División con nada seguro aunque con bastantes posibilidades, ¿es un fracaso?
- Si fuera de casa hubiéramos llevado una línea normal, no brillante, simplemente no tan mala como la que hemos llevado, estaríamos por encima del Celta. Sin embargo, no hemos dado la medida hasta ahora, aunque de todas formas creo que la temporada está siendo buena
- ¿Tan duro ha sido para el Betis jugar en esos campos de Segunda?
- Eso es la Segunda División. Equipos que en el Villamarín han demostrado ser un poco vulgares aprietan mucho en sus campos, tienen todo el apoyo de su público y, además, cuando han jugado contra el Betis tenían una motivación especial
- Ha hablado de rivales vulgares. ¿ha observado miedo escénico en algunos equipos cuando han jugado en el Villamarín?
- Sí, lógicamente impresiona un campo que prácticamente está lleno todos los domingos. Y es que en este campo va casi la misma gente a ver al Eibar que a ver al Barcelona
Qué gran jugador, de lo mejor del betis de los 90.